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» Elterritorio
Fecha: 27/11/2025 17:51
El referente del vóley argentino encabezó un seminario para entrenadores, donde compartió su experiencia, sus aprendizajes y una mirada humana sobre el esfuerzo detrás de cada atleta. miércoles 26 de noviembre de 2025 | 22:15hs. Daniel Castellani volvió a pisar suelo misionero y el Centro Provincial de Alto Rendimiento Depotivo (Cepard) volvió a llenarse de esa mezcla de respeto, admiración y calidez que él despierta cada vez que llega. Esta vez, el histórico entrenador y exjugador olímpico encabezó un seminario intensivo para entrenadores y formadores de la provincia, en un espacio pensado para aprender, repensar y, sobre todo, sentir el deporte. Desde temprano, las jornadas se desarrollan entre las 9 y las 12, y por la tarde de 15 a 18; el jueves continuará de 9 a 12. Pero más allá del cronograma, el clima que se vivió en el Cepard fue el verdadero corazón del encuentro: entrenadores con cuadernos abiertos, miradas atentas y una energía colectiva que apenas se ve en las capacitaciones más especiales. Castellani arrancó la charla con una sonrisa amplia y un reconocimiento sincero: “Como siempre, afectuosa. La pasión que tenemos por el vóley, mucha gente, muchos amigos... feliz de estar por acá”, dijo, destacando el recibimiento que le dio la provincia. De inmediato se metió en el eje del seminario: cómo evolucionó el vóley, cómo cambió la forma de enseñar y qué nuevos factores atraviesan hoy el entrenamiento. “La idea es compartir la evolución de nuestra actividad: el método de entrenamiento, el aprendizaje, el impacto de las redes sociales, la neurociencia… todo lo que transforma lo que hacemos día a día”, explicó. El objetivo, remarcó, es claro: ayudar a los formadores a actualizar las metodologías de enseñanza. Cuando habló de lo esencial para que un equipo entrene bien, Castellani fue directo y humano: “Primero hay que formar un grupo. Es un deporte de conjunto. No importa el valor individual, sino la dedicación, el aporte, la camaradería”. Ese proceso -advirtió- no siempre es luminoso. Tiene crecimientos, frustraciones, desafíos, y los profesores deben ser capaces de transmitir esos valores para que los jóvenes encuentren en el vóley un lugar donde divertirse, aprender y progresar. Lo que no se ve: el esfuerzo detrás del alto rendimiento Además, Castellani marcó la diferencia entre el entrenamiento cotidiano y lo que implica competir al máximo nivel. “Un Mundial o unos Juegos Olímpicos son la punta del iceberg. La gente ve el resultado final, pero no las horas de trabajo físico, técnico, el sueño perdido, las renuncias a amigos y familia, las lesiones y las frustraciones”, dijo. Aun así, aseguró que quienes aman el deporte viven ese camino “con gusto y con placer”, buscando coronarlo en los grandes escenarios. Un legado que vuelve para multiplicarse Hoy, para Castellani, transmitir su experiencia tiene un sentido profundo: “Tuve muchos maestros que me inspiraron y me ayudaron. Ahora estoy en otra etapa, donde puedo ayudar a otras generaciones y compartir lo que aprendí todos estos años”, expresó con emoción. También se mostró optimista sobre el presente del vóley argentino: “El vóley se posicionó como un deporte nacional de élite. Siempre estamos entre los 10 mejores del mundo, y no es fácil mantenerse ahí”, resaltó. Además, celebró el crecimiento sostenido de la disciplina: más jugadores, medallas olímpicas y un papel cada vez más fuerte de colegios y clubes. El seminario continúa este jueves y reúne a entrenadores de toda la provincia que buscan nuevas miradas para fortalecer el vóley misionero. Y mientras las jornadas avanzan, las palabras de Castellani quedan resonando: el deporte exige, sacude, frustra… pero también salva, forma y acompaña.
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