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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 23/11/2025 17:14
Con testimonios cargados de emoción y compromiso, las jugadoras del maxi básquet femenino de Juventud Unida relatan cómo el deporte se convirtió en un espacio de superación personal, unión familiar y orgullo institucional en Gualeguaychú. Domingo, 23 de Noviembre de 2025, 17:00 Redacción EL ARGENTINO Las protagonistas del equipo comparten su tiempo e historia en una disciplina que crece año tras año y que, más allá de los resultados, se sostiene en la pasión, la amistad y el esfuerzo colectivo. EL ARGENTINO dialogó con las jugadoras que compartieron sus experiencias y desafíos. El desafío de volver a jugar Laura, de 36 años, es la más nueva del equipo y desde hace apenas cuatro meses vive el reto de regresar a las canchas. “Recordar un deporte que jugué de chica, pero cuesta mucho retomar y llevar el ritmo adecuado para estar a la altura en un partido, es todo un desafío personal”, expresó. Madre de dos hijos que también practican básquet, aseguró que “lo disfrutamos mucho y nos une un montón”. Para ella, el Maxi Básquet es una oportunidad de reencontrarse con una pasión que parecía lejana y que hoy se transforma en un espacio compartido con su familia. Entrenamiento en el Club Juventud Unida Una familia que late con el básquet Zulma Odriozola, base del equipo y con más de una década en Juventud Unida, recordó: “Juego al básquet desde que empecé a caminar. A este equipo me uní en el año 2016”. La deportista destacó la fuerza de los lazos familiares: “Soy la menor de cinco hermanos, y en esta etapa el deporte nos dio la oportunidad de jugar juntas las cuatro hermanas”, afirmó a EL ARGENTINO. El básquet, para ella, es compartir la pasión con la familia. “El rol de mamá y esposa se vincula de manera natural con el deporte. Soy madre de dos hijos varones, además de comerciante y contadora. El deporte es parte fundamental en nuestras vidas: mi esposo es profesor de Educación Física y mis hijos practican taekwondo y atletismo. En verano, incluso compartimos la natación en el río como una actividad familiar que nos une y nos llena de energía”. Zulma también subrayó la importancia de contar con un espacio físico para entrenar y agradece al club por haber incorporado al Maxi Básquet como disciplina oficial: “Es muy reconfortante pertenecer y sentirnos dentro de la institución. Queremos agradecer al Club Juventud Unida que no solo nos brinda el espacio sino que nos considera disciplina del club”. El regreso con emoción Noemí, de 56 años, vivió un retorno cargado de sentimientos. “Jugaba al básquet de chica, pero lo dejé a los 14 años por una enfermedad. Pasaron muchos años sin poder practicarlo y recién en enero de 2024 volví a jugar, algo que sinceramente pensé que era imposible. Es un deporte que llevo en la sangre y en el corazón, siempre quise volver a jugarlo y hoy lo estoy viviendo con mucha emoción”. Para ella, el básquet es mucho más que una actividad física: “Es el momento que dedico para mí, tanto física como emocionalmente. Es mi cable a tierra”. Aunque reconoció que le cuesta recuperar el ritmo de sus compañeras, se esfuerza para estar a la altura. Madre de tres hijos y comerciante, aseguró que el equipo se transformó en una familia: “Ganar o perder, el mejor logro es la amistad entre nosotras, la familia que hemos construido”, mencionó a EL ARGENTINO. Noemí también destacó la conducción técnica de Elida “La Negra” Odriozola: “Es la mejor DT. En todos los años que no jugué, yo la seguía por las redes y podía ver sus viajes con el básquet, sus triunfos y, cuando no ganaban, igual festejaban. Eso me motivaba mucho”. Trayectoria y legado María Odriozola, de 57 años, comenzó a jugar a los 9 y tuvo una extensa trayectoria en primera división hasta los 31. Luego se incorporó al maxi básquet, donde actualmente compite en la categoría +55. Recordó con emoción su paso por la selección de Entre Ríos en 1986, cuando disputó un Argentino en Mendoza y vivió el festejo del campeonato mundial de fútbol. El maxi básquet le permitió recorrer el país y el mundo: participó en regionales y torneos argentinos, panamericanos y mundiales. Para ella, el básquet es una tradición familiar: sus tres hermanas también juegan y juntas integran el equipo de Juventud Unidad, siguiendo el legado de su abuela y transmitiéndolo a hijos y sobrinos. María destacó a EL ARGENTINO el esfuerzo colectivo que implica sostener la disciplina, ya que las jugadoras cubren viajes, camisetas y entrenamientos “a pulmón”. Aun así, valoraron los logros alcanzados. “El básquet me dio todo, soy una fanática y me encanta entrenar”, resumió con orgullo Odriozola. Las hermanas Odriozola, tres juegan y una es la DT La conducción técnica Elida “La Negra” Odriozola es la actual directora técnica del Maxi Básquet femenino en Juventud Unida y también conduce un grupo masculino que compite en torneos locales. Su vínculo con el deporte comenzó desde niña y nunca se detuvo: jugó en primera división, se formó como entrenadora y dirigió desde mini básquet hasta selecciones nacionales. Su experiencia incluye campeonatos panamericanos y mundiales, como el de Mar del Plata en 2023, además de participaciones internacionales en Chile, Costa Rica, Italia, Brasil, México y otros países. Bajo su conducción, los equipos lograron primeros puestos en competencias internacionales de clubes. Elida transmitió su pasión a sus hijos, también jugadores, y resalta que el maxi básquet es una oportunidad para que ex jugadoras mantengan viva la pasión por el deporte. Con entusiasmo, invitó a quienes aman el básquet a sumarse: “Es un hermoso deporte que nos une y nos permite seguir disfrutando de lo que tanto queremos”, concluyó la DT.
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