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  • Reforma laboral: qué es y cómo funciona la tarjeta comedor para trabajadores

    Parana » Entreriosya

    Fecha: 19/11/2025 13:23

    El proyecto de la nueva reforma laboral abrió el debate sobre la vuelta de los luncheon tickets como beneficio social no remunerativo, sin costo de cargas sociales, para facilitar el almuerzo del empleado. En este marco, empresas internacionales ya se preparan para desembarcar en Argentina con propuestas como la “tarjeta comedor”, que ya implementan países europeos y de la región. Qué es la “tarjeta comedor” electrónica En el mundo, la tarjeta almuerzo o comedor, una herramienta simple, segura y electrónica, empieza a destacarse en la discusión sobre cómo modernizar el mundo del trabajo sin afectar salarios ni competitividad de compañías, que en Argentina vendría a reemplazar los tickets canasta o luncheon tickets que existieron en épocas pasadas. Se diferencia entre la nueva propuesta y los luncheon tickets de los 90 en que son tarjetas como las bancarias de débito o crédito. La tarjeta comedor electrónica, segura y trazable, permite a cada empleado, sin importar su nivel salarial, acceder a una comida durante la jornada laboral. Este beneficio, que no se computaría para el cálculo de aportes previsionales, aguinaldo ni indemnizaciones, es ampliamente extendido en el mundo, muy valorado por trabajadores, empresas y comercios. Presente en más de 45 países, en los lugares donde la tarjeta comedor está consolidada —como Brasil, Uruguay, México, Francia o Bélgica— más del 90% de los trabajadores la valora positivamente, y las empresas destacan mejoras en productividad, retención y bienestar, aseguran desde la firma Edenred, emisora de este tipo de plásticos. La tarjeta comedor es un beneficio social moderno que opera con la misma tecnología de seguridad que las tarjetas bancarias. Cada transacción queda registrada, solo se valida en comercios habilitados y no puede canjearse por dinero ni acumularse, lo que garantiza que el aporte cumpla su propósito original: cubrir el costo de un almuerzo en días laborales. Beneficio social Un aspecto técnico clave para garantizar la equidad del sistema es la forma en que se define el beneficio. A partir de su extensa experiencia global, Edenred advierte que lo más adecuado es establecer un monto fijo —o un tope máximo diario— en lugar de un porcentaje del salario. “El almuerzo vale lo mismo para todos: si el aporte se calcula como porcentaje, los trabajadores con sueldos más altos reciben más beneficio que quienes más lo necesitan. El monto fijo nos pone en pie de igualdad”, recalca Bárbara Granatelli, consejera en Asuntos Institucionales de Edenred. A la vez que promueve el bienestar, la tarjeta comedor incentiva la formalidad laboral y comercial: sólo las empresas registradas pueden otorgarla y sólo los comercios que facturan pueden cobrarla. Cada operación queda documentada, lo que protege a compañías y Estado, creando un circuito virtuoso de consumo formal y actividad económica real. Estándares internacionales la rigen “La transparencia es el corazón del sistema: cada transacción es digital, auditable y realizada en comercios gastronómicos habilitados. Así se evita cualquier uso indebido”, destaca la consejera en Asuntos Institucionales de Edenred sobre un beneficio cuyo propio diseño hace prácticamente imposible el uso indebido o la distorsión del beneficio. El sistema opera bajo estándares internacionales de protección de datos, equivalentes a los del sector bancario, y sigue lineamientos de organismos como la OCDE, que promueven marcos laborales estables, auditorías claras y previsibilidad Además, cada almuerzo se convierte en demanda directa para el sector gastronómico, que a su vez activa a proveedores, distribuidores y productores. Toda esa actividad se registra y tributa, generando más ventas, más empleo y una base contributiva más amplia. Así, además de mejorar el bienestar individual, la tarjeta dinamiza toda la cadena productiva, fortalece la competencia en condiciones formales y expande la actividad económica real. Favorece al trabajo remoto “Es una herramienta que mejora la vida del trabajador y fortalece la economía formal. No reemplaza el sueldo ni forma parte de él: lo protege”, precisa Granatelli. Uno de los puntos más destacados de la tarjeta comedor es su capacidad para democratizar el acceso al bienestar laboral. La herramienta permite que una Pyme —sin infraestructura, sin comedor en situ— ofrezca el mismo estándar de calidad que una gran empresa, y que también accedan al beneficio aquellos trabajadores que no prestan servicio en un lugar fijo -móviles, de calle, remotos-, que hoy suelen quedar excluidos. “Los empleados con mejores condiciones son quienes acceden hoy al comedor de la empresa. Este sistema corrige esa inequidad”, señala Granatelli. En un contexto de redefiniciones laborales en Argentina, la tarjeta comedor se presenta como un beneficio no remunerativo y trazable que reúne -en una misma solución- bienestar para los trabajadores, competitividad para las empresas, mayor formalidad para el Estado y crecimiento para los países.

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