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Concordia » Hora Digital
Fecha: 28/11/2025 06:53
Xabi Alonso consiguió la ansiada victoria en Grecia y tuvo destellos de grandeza gracias a sus dos héroes: Vinicius y Mbappé. Fueron ellos quienes encendieron el motor del Real Madrid y encontraron la forma de batir a la defensa griega con pases largos a la espalda. Lejos de mantener ese impecable juego todo el duelo, los blancos volvieron a mostrar sus costuras tanto en los primeros compases del encuentro como ya en la segunda mitad, donde sufrieron para poder certificar la victoria. Una actuación que no sirvió para sacar al técnico donostiarra de su odisea y quitarle la diana de la espalda. La presión acompañaba a Xabi Alonso en su visita a Grecia como técnico del Real Madrid. Su llegada al partido de la Champions League estaba marcada por la necesidad de romper una racha de tres encuentros sin triunfo, una situación que elevaba la tensión ante el peligro de encadenar un nuevo tropiezo y complicar la estabilidad del equipo. El ambiente en el estadio acentuó aún más ese escenario adverso, sobre todo tras un inicio complicado. El Olympiacos aprovechó la incertidumbre y, en el minuto diez, Chiquinho abrió el marcador tras una jugada que dejó al descubierto las dificultades de una defensa del Madrid condicionada por ausencias y ajustes en la alineación. El gol tempranero intensificó las dudas sobre el rendimiento defensivo del conjunto español, que venía de mostrar debilidad en partidos anteriores. Por momentos, la situación hizo temer que el equipo pudiera vivir una nueva noche amarga en suelo griego, escenario históricamente ligado a episodios trascendentes. Pese al golpe inicial, la reacción del grupo se volvió decisiva para el desarrollo del encuentro y para las aspiraciones de Xabi Alonso, quien buscaba frenar una dinámica negativa y recuperar la confianza de sus jugadores. El Real Madrid encajó dos goles más, pero los cuatro de Mbappé contrarrestaron el marcador y dieron la victoria al equipo blanco. Una victoria que significa mucho más que tres puntos. El técnico donostiarra no consigue encontrar el estilo perfecto para los suyos, no es capaz de encontrar esa sintonía que tanto añoran los aficionados que desde el inicio de temporada venían pidiendo. La campaña comenzó ilusionante y esperanzadora. Parecía que conseguirían romper con la dinámica que dejó Carlo Ancelotti a su salida, pero a medida que avanzan las jornadas y se avecina el final del año, los blancos vuelven a mostrar sus carencias sobre el terreno de juego. En medio de esta tormenta, Xabi Alonso trataba de poner calma tras el partido. “Lo importante era ganar y romper la dinámica de la que veníamos. Volver a sentir esa sensación. Los tres puntos son muy importantes para intentar hacer el top 8. Victoria competida y sufrida al final, pero la necesitábamos”, comenzaba el entrenador del Real Madrid. Además, añadía: “En la Champions hay momentos para todos. Me ha gustado mucho el equipo, a pesar del 1-0, no nos hemos vuelto locos. Le hemos dado la vuelta y la segunda parte ya ha sido un poco más de momentos para todos, para ellos y para nosotros”. Xabi Alonso: “Es un reto muy bonito ser el nuevo entrenador del Real Madrid”. El donostiarra resaltaba la labor de Vinicius y Mbappé y terminaba añadiendo: “Todos estamos unidos. Sabemos que la temporada va a ser larga y muy exigente y habrá momentos de todo tipo. La unidad es fundamental, la confianza del uno en el otro. Momentos en los que hay que saber aguantar y no deshacernos. La victoria de hoy es un paso adelante”. Un triunfo relevante que deja un sabor agridulce en grada madridista ante la dinámica en la que se encuentra inmerso el equipo de Chamartín.
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