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  • “El nivel de futbolista que tenemos en la provincia es increíble”

    » Elterritorio

    Fecha: 27/11/2025 17:47

    Hace casi 20 años que Polo Kleiniving recorre el mundo del fútbol. La preparación física es una de sus pasiones y lo llevó a hacer historia en el fútbol paraguayo. La relación con el futbolista, la clave de conformar grandes grupos miércoles 26 de noviembre de 2025 | 7:00hs. En General Caballero, Polo se ganó su lugar en el plantel de Primera División. Es de los que llega primero y se va último. Se va y sigue trabajando, sigue planificando. Arma, desarma, le busca la vuelta, intenta que nada sea igual al día anterior. Sabe que por ahí pasa una de las claves de su trabajo, de su posible éxito dentro de la cancha. Hace casi 20 años que Nelson Kleiniving empezó a recorrer el mundo del fútbol desde adentro. Lo atrapó la preparación física e hizo lo posible para estar en donde está. Siempre es un referente para jugadores, entrenadores y dirigentes en Misiones. Decidió medirse en otros lares y dio la talla y hace un par de semanas hizo historia en el fútbol paraguayo con General Caballero, que se convirtió en el primer equipo en ganar un torneo en el vecino país sin ser de Asunción y sus alrededores. ¿Cómo te encuentra el fútbol en este momento? Muy feliz, en un momento positivo en mi carrera. Cuando arranco el año pasado, me vengo a General Caballero con una expectativa distinta, porque lo que me propone el club es sumarme a la institución para trabajar de preparador físico de la reserva y coordinador de la preparación física. A partir de ahí diseñamos un contrato, el cual iba a ir hasta mitad de año, hasta julio. Producto de que se fueron generando algunos resultados positivos y una cierta conformidad del club, se genera una oportunidad para que pueda subir y ya estar en el plantel profesional y permanezco con ese rol. Ganar la Copa Paraguay, ¿qué lugar tiene en tu carrera y qué significa para el club? Para mi carrera es muy importante, quizás uno de los logros más importantes. Para el club representa muchísimo. Tuvo una repercusión muy alta, porque se dieron varias cuestiones. Es el primer club del interior que gana la copa. Pero no sólo eso, sino que es el primer club que, en la Federación Paraguaya, la APF, gana un torneo y no es de Asunción. El fútbol profesional en Paraguay comienza en 1906 y a partir de ahí siempre fueron todos equipos de Asunción los que han ganado. Entonces, lo que se consiguió con General Caballero tuvo una gran repercusión y también porque el club considera que lo posiciona como un club importante del interior, que eso para ellos es un gran objetivo. Lamentablemente, por ahí no se pudo mantener la categoría, había que hacer una campaña prácticamente de campeón, pero este logro de la copa, que nosotros planteamos como principal objetivo, fue muy significativo. ¿Por qué el argentino tiene un lugar importante y qué tiene el fútbol paraguayo para ofrecernos a nosotros? En mi caso me gustó mucho el proyecto y a partir de ahí me sumé. Se valora mucho al profesional, en este caso, el argentino. Hemos logrado grandes resultados y eso hizo que pueda estar muy cómodo, pueda trabajar de la mejor manera, hay un respeto muy grande. El paraguayo valora mucho al trabajador. Yo traté de, como en toda mi carrera, ser muy profesional, muy ordenado, de tomarlo todo con la mayor seriedad posible, tratando de estar en todos los detalles, y a partir de ahí, se fue viendo una gran evolución en todo lo que fuimos entrenando. Eso hizo que la institución, a la cual soy muy agradecido, como los jugadores se sientan muy identificados con el trabajo. ¿Y por qué arrancaste a ser preparador físico? No recuerdo un día de mi vida que no estaba en una cancha. Siempre sentí una vocación muy grande por lo que es la preparación física. Ya cuando arranco el profesorado de educación física buscaba la manera de poder contactarme con gente para poder ingresar y trabajar de esto que me apasiona. Después, por suerte, se dio la posibilidad en 2008 y a partir de ahí arranqué este camino. Muy rápido estuve en una primera, ya desde los inicios de mi carrera. Después me recibí de educación física en el Montoya. Seguí trabajando en esto, me recibí de licenciado en alto rendimiento en Buenos Aires y ya son prácticamente 18 años que estoy en esto. Estuviste en Guaraní, en Chacarita, ahora en Paraguay. ¿Qué fuiste sacando de cada lugar y de cada técnico? Trabajamos en equipo y con muchos técnicos. La verdad absoluta, no hay. Lo que sí me tocó es adaptarme siempre. Lo que uno busca siempre desde la parte de evaluación física es buscar los mejores resultados en cuanto al estilo o la manera de trabajar del cuerpo técnico e ir armando el trabajo en función de eso. A mí lo que me apasiona es que nunca una pretemporada es igual a la otra, que siempre tenés que adaptarte. El mejor método de entrenamiento es el que se adapta a lugares, a circunstancias. Me tocaron distintos técnicos, con distintas maneras de trabajar, de cada uno saqué cosas positivas. Algunos con una corriente un poquito más moderna, otros con lo que sería una cuestión un poquito más tradicional,. Me considero un gran trabajador y eso lo adquirí de mis padres. De estar en absolutamente todos los detalles. Me tocó estar Daniel Teglia, con Telmo Gómez, con Sebastián Pena, con Miguel Zahzú. Ahora en Paraguay estoy con Humberto Ovelar, que es uno de los más reconocidos. Me tocó trabajar con Germán Gamarra, a quien tuve primero como jugador, también con Carlos Marczuk y con Manuel Dutto. Cada técnico tiene su manera de trabajar, su planteo desde lo táctico. En algunos cuerpos técnicos me ha tocado trabajar en un porcentaje muy alto, en otro cuerpo técnico en una cuestión específica. De mi trabajo, un porcentaje muy alto es con pelota y eso me abrió muchas puertas en Paraguay. Eso generó un llamado la atención. Por ejemplo, hemos hecho una gran pretemporada, pero ya para la que viene me toca trabajar con un técnico distinto, entonces a partir de ahí tengo que coordinar y buscar los contenidos en función de eso y se va armando. Me parece que va por el lado de adaptarse, de planificar y de respaldarte en un calendario, que es lo que arma absolutamente todo. La pretemporada que hicimos en General Caballero fue tremenda, muy positiva y terminó generando este resultado. Pasó también por un convencimiento que se tuvo por el plantel. ¿Y te dan los técnicos lugar a que opines? Sí, sí, sí. Una clave en un plantel, ya sea profesional o amateur, es tomarlo siempre con la misma seriedad. Me tocó trabajar en la primera división de Chacarita, y después me tocó trabajar en una cuarta categoría con Guaraní, cuando terminamos perdiendo el ascenso con Central Norte. Por ejemplo, en este momento, me toca trabajar con un cuerpo técnico que le da mucha importancia a las transiciones y a los duelos. Entonces, todos los días arrancamos en el gimnasio. Después del gimnasio, por lo general, pasamos a una rueda de pases, después generamos los rondos y después ya nos pasamos a cuestiones como los duelos, cuestiones de transiciones y después, recién ahí, pasan a trabajar con el técnico. En este caso, él (Ovelar) me dijo ‘profe, yo necesito tener mucha importancia en estos detalles’, y a partir de ahí lo vamos planificando en función de eso y tuvimos muy buenos resultados. ¿Qué referentes tenés en este en este mundo para ser distinto? Uno de los referentes que tenía era el profe Óscar Ortega (NdR; preparador físico de Atlético Madrid) y miraba mucho a al profe Antonio Pintus y al profe Julio Santella, que estuvo muchos años con Carlos Bianchi. Después de tantos años, uno tiene su manera, su forma, su método, sabe lo que es positivo, pero la clave está en buscar tener muchas alternativas, muchas variantes de trabajo. En el gimnasio mismo, a la hora de trabajar la fuerza. Ahora tengo un futbolista argentino en el plantel, Gaspar Vega, que pasó por Nueva Chicago y se sintió muy identificado con este método que estamos trabajando. Él me dice que nunca en su carrera le tocó todos los días hacer gimnasio, todos los días hacer fuerza y nosotros lo hacemos. Entonces, el futbolista va generando una adaptación que le termina siendo positiva. Cuando me tocó llegar al club, me acuerdo que las rutinas las hacía más preventivas, más de estabilidad y hoy casi todas las rutinas terminan incidiendo en la fuerza en casi toda la semana. A veces estamos a dos días de competir y el plantel está haciendo ejercicios de fuerza dinámica, está haciendo ejercicios de potencia, que en otro momento no los hacían y hoy lo hacen con una naturalidad tremenda. Lo que buscamos en el entrenamiento es que tenga todo una sinergia, una conexión, que todo el entrenamiento tenga una relación directa. El trabajo te va llevando, te va llevando, te va llevando y te vas metiendo. ¿El futbolista argentino y misionero tiene un plus? Yo creo que el futbolista argentino es distinto al futbolista paraguayo, eso está claro. El futbolista argentino es más talentoso. En Misiones hoy tenemos a Mitre y ojalá en poco tiempo también Crucero y Guaraní puedan estar en categorías por lo menos de AFA, sería muy bueno que Misiones pueda tener un club en una segunda categoría, una B Nacional. Me parece que pasa por ahí, de poder tener las inversiones, porque lo que tiene que ver el trabajo, el nivel de profesionales que tenemos nosotros en Argentina, en Posadas, en la provincia, es muy alto. Tenemos todo para tener una buena actualidad, seguramente lo que faltaría es tener esa inversión, ese apoyo que por ahí hoy no tenemos. Ojalá se le pueda dar a Guaraní esta temporada, ojalá Mitre se pueda mantener, que viene haciendo las cosas muy bien a hace un tiempo y esto no es casualidad. Es producto de ser ordenado, de invertir en el club y va a llegar un momento que se te va a terminar dando la circunstancia. El nivel de futbolista que tenemos nosotros en la provincia es increíble. A mí me tocó entrenar a muchos chicos como Facundo Jainikoski, Ezequiel Vidal González, que hoy están en distintos equipos de Buenos Aires. Son todos chicos muy talentosos, que si hay la inversión y si se pueda llegar a tener plazas fijas, tenemos material de sobra en la provincia como para poder tener equipos muy competitivos. ¿Le prestamos más atención a la tecnología que al juego y al jugador? El valor agregado de la tecnología es muy bueno, porque hoy tenés distintas alternativas que te dan una variante para tener precisión en cuanto a las cargas que puedas tener. Está bueno si está la posibilidad, pero el valor humano yo creo que es fundamental. Vos podés tener toda la tecnología que quieras tener, pero si a la hora de la conducción no sos creíble... Yo busco ser ejemplo, busco tener una credibilidad para el futbolista en cuanto a lo que uno exige, busco tener llegada al futbolista, que para mí pasa mucho por lo que es la conducción. Es importante el tema de cómo llegar, porque el futbolista constantemente se juega mucho, entonces tenés que saber en qué momento podés generar presión, en qué momento tenés que buscar descomprimir, en qué momento tenés un poco para distender, y forma parte de un montón de situaciones que se va generando. Al futbolista no se le escapa ni un detalle, el futbolista ve todo, mira todo, se da cuenta de absolutamente todo. Esa parte no va a pasar nunca y me parece a mí que el que el valor humano está por sobre todo. Después lo otro es un complemento que sirve un montón. ¿Y cómo te preparás con esa parte? En esto lo que se busca siempre es tener un punto medio. Sos muy exigente en determinados momentos, en otros momentos tenés que buscar la manera de ser más cercano al futbolista. Lo que tenés que buscar siempre es mediar para que también, a la hora de exigir, seguir teniendo siempre el respeto. El futbolista no deja de ser una persona y yo lo marco constantemente: tengo una admiración y una valoración muy alta por el futbolista. Por el futbolista de verdad, por el futbolista profesional, que se cuida, que realmente busca potenciar al grupo. Me toca, por supuesto, con el jugador argentino tener más llegada, pero también con el futbolista paraguayo. Al principio me costó sacarle la ficha, porque los argentinos somos como más dados. El jugador paraguayo es un poquito más reservado, es más respetuoso y le entrás por el convencimiento. Ellos también miran toda esa parte de ser humilde, de ser respetuoso y el detalle de ser creíble, que no es poco. ¿Qué se viene para vos? Todavía no he tomado la decisión de seguir en General Caballero. Ahora va a terminar la temporada y a partir de ahí veremos qué decisión voy a tomar. A mí me toca estar hace dos años trabajando en Paraguay, estoy sin la familia, entonces, también eso genera una cierta dificultad. Con el club tengo una relación increíble, soy muy agradecido, porque con el club pasa algo similar de lo que me pasó en Guaraní. A mí me pasó que arranco muy abajo y con trabajo pude demostrar en dónde podía estar. Perfil Nelson Kleiniving Preparador físico Polo tiene 42 años, estudió educación física en el Instituto Montoya y es licenciado en alto rendimiento deportivo. Fue preparador físico de Guaraní, Chacarita, Crucero, Guaraní de Fram y desembarcó en la máxima categoría con General Cabellero, con el que se consagró campeón de la Copa Paraguay.

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