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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/11/2025 02:39
El presidente de Brasil, Lula Da Silva, ofreció opciones para que la firma del acuerdo se concrete. El jefe de Estado argentino, Javier Milei, estaría dispuesto. La última vez que coincidieron fue en la Cumbre del Mercosur en Buenos Aires. (AP Foto/Natacha Pisarenko, Archivo) La firma de un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea lleva más de 20 años negociándose, pero podría restar menos de un mes para que se realice la rúbrica definitiva. De materializarse, se tratará de un acontecimiento histórico pero, paradójicamente, hasta estos días no estaba asegurado de que todos los mandatarios del bloque sudamericano estén al momento de la ceremonia. El principal promotor para que se produzca la firma antes de que finalice el año es el presidente de Brasil, Lula da Silva, que en principio tenía en mente que se hiciera el mismo día en el que se iba a celebrar la cumbre de jefes de Estado del Mercosur, bloque del cual es presidente pro tempore, en Foz de Iguazú. En caso de realizarse, iba a ser una foto triunfante que ni el argentino Javier Milei ni el paraguayo Santiago Peña estaban dispuestos a conceder, marcaron fuentes oficiales. Para distender el clima, Lula anunció un cambio de último momento: le propuso a sus socios regionales pasar la cumbre del Mercosur al 14 de enero y mantener el 20 de diciembre como la fecha de la firma del acuerdo con la Unión Europea, pero trasladando la locación a Brasilia. Los contactos fueron realizados desde hace algunos días de Itamaraty (la sede de la Cancillería brasileña) a Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Todavía no existe una respuesta formal del Gobierno, pero dos importantes fuentes de la Casa Rosada indicaron que Milei planea viajar a la firma del acuerdo por la Unión Europea. Una de ellas fue particularmente enfática: “Va a ir”. Los planes del mandatario para la nueva fecha de la cumbre del Mercosur no están diagramados. No se trata de una decisión definitiva, producto de que son asuntos que dialoga muy estrechamente con Peña, con quien ha abroquelado su principal alianza regional, a la cual seguramente se le sume el flamante presidente boliviano Rodrigo Paz, quien tiene más puntos tangenciales con Milei que con Lula. Los cuatro mandatarios del Mercosur y la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen Es por esta misma cuestión que más de un ladero del Presidente comienza a regodearse con la impronta que le darán al manejo del bloque regional. “Ahora somos tres (Milei, Paz y Peña) contra dos (Lula y Yamandú Orsi)”, dijo uno de ellos ayer por la tarde. Hasta ahora, las mayores trabas para viajar a la firma del acuerdo las está poniendo Paraguay, que sucederá a Brasil en la conducción del Mercosur. En Argentina hay quienes especulaban que el acuerdo se firmara en Asunción, pero es un escenario sin posibilidades. Es probable que Lula y Peña hayan encontrado puntos de acuerdo en los últimos días y que aquello influya a que haya asistencia completa para el 20 de diciembre. “Lo haré en Brasilia porque, posiblemente, tenemos un problema con Paraguay, que no puede participar. Fijemos la reunión del Mercosur para comienzos de enero y firmemos el 20 de diciembre”, dijo Lula a la prensa en Brasil. Todos los países que integran el Mercosur están de acuerdo con la firma del acuerdo: la demora proviene particularmente de la Unión Europea. Entre esos países que oponen resistencia están Irlanda y Polonia, pero quien encabeza esa posición es Francia. En todos los casos se pide que se garanticen condiciones para proteger en mejor medida a sus respectivos sectores agroindustriales, uno de los más favorecidos para los latinoamericanos. Pese a las quejas de los europeos, el documento final no va a cambiar en nada. “El acuerdo solo se puede firmar así. Ya tuvo rectificaciones de la Unión Europea y respectivas compensaciones del Mercosur”, indicó a Infobae una altísima fuente diplomática de la Argentina. Lo que sí se puede hacer es que la Unión Europea pueda aplicar salvaguardas para proteger sectores. En la Cumbre del G20 realizada el anterior fin de semana, el canciller francés, Jean-Noël Barrot, le pidió a su par argentino, Pablo Quirno, consensuar una cláusula en ese sentido. No se conoce si esto finalmente se producirá. En Argentina no se oponen siempre que no viole las cláusulas del documento final. “Siempre y cuando no alteren el texto del acuerdo y no lo contradigan, ellos están a disposición de hacer lo que gusten. Siempre vamos a tener sectores que se opongan”, esgrimió un funcionario libertario que ha estado en las conversaciones con la Unión Europea. Javier Milei considera a Santiago Peña como su principal aliado en la región. REUTERS/César Olmedo La fecha que eligió Lula para la firma del acuerdo no es casual. Unos días antes se reunirá el Consejo Europeo para tratar el acuerdo comercial. Será una segunda instancia de aprobaciones en ese continente luego de que el 3 de septiembre se consiguiera la rúbrica en la Comisión Europea. “Sabemos que pese a las oposiciones de algunos países, no vamos a tener problema en el Consejo. El gran desafío los tenemos en los parlamentos nacionales”, indicaron desde el Gobierno. Así es que esperan que una vez materializada esa autorización del Consejo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viaje a Brasil para participar de la ceremonia con los presidentes del Mercosur. En Johannesburgo, el mandatario brasileño habló con Von der Leyen, con el presidente de Francia, Emmanuel Macron; con el canciller de Alemania, Friedrich Merz; y con el titular del Consejo Europeo, António Costa. Fuentes diplomáticas opinaron que la posibilidad de que se avale el acuerdo comercial varía según el país. Son 27 los Estados miembros que componen a la Unión Europea. “Más del 90% de Europa necesita este acuerdo, pero sabemos que van a haber países donde se va a hacer uso del populismo”, agregó una fuente diplomática a Infobae. El acuerdo configurará una de las mayores alianzas comerciales a nivel mundial, con una población combinada cercana a los 780 millones de personas.
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