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» Notife
Fecha: 27/11/2025 19:42
Una tragedia conmocionó el viernes por la tarde a la ciudad texana de Tyler, donde una joven de 23 años fue asesinada por tres perros de raza pitbull que estaban a su cuidado. La víctima fue identificada como Madison Riley, estudiante de la University of Texas at Tyler, quien estaba a solo seis meses de recibirse como docente de nivel inicial. El episodio ocurrió cerca de las 16:15, cuando un vecino alertó al 911 tras escuchar gritos desesperados provenientes del patio trasero de la vivienda donde se encontraba la joven. Al arribar al lugar, los agentes del Smith County Sheriff’s Office hallaron a Riley sin signos vitales, en medio de un charco de sangre, y a los animales en actitud agresiva. Según relató el sargento Larry Christian, uno de los oficiales fue embestido por los perros en el momento del procedimiento. Ante el peligro, el uniformado utilizó su arma reglamentaria y efectuó disparos, abatiendo a uno de los animales en el acto. Los otros dos sobrevivieron y quedaron bajo custodia judicial. Madison Riley Hull tenía 23 años y estaba por recibirse de docente. (Foto: gentileza GoFundMe). Vocación docente y amor por los animales El caso generó hondo impacto en la comunidad educativa, donde Madison ya realizaba prácticas y era recordada con enorme cariño. Su madre, Jennifer Hubbell, la despidió en redes con un sentido mensaje: “Sus alumnos la adoraban. Tenía un don para hacer sentir a cada chico seguro, especial y querido. Su corazón estaba hecho para eso”, expresó. Hubbell también describió a su hija como “amor, luz, bondad y risa”, y remarcó que se movía por el mundo con un espíritu libre que inspiraba a quienes la rodeaban. La vocación de Madison, contó, nació a partir del vínculo con su hermano menor, diagnosticado con autismo, experiencia que marcó su camino hacia la docencia en la primera infancia. Paralelamente, la joven tenía amplia experiencia como cuidadora de perros y era conocida por su afecto hacia los animales. Había trabajado en varias oportunidades como niñera para la familia propietaria de los pitbulls y aceptó quedarse a su cargo sin imaginar el desenlace. Madison Riley quería ser docente de inicial. (Foto: gentileza The New York Post). Señales previas y decisión judicial Días antes del brutal ataque, Riley le había manifestado a su madre que notaba “un cambio” en el comportamiento de los perros. “No siempre fueron así”, le dijo, según recordó subsequentemente Hubbell, todavía sin encontrar respuestas a lo ocurrido. Puede interesarte Los dueños de la vivienda se encontraban fuera de la ciudad al momento del hecho. Este miércoles, la Justicia de Texas ordenó la eutanasia de los dos perros sobrevivientes, al considerar el ataque como “repentino y brutal”, y avanzó con medidas legales sobre el caso.
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