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Parana » AIM Digital
Fecha: 19/11/2025 20:30
El río Paraná es un centro de vida con 4800 kilómetros de extensión y millones de kilómetros cuadrados de cuenca, no sólo es una vía navegable. Un río que tiene vida, es más que extracción de recursos. La Cuenca Sudamericana es uno de los mayores sistemas navegables, y constituye la identidad regional por cohesión histórica, humana y económica de los países que la conforman Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Por César Baudino* La denominada “Hidrovía” atenta contra la historia, y desconoce cultura, identidad, entorno, su gente y por lo tanto lo vuelve susceptible de ser apropiado. La Cuenca del Plata tiene un carácter geoestratégico codiciado por europeos, chinos y estadounidenses. Todo indica que el control del cuerpo de ingenieros yankee tendrá gran incidencia en este presente habilitado por el gobierno derechista de Milei y cia., que está enhebrado a la continuidad de la entrega privatizadora de las vías fluviales a los intereses multinacionales oligopólicos. El poder exportador del agrobusiness reside particularmente en los sectores oleaginosos y cerealeros que representan los dos rubros más significativos del comercio exterior en la Argentina. El proyecto de recolonización al que asistimos de parte de la hegemonía presente no es para nada novedoso, por el contrario, es la lógica de las clases dominantes durante gran parte de nuestra historia César Baudino. El proyecto de recolonización al que asistimos de parte de la hegemonía presente no es para nada novedoso, por el contrario, es la lógica de las clases dominantes durante gran parte de nuestra historia, con algunas excepciones de carácter más nacional en algunos momentos, de los pasados siglos XIX y XX. A esta altura recordar el 20 de noviembre de 1845, como “Día de la Soberanía” es irrisorio y ridículo teniendo en cuenta que ese día no laborable es para honrar a aquellos patriotas de la Vuelta de Obligado que instalaron cadenas en el Río Paraná para impedir el paso de la flota Anglo-francesa que querían imponer el librecambismo.La Batalla de Quebracho (Batalla de Punta Quebracho o Batalla de la Angostura del Quebracho) contra la armada anglo-francesa, ocurrió el 4 de junio de 1846, unos ocho meses después de la Batalla de la Vuelta de Obligado (20 de noviembre de 1845). El lugar se encuentra en las cercanías de la actual localidad de Puerto General San Martín, a 35 km al norte de la actual Rosario, en la provincia de Santa Fe.El Río Emancipador, el Paraná: De regreso desde Corrientes la Escuadra Anglo Francesa fue atacada en Punta Quebracho, el 4 de Junio, de 1846, “llamada también la Segunda Batalla de San Lorenzo” como “símbolo de hostigamiento y coronación de la Vuelta de Obligado en defensa de la Soberanía Nacional”. (Fermín Chávez).La historia: El 4 de junio de 1846 las tropas de la Confederación Argentina a cargo de Lucio V. Mansilla derrotaron en una batalla que duró más de tres horas a la Escuadra Anglo francesa que en noviembre del año anterior, había vencido en la Vuelta de Obligado, en la actual localidad de San Pedro.Las tropas resguardadas por las barrancas, al mando del General Lucio Mansilla esperaban el paso del enemigo con 17 cañones, 600 infantes, 150 carabineros y algunos patricios. Además, instalaron dos baterías y algunas fuerzas de infantería al mando de Thorne, mientras en el otro extremo, sobre terreno entrerriano, se ubicó el batallón Santa Coloma.Cuando los buques de guerra estuvieron a tiro, un grito de ¡Viva la Patria!, convocó a la lucha. "Viva la soberana independencia argentina", fue la voz del general Mansilla, y el fuego comenzó. Los soldados y los cañones patrios estaban resguardados para la artillería enemiga por la altura en la que estaban emplazados. El caos se apoderó de las embarcaciones anglo francesas, quienes apresurados por huir, sufrieron el duro fuego criollo.Dos mercantes hundidos, cuatro incendiados para no caer en manos argentinas y los vapores de guerra Harpy y Gorgon resultaron seriamente dañados. El capitán inglés Hotham informó sobre las bajas del Quebracho: “Los buques han sufrido mucho. Escapar con la mayor velocidad posible fue el único objetivo”.“La armada invasora sobreviviente, logró alcanzar el puerto de Montevideo, pero en vista de los acontecimientos, los dos países más importantes del mundo de aquella época decidieron no intentar más una segunda expedición”. (José María Rosa).Sobre esas bases los aliados europeos enviaron sucesivas misiones conciliatorias. En 1846 Hood-Deffaudis, en 1847 Howden-Waleski y en 1848 Gore-Gros, las que fracasaron en su cometido. Finalmente, los británicos decidieron negociar por separado y luego de levantar el bloqueo a Buenos Aires y de difíciles conversaciones, su enviado Southern firmó con el ministro argentino Arana en 1849 el tratado de paz.Al año siguiente, 1850, el francés Le Prédour y el ministro Arana lograron un acuerdo similar al suscripto con Inglaterra. El tratado satisfacía plenamente la posición argentina. Estableció que “se devolvía a la escuadra argentina la isla Martín García, la flota invasora saludaría al pabellón nacional como desagravio, con 21 disparos de cañón y se reconocía que la navegación de los ríos interiores era exclusivamente argentina”. Nuestra diplomacia obtuvo un definitivo y brillante triunfo que fue altamente valorado por todas las naciones del mundo”. (Fermín Chávez – José M. Rosa).El contrasentido de esta heroica Batalla de Punta Quebracho el 4 de Junio de 1846 es que en el mismísimo lugar del triunfo patriota hoy opera la multinacional cerealera Cargill., profesor de historia. Dirigente social y ex secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos.
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