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» Diario Cordoba
Fecha: 21/11/2025 00:42
El escritor Manuel Vilas (Barbastro, 1962) reflexionará este jueves en la Cátedra Alarcos sobre "La literatura y la vida" a las 19.30 horas en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo. Usted ha dicho que "la literatura es una representación inteligente, lúdica y expresiva de la vida". ¿Qué puede aportar respecto a otras artes? Todas las artes son defensas apasionadas de la vida. La literatura es una más, al lado de la música, o el cine, o la pintura. La literatura refleja la vida y nos motiva a vivir y nos ayuda a comprenderla. Buena parte de su obra se alimenta de su experiencia personal, ya sea en "Ordesa", "Alegría" o "Nosotros". ¿La literatura más honesta es autobiográfica, o es un medio para trascender la experiencia individual? Solo existen las buena o las malas novelas. Da igual si vienen de experiencias autobiográficas o de la fantasía más desbordada. Lo importante es emocionar al lector. El debate entre autoficción o imaginación no afecta a la literatura; solo la crítica literaria le da importancia a esto, pero los lectores no le dan ninguna relevancia. O te emociona una novela o no te emociona. La técnica que un escritor emplee da igual, lo importante es llegar al corazón del lector. Su narrativa suele mezclar el lirismo con el humor negro o la sátira política y social. ¿Cómo logra el equilibrio entre la profundidad emocional del duelo o la pérdida y el empleo de un tono irónico? No lo sé, narro lo que veo. Ni siquiera elijo los temas de mis libros. La vida lo decide todo. No tengo una visión reflexiva de mi obra. Usted es un reconocido poeta y novelista. ¿Qué le permite explorar la poesía que la novela no le facilita, y viceversa? La poesía no tiene lectores. Este es el problema más grande de la poesía. No tiene público. Y sin embargo, sin poesía la vida es pobre. Pero todo es literatura. Yo amo la poesía. Es mi amante. Pero mi esposa es la novela. Y con quien tengo hijos es con la novela. Sabemos de su devoción por la música (Lou Reed, por ejemplo). ¿De qué manera le influye ? Soy melómano. No sé vivir sin música. También soy cinéfilo. Escribo siempre con música. Cada novela la he escrito con un determinado tipo de música. Decía Nietzsche que la vida sin música sería un error. Estoy de acuerdo. Yo no podría vivir sin música. A mi madre le gustaba Julio Iglesias; a mí Lou Reed. Los dos necesitábamos canciones para vivir. En una ocasión mencionó que muchos escritores hablan de "dinero, de adelantos, de agentes literarios". ¿Cuál es el papel del mercado y del éxito comercial en la vida de un escritor actual? Un país desarrollado tiene que tener escritores profesionales. Un escritor es un señor o señora que trabaja muchas horas. Tiene que poder vivir de su trabajo. La literatura es creación, y eso es lo que nos mueve. Pero esa creación está destinada a los lectores, y eso significa que tiene que haber librerías y editores, tiene que haber una industria. No tengo una visión romántica del escritor. Es un trabajador más. Sin embargo, celebro la existencia de Proust o de Kafka, que nunca fueron escritores profesionales. La literatura es un agujero negro, donde caben muchas cosas. Hablemos de los clásicos y la mortalidad. Si la vida de nuestros clásicos fue "siempre peor que la nuestra", ¿la literatura sirve, paradójicamente, como celebración de la vida que ellos no tuvieron? Sí, creo que la literatura es una cadena en el tiempo. Escribimos porque escribieron. Y después de nosotros seguirán escribiendo. La literatura es una gran familia histórica. Una familia que celebra el misterio de la vida. Con "Ordesa" ha logrado una gran atención internacional... "Ordesa" ha tenido y tiene una vida internacional que me asombra. Yo solo busco acercarme a la verdad en mis libros. También busco eso en los libros que leo. Creo que sí, que la universalidad nace de la particularidad extrema. Estuve hace poco en China, y muchos lectores me preguntaban por cómo era mi pueblo, del que hablo en "Ordesa". Me preguntaban por Barbastro en Pekín. Al escribir libros a una edad más madura, usted ha comentado que persigue alejarse de la "hipocresía". ¿Cómo ha evolucionado su visión de la vida, y por tanto de la literatura, con el paso de los años? Sigo siendo un vitalista y concibo la literatura como pasión y energía. Para mí la literatura tiene que ser siempre salvaje y dulce al mismo tiempo. La literatura es amor a la vida, es fuego. Por eso la literatura puede ser cualquier cosa menos un ejercicio de hipocresía o un enmascaramiento del barro de la vida. Si la literatura es una representación de la "pulsión y la pasión vital", ¿qué pulsión vital central que está explorando en sus obras más recientes como "Nosotros" o "El mejor libro del mundo"? Esa pulsión vital es el amor y el tiempo, los dos grandes fantasmas de la literatura, que se actualizan en cada novela que se escribe hoy. El amor y el tiempo; o el amor y la muerte, allí estamos siempre. Pero el amor y la muerte necesitan constantemente nuevos escenarios y nuevas interpretaciones. El amor y la muerte son dos fantasmas infinitos. Usted fue finalista del premio "Planeta" que ganó Javier Cercas. Una edición muy literaria. ¿Le sorprende la polémica de este año contra Juan del Val, cuyo perfil es muy distinto y distante? No he leído la novela de Juan del Val, pero el premio "Planeta" lo da una empresa privada y puede hacer lo que quiera. Más problema veo yo en los premios que da el estado español, que esos sí los pagamos con nuestros impuestos y apestan a intereses políticos.
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