21/11/2025 08:26
21/11/2025 08:26
21/11/2025 08:25
21/11/2025 08:25
21/11/2025 08:24
21/11/2025 08:24
21/11/2025 08:24
21/11/2025 08:23
21/11/2025 08:22
21/11/2025 08:22
Parana » AIM Digital
Fecha: 21/11/2025 07:52
El Espacio Legislativo del Agro consolidó un crecimiento inédito durante los últimos dos años y ya reúne a más de sesenta legisladores de todo el país. Fundación Barbechando informó a AIM cómo trabajaron, qué temas impulsaron y cuál será la agenda prioritaria para 2026. Un balance de expansión y construcción política El Espacio Legislativo del Agro atraviesa el cierre de un período marcado por la ampliación, el trabajo territorial y la instalación de la agenda productiva en el Congreso. Supo AIM que el crecimiento fue sostenido desde su primera reunión formal, en la que participaron apenas siete parlamentarios. A partir de allí, comenzó una seguidilla de pedidos para sumarse, consolidando lo que ya se reconoce como una bancada ruralista transversal. Hoy el espacio reúne a 62 diputados y senadores nacionales, pertenecientes a 18 provincias y a fuerzas políticas diversas. Un volumen que le permitió al agro recuperar presencia en el debate legislativo tras años de baja prioridad institucional. Cómo se trabajó: tres ejes estratégicos 1. Información técnica para el debate público Desde Fundación Barbechando, informaron a AIM que uno de los pilares fue la producción y circulación de información de calidad. A lo largo del año, se realizaron más de veinte jornadas sobre temas sensibles: derechos de exportación, fitosanitarios, hidrovía, logística, biocombustibles, Unión Europea–Mercosur, entre otros. El objetivo, explicaron, fue brindar evidencia y escenarios posibles, para que cada legislador contara con herramientas técnicas al momento de legislar. 2. Territorio: caminar el país para legislar mejor Otro eje fue la presencia en campo. Desde la organización informaron a AIM que realizaron ocho recorridas en distintas regiones productivas, vinculadas a temas que ya tienen tratamiento legislativo. Las visitas incluyeron agricultura de precisión, sistemas de riego, plantas frigoríficas y avícolas, biocombustibles y el puerto de Rosario. Bajo la premisa “no se puede defender lo que no se conoce”, estas experiencias apuntaron a fortalecer la comprensión de los procesos productivos y su impacto en las economías regionales. 3. Comunicación: instalar el agro en la agenda pública El mayor desafío, sostienen en Barbechando, está en la comunicación. En Brasil, recuerdan, el agronegocio logró convertirse en un elemento de consenso nacional. La meta del espacio argentino es similar: que los legisladores hablen del agro con solvencia y transversalidad, y lo defiendan en medios, redes sociales y espacios públicos. Constató AIM que muchos de estos legisladores no provienen del sector productivo, sino de ámbitos urbanos, pero se han convertido en voceros clave por comprender el rol del agro como motor del desarrollo federal. La agenda 2026: reformas y definiciones estratégicas Según pudo saber AIM, el próximo año estará marcado por tres grandes discusiones legislativas: 1. Presupuesto Nacional y reforma tributaria El sector espera señales que impulsen la inversión: baja de retenciones, devolución del saldo técnico de IVA, amortización acelerada, revaluación de hacienda, crédito fiscal para genética, fertilizantes y bienes de capital. 2. Reforma laboral El espacio considera clave que se contemple la Ley de Trabajo Agrario 26.727, ya que regula dinámicas propias que no están incluidas en la Ley de Contrato de Trabajo. 3. Continuidad de temas estructurales Hidrovía, incentivos a la inversión, biocombustibles, logística, aplicaciones de fitosanitarios y competitividad exportadora seguirán en agenda. Conclusiones: consensos y desafíos Desde la organización informaron a AIM que el mayor desafío para 2026 será unificar la voz del sector, algo que los propios legisladores ya lograron puertas adentro al sentarse en la misma mesa parlamentarios de fuerzas políticas diversas. Los ejes conceptuales para el próximo ciclo se resumen en dos ideas: Unificar la voz del agro en el Congreso y en el sector privado. Construir acuerdos básicos que permitan políticas de largo plazo para la agrobioindustria. El interrogante que queda planteado hacia adelante —según remarcan desde Fundación Barbechando— es si el sector será capaz de sostener estos consensos para impulsar una agenda común que fortalezca la competitividad del país.
Ver noticia original