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» Misionesparatodos
Fecha: 19/11/2025 11:30
Fortalece la posición de la industria molinera y fraccionadora en el mercado. El Estado nacional renunció a la facultad de fijar el precio de la materia prima que se le debe pagar a los productores. El Gobierno le quitó al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) la facultad de fijar el precio de la materia prima que se les paga a los productores. Quitar al INYM de su función de mediar entre los productores e industriales en la cadena de valor de la yerba, en nombre de la desregulación y el libre comercio, en realidad solo facilita las cosas para que la industria molinera y fraccionadora imponga sus precios al productor. Algo que en la práctica ya venía ocurriendo desde la sanción del Decreto 70/2023 pero ahora toma más fuerza. El INYM es un organismo público–no estatal creado por ley en 2002 con el propósito de regular, promover y desarrollar toda la cadena yerbatera en Argentina, desde la producción en la chacra hasta la comercialización del producto final. A diferencia de otras entidades del agro, el INYM tiene una estructura mixta: lo integran representantes del Estado nacional, de las provincias productoras (Misiones y Corrientes) y de todos los eslabones productivos (productores, secaderos, molinos, cooperativas y trabajadores). Ese directorio del INYM, con representación de todos los sectores de la cadena yerbatera, debía intentar acordar de manera unánime el precio mínimo de la hoja verde y la yerba mate canchada (sin elaborar) dos veces al año (para cada semestre). Si no se lograba un acuerdo, aquellos debían ser definidos por un laudo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, es decir, por el Gobierno nacional. Pero desde la firma del Decreto 70/2023 el Gobierno se corrió de su rol de intermediario y dejó al productor desamparado en la negociación con el eslabón más concentrado de la cadena. Según recopiló Página 12existen un total de 12.000 pequeños productores de yerba mate canchada que deben lidiar con otros actores mucho más concentrados en la cadena: los secadores son aproximadamente unos 230 unidades, mientras la industria molinera y fraccionadora son apenas 105 empresas, de las cuales las 10 primeras concentran el 73 por ciento de las ventas. Una estructura así impide que funcione la “libre” competencia, más bien son unos pocos industriales que imponen los precios mínimos al productor. Con el Decreto N° 812/2025 publicado este martes, el Gobierno dispuso que el INYM no podrá intervenir en precios ni en decisiones que alteren la “libre” oferta y demanda de yerba, modificando el Decreto reglamentario que desde 2002 regula las funciones y atribuciones del organismo. La Secretaría de Agricultura informó en un comunicado que “la nueva regulación busca que el INYM focalice sus actividades en las verificaciones de calidad, impidiendo su intromisión en un mercado competitivo” –según su criterio-. El organismo mantendrá su rol en la promoción y el control de calidad de los procesos relacionados con la yerba mate. Pero no podrá dictar normas o establecer intervenciones que provoquen distorsiones en los precios de mercado, generen barreras de entrada, impidan la libre iniciativa privada y/o interfieran en la libre interacción de la oferta y la demanda en la producción y comercialización de la yerba mate y derivados. El Gobierno también instruyó al INYM a relevar y adecuar toda normativa dictada por el Instituto que contradiga lo establecido en la nueva norma. Un proceso que deberá completarse en un plazo máximo de 30 días desde la entrada en vigencia del Decreto 812. De esta manera se disuelve, también en el plano legal, la función central que históricamente cumplió el INYM de intermediar, y proteger, a los productores de las conductas abusivas de quienes detentan un poder concentrado en la cadena de valor yerbatera. Además, esto ocurre en un contexto donde los productores enfrentan una suba en sus costos, dado el incremento que sufren los combustibles, lo cual presiona sus márgenes de rentabilidad, mientras la industria molinera achica costos pagando un precio cada vez más bajo al productor. Son 10 las marcas que se llevan más del 70 por ciento del mercado interno: Taragüí (producida por Las Marías), Playadito (Cooperativa Liebig), Amanda (La Cachuera), Rosamonte (Hreñuk), Cbsé (Establecimiento Santa Ana), Cruz Malta (Molinos Río de La Plata), Aguantadora (Cooperativa Montecarlo), Andresito (Cooperativa Andresito), La Tranquera (Llorente) y Piporé (Productores de Yerba Mate de Santo Pipó). Según un reciente informe del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, desde el inicio del proceso de desregulación en el sector en diciembre de 2023, el precio real de la yerba mate cayó 44,3 por ciento, mientras que el valor nominal se mantiene estable desde julio de 2024. Por Mara Pedrazzoli-Página/12
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