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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/11/2025 18:32
El brote de virus Marburgo en Etiopía genera alarma internacional por su alta letalidad y rápida propagación (foto: REUTERS) En las últimas horas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un nuevo alerta internacional por la confirmación oficial del brote de enfermedad por el virus Marburgo en Etiopía. Según informó la OMS, ya se detectaron seis casos confirmados —incluidas tres muertes— y tres probables adicionales, todos mortales, en la ciudad de Jinka, en la región sur del país. El laboratorio nacional de referencia identificó la presencia del virus, y hasta el momento se mantiene la vigilancia activa sobre 206 personas bajo seguimiento sanitario, aunque el número puede variar a medida que avanza la respuesta. Se trata del primer brote documentado de Marburgo en territorio etíope; la fuente de infección aún no se ha determinado, aunque se constató la presencia de murciélagos frugívoros, reservorio natural del virus, en la zona. La OMS calificó el riesgo para la salud pública como alto a nivel nacional, y señaló que el sistema de salud etíope está sometido a fuerte presión por el manejo simultáneo de otros brotes como cólera, sarampión y dengue. La OMS reportó seis casos confirmados —incluidas tres muertes— y tres casos probables adicionales en Jinka, sur de Etiopía. Asimismo, las autoridades sanitarias nacionales, en conjunto con la OMS y equipos internacionales, intensificaron rápidamente las labores de vigilancia, rastreo de casos y prevención en la zona afectada, donde la letalidad de la enfermedad puede alcanzar hasta el 88%, aunque desciende con atención médica precoz. Por su parte, el Ministerio de Salud de Etiopía, liderado por Mekdes Daba, declaró la emergencia sanitaria el viernes pasado, luego de analizar diecisiete casos sospechosos cerca de la frontera con Sudán del Sur, según lo reportado por The Associated Press. ¿Qué es el virus Marburgo? El virus de Marburgo es uno de los patógenos más temidos en África por su capacidad de causar brotes letales y su similitud con el ébola. Se origina en murciélagos frugívoros y su transmisión a humanos ocurre por contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas o con superficies contaminadas, como sábanas sucias. Esta facilidad de contagio y la falta de síntomas específicos en los primeros días incrementan el peligro durante una emergencia sanitaria. El Ministerio de Salud de Etiopía declaró emergencia sanitaria tras registrar tres muertes y diecisiete casos sospechosos de Marburgo (foto: REUTERS/Mike Hutchings/File Photo) La enfermedad por el virus de Marburgo se manifiesta inicialmente con fiebre alta, dolores musculares, diarrea intensa y vómitos. En casos graves, la infección avanza hasta provocar hemorragias severas que pueden causar la muerte. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de letalidad puede alcanzar niveles muy altos en función de los sistemas sanitarios y el manejo del brote local: “No existe actualmente una vacuna ni un tratamiento autorizado para combatir el virus, lo que incrementa el riesgo en caso de brotes”, advirtió la organización. Desde su descubrimiento, el virus se ha mostrado como una amenaza significativa para la salud pública, con episodios recurrentes en diferentes países africanos. Su presencia en murciélagos silvestres y su capacidad de seguir múltiples cadenas de transmisión humana han impedido erradicar el riesgo que representa para la región. El virus Marburgo, similar al ébola, se transmite por contacto con fluidos corporales y superficies contaminadas, dificultando su control (foto: Wikipedia) La respuesta de la comunidad internacional Tras la confirmación de las muertes, la ministra Mekdes Daba detalló, hace escasos días, que se aumentaron “las acciones de vigilancia y prevención” en todo el sur del país. Un equipo conjunto de la OMS y los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (Africa CDC) se había trasladado a la zona para colaborar en el diagnóstico y el control del brote, según informó The Associated Press. Ante esto, las autoridades activaron protocolos de aislamiento y rastreo de contactos, reforzando la vigilancia epidemiológica para impedir que surjan nuevos casos. La preocupación regional se intensificó con la emisión de una advertencia pública por parte del Ministerio de Salud de Sudán del Sur a los habitantes de los cuatro condados fronterizos. Las recomendaciones principales incluyen el “lavado frecuente de manos y la evitación del contacto con fluidos corporales” como medidas esenciales para frenar la transmisión del virus. La presencia de colonias de murciélagos en minas y cuevas se asocia al inicio de los brotes humanos de Marburgo. CREDIT Dr. Jonathan Towner, Centers for Disease Control and Prevention Jean Kaseya, director general de Africa CDC, enfatizó la gravedad de la situación debido a la “fragilidad del sistema de salud en Sudán del Sur”, lo que podría dificultar la contención de un eventual brote. “La situación es especialmente preocupante”, señaló a The Associated Press. Precedentes y desafíos sanitarios La repetición de brotes y casos aislados de Marburgo en el continente subraya la gravedad de este problema para la salud pública africana. La OMS ha registrado episodios del virus en países como Ruanda, Tanzania, Guinea Ecuatorial, Angola, Congo, Kenia, Sudáfrica, Uganda y Ghana. Estos antecedentes, sumados a la debilidad de los sistemas sanitarios en muchos de ellos, aumentan el riesgo de propagación y hacen especialmente complejo el control de emergencias como la actual. La letalidad del virus puede alcanzar hasta el 88%, pero disminuye con atención médica precoz y adecuada. NIAID La ausencia de tratamientos efectivos y la elevada mortalidad asociada al virus refuerzan la necesidad de medidas de contención inmediatas y la colaboración internacional. La OMS remarcó que la única vía para evitar más víctimas es la cooperación global y la vigilancia constante. De acuerdo con AP, “la realidad mantiene en vilo a las autoridades sanitarias africanas y a la comunidad global”. Mientras tanto, expertos y organismos internacionales insisten en la importancia de informar a la población, fortalecer los sistemas de salud locales y mantener la cooperación transfronteriza para evitar una propagación de grandes proporciones. Prevención, síntomas y atención de la enfermedad por el virus de Marburgo La enfermedad por el virus de Marburgo se reconoce por el inicio súbito y una rápida evolución clínica, afirma la OMS. El periodo de incubación oscila entre dos y veintiún días, tras los cuales el cuadro puede variar desde síntomas leves hasta una afectación multisistémica grave. Los signos y síntomas más comunes son: El personal médico de Etiopía realiza controles epidemiológicos tras la declaración de emergencia por Marburgo en la región de Omo. /OMS AFRICA Fiebre elevada de inicio brusco Cefalea intensa y malestar general Dolores musculares Diarrea líquida intensa Dolor abdominal, náuseas y vómitos Erupciones cutáneas no pruriginosas entre el segundo y séptimo día Manifestaciones hemorrágicas (sangrado por encías, nariz, vómitos o heces) Confusión, irritabilidad o cambios en el estado mental en fases avanzadas En los casos mortales, la evolución suele ser rápida, marcada por hemorragias y shock circulatorio que conducen al fallecimiento en el plazo de una semana desde el inicio de los síntomas. Autoridades sanitarias hacen hincapié en evitar la exposición a cuevas o minas habitadas por murciélagos para prevenir nuevos contagios. (AP Photo/Bob Child, File) El tratamiento se basa exclusivamente en la atención de apoyo: hidratación intravenosa, estabilización de los signos vitales y manejo sintomático. La intervención temprana y el soporte médico intensivo han demostrado mejorar la supervivencia en algunos brotes, aunque actualmente no existe una terapia específica ni vacunas autorizadas para el uso general. La prevención sigue siendo la principal estrategia para contener los brotes. Se recomienda evitar el acceso a cuevas o minas habitadas por murciélagos frugívoros y restringir el contacto físico con personas enfermas o fallecidas por la enfermedad. El uso de guantes y protección adecuada, tanto en el entorno doméstico como sanitario, resulta fundamental. Durante las ceremonias funerarias, solo personal capacitado debe manipular los cuerpos para impedir la transmisión. La identificación de casos y contactos, la cuarentena y el seguimiento riguroso durante veintiún días constituyen medidas esenciales para frenar la propagación. Por último, la participación comunitaria y la comunicación transparente son claves para el manejo efectivo de la emergencia, ya que permiten mejorar la detección temprana, reforzar la vigilancia y reducir el estigma asociado a la enfermedad.
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