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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/11/2025 14:39
JORGE STRIPEIKIS - DIRECTOR DE ING. QUÍMICA DEL ITBA En una entrevista con Infobae en Vivo, Jorge Stripeikis, director de Ingeniería Química del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y responsable de la más reciente investigación sobre el arsénico en aguas argentinas explicó que aunque la presencia de este contaminante es un fenómeno natural derivado de la geología local, los niveles detectados en algunas zonas superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En diálogo con Infobae en Vivo, durante el programa de la mañana, que cuenta con la conducción de Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Ramón Indart y Cecilia Boufflet, el investigador profundizó sobre el informe del ITBA que reveló que en localidades de al menos siete provincias argentinas, incluida gran parte de la provincia de Buenos Aires y zonas del sur de Córdoba y Santa Fe, las concentraciones de arsénico en el agua exceden los 10 partes por billón (PPB) sugeridos por la OMS como límite seguro. En este marco, Stripeikis dejó en claro que si bien la exposición a arsénico es un desafío persistente en amplias regiones, hay factores científicos y planes de monitoreo que permiten “preocuparse ocupándose”, sin caer en alarmismos. Además, según la evidencia científica más reciente recabada por Stripeikis y su equipo con datos de Aysa, el arsénico presente de manera natural en la mayoría de los acuíferos argentinos es, en un 90%, de la variedad menos tóxica (arsénico cinco). Stripeikis sostuvo que, “mientras menos de 10 PPB es considerado seguro, entre 10 y 50 PPB ya amerita vigilancia y control constante. Por encima de los 50 PPB, no se debería consumir esa agua de manera directa bajo ninguna circunstancia”. El mapa interactivo del arsénico en Argentina elaborado por el ITBA permite a la población identificar zonas de riesgo y enviar muestras para análisis gratuito Otra buena noticia, explicó Stripeikis, consiste en que “no hay evidencia significativa de efectos adversos en la salud por consumo de agua con arsénico entre 10 y 50 PPB, aunque no por esto se debe relajar la vigilancia y el monitoreo”. Según explicaron en Infobae en Vivo, tanto Aysa como las principales distribuidoras de agua agrupadas en el país han emitido comunicados garantizando la seguridad del agua de red, incluso en zonas donde las napas presentan problemas de arsénico. Los riesgos para la salud La preocupación se incrementa en regiones donde la población accede al agua principalmente de pozos domiciliarios, una práctica generalizada en localidades apartadas o sectores que no cuentan con servicios públicos centralizados de distribución de agua. Stripeikis subrayó: “El verdadero riesgo se da ahí, en hogares que bombean agua directamente de las napas subterráneas, donde la medición y control suelen estar fuera del alcance de las normativas rígidas que sí aplican en los sistemas públicos”. El monitoreo periódico y la colaboración entre ciudadanos, científicos y organismos estatales son claves para prevenir riesgos por arsénico en el agua El especialista explicó que el hidroarsenicismo crónico regional endémico —conocido por sus siglas como HACRE— es la enfermedad directamente asociada a la ingestión sostenida de agua contaminada. “El hidroarsenicismo puede derivar en enfermedades crónicas severas, como cáncer de piel, pulmón y vejiga, además de diversas afecciones cutáneas y problemas respiratorios”, puntualizó. Stripeikis también se refirió al origen de este proceso químico: “La presencia de arsénico en las napas es consecuencia de procesos naturales que datan de la formación de la cordillera de los Andes. A través de las cenizas volcánicas y las sedimentaciones, el arsénico se fue infiltrando en el subsuelo argentino. En la actualidad, permanece allí en dos formas inorgánicas: arsénico tres y arsénico cinco. La buena noticia es que, según estudios de AYSA, el arsénico cinco —diez veces menos tóxico— predomina en proporción de 9 a 1 en el país respecto del arsénico tres”. Consultado sobre la diferencia en la calidad de agua para consumo humano entre ciudades del país, Stripeikis aclaró: “En lo que respecta al arsénico, el agua superficial generalmente está exenta del contaminante, porque se encuentra en ríos y lagos, fuentes que abastecen a la mayoría de los sistemas de agua potable centralizados como el de la Ciudad de Buenos Aires. El problema radica en el agua subterránea, a la que se accede a través de perforaciones particulares, muy común tanto en el interior como en barrios privados del conurbano”. Stripeikis enfatizó que la constancia en la composición química del agua de pozo es alta: “El nivel de arsénico suele mantenerse estable durante décadas, porque está presente desde antiguo en las napas. Sin embargo, puede haber diferencias en función de la profundidad: el acuífero pampeano, más superficial, es notablemente más afectado que el puelche, que es más profundo”. El informe del ITBA advierte sobre la presencia de arsénico en napas subterráneas, especialmente en zonas rurales y barrios sin acceso a agua de red Al abordar la problemática en extensas zonas rurales de la llanura bonaerense, Stripeikis relató: “Hay localidades completas, como las que se ubican a lo largo de la ruta cinco —Mercedes, Chivilcoy, Nueve de Julio, Carlos Casares, Bragado, Pehuajó, Trenque Lauquen— que han debido enfrentar históricamente crisis sanitarias por el arsénico. Algunas comunidades resolvieron el tema incorporando procesos de ósmosis inversa en las plantas de distribución, y otras mediante el traslado del agua potable de fuentes superficiales”. Soluciones tecnológicas y respuesta sanitaria De acuerdo al análisis presentado por Stripeikis en diálogo con Infobae en Vivo, existen “herramientas tecnológicas efectivas para la remoción del arsénico del agua, tanto a escala domiciliaria como en tratamientos centralizados”. Si bien los filtros domésticos comunes no logran eliminar los compuestos arsenicales, existen filtros específicos y técnicas como la ósmosis inversa, que pueden aplicarse previo al consumo. Sobre el avance de la red de agua potable en la Argentina, Stripeikis reconoció: “En las últimas décadas, hubo una expansión significativa del servicio centralizado en muchas localidades. Pero aún subsisten miles de pequeños pueblos y parajes donde el acceso depende de perforaciones individuales, muchas veces sin controles oficiales sistemáticos. Esto requiere campañas de concientización y políticas públicas sostenidas”. Stripeikis reconoció el rol de las distribuidoras agrupadas y de AYSA, que difundieron comunicaciones oficiales para calmar preocupaciones, y remarcó que el agua de red que distribuyen estas entidades cumple con los parámetros internacionales de calidad, por más que en algunas regiones la incidencia del arsénico en las napas sea alta. Investigadores del ITBA señalan que el consumo de agua de pozo sin controles oficiales expone a la población a riesgos sanitarios, incluyendo enfermedades crónicas asociadas al hidroarsenicismo (Imagen Ilustrativa Infobae) Respecto al cuestionamiento sobre la cantidad de cloro en el agua, el entrevistado agregó: “El agregado de cloro responde a la necesidad de garantizar la seguridad microbiológica, sobre todo cuando el agua proviene del Río de la Plata, que puede sufrir bajantes o aumentos en la carga bacteriológica”. Stripeikis enfatizó la necesidad de mantener la vigilancia epidemiológica y el monitoreo periódico en comunidades vulnerables: “Una vez detectado el nivel de arsénico en un pozo, lo ideal es hacer controles anuales. En el caso de cambios abruptos en el consumo o en la fisonomía del terreno, debe reforzarse la frecuencia de los análisis”, aconsejó. El director del instituto recalcó la importancia de la colaboración entre los ciudadanos, el sistema científico y los organismos estatales: “El ITBA ofrece su laboratorio para el análisis de muestras domiciliarias, y AYSA colabora no solo garantizando la seguridad de las redes sino también capacitando laboratorios nacionales para diferenciar las especies de arsénico, ya que la toxicidad varía enormemente”. Stripeikis celebró el aumento de muestras recibidas y la implicancia social del tema: “La información científica es la principal herramienta de prevención. El mapa es público, interactivo y está nutrido con datos de toda Argentina. Es fundamental que ante cualquier duda se extraiga y envíe una muestra, porque el monitoreo es el camino a la tranquilidad”. La entrevista completa sobre arsénico en el agua Infobae en Vivo acompaña cada día en YouTube con entrevistas, análisis y la información más relevante, en un formato accesible y dinámico. De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Ramón Indart y Cecilia Boufflet De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, Virginia Porcella y Federico Mayol. Actualidad, charlas y protagonistas, en vivo. Seguinos en nuestro canal de YouTube @infobae.
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