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Concordia » Hora Digital
Fecha: 19/11/2025 13:13
El sistema de salud argentino reportó 36.917 casos de sífilis en 2024 y 36.702 en las primeras 44 semanas de 2025, marcando un aumento sostenido y preocupante. El último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) informó que Argentina registró un récord histórico de casos de sífilis, con 36.917 contagios notificados en 2024 y 36.702 en las primeras 44 semanas de 2025. Este incremento representa un aumento del 38,5% respecto a 2022, confirmando una tendencia ascendente que genera preocupación entre las autoridades sanitarias y especialistas en salud pública. Desde 2011, el país ha experimentado un crecimiento sostenido en las notificaciones de sífilis, con una aceleración notable a partir de 2015. Entre 2015 y 2019, los casos se triplicaron, aunque la pandemia de COVID-19 provocó una reducción temporal en los registros durante 2020 y 2021. Sin embargo, la tendencia al alza se reanudó en 2022, y en 2023 los casos superaron por primera vez los 30.000 anuales, alcanzando en 2024 el máximo histórico. La tasa nacional de notificación pasó de 56,1 casos por cada 100.000 habitantes en 2019 a 93 en 2024, lo que implica un aumento del 65,8% en ese período. Los datos preliminares de 2025 anticipan otro incremento del 20,5% en comparación con el mismo lapso del año anterior, lo que podría establecer un nuevo récord. El perfil epidemiológico indica que la mayor carga de contagios afecta a personas jóvenes, especialmente aquellas entre 15 y 39 años, que representaron el 76% de los casos notificados en 2025. El grupo de 20 a 24 años mostró la tasa más alta, con 228,2 casos por cada 100.000 habitantes, seguido por el de 25 a 29 años. En estos grupos, las mujeres presentan tasas significativamente superiores a las de los hombres. A partir de los 35 años, la incidencia disminuye, aunque entre adultos mayores la tasa en hombres supera a la femenina. Esta distribución sugiere una mayor exposición o detección en mujeres jóvenes y un cambio de tendencia en edades avanzadas. En cuanto a la distribución geográfica, el aumento de casos afecta a todas las regiones del país, con variaciones en la magnitud. En 2024, la región Centro notificó 22.643 casos, equivalentes al 61,3% del total nacional, con Córdoba a la cabeza y una tasa de 220,3, la más alta del país. La región Sur presentó la tasa regional más elevada, con 122,3 casos por cada 100.000 habitantes, destacándose Neuquén, Tierra del Fuego y La Pampa por sus incrementos importantes. Las regiones de Cuyo, NEA y NOA también reportaron aumentos sostenidos, con San Luis, Chaco, Formosa, Jujuy y Catamarca entre las jurisdicciones más afectadas. El BEN subrayó que el patrón ascendente está presente en todo el territorio nacional, aunque con diferencias regionales. El aumento de la sífilis en Argentina se atribuye a varios factores. El BEN señaló la alta transmisibilidad en las fases iniciales de la infección, la falta de prevención adecuada y el acceso desigual a métodos diagnósticos y tratamientos oportunos como elementos que favorecen la expansión. La pandemia de COVID-19 impactó en la notificación, pero la tendencia creciente se consolidó luego de 2022. Además, la incorporación de más prestadores al sistema de vigilancia y la mejora en la detección pueden haber incrementado las notificaciones. La recurrencia de reinfecciones constituye un desafío importante: una encuesta de AHF Argentina en Buenos Aires y Rosario, publicada por Infobae, reveló que el 28% de los casos en varones correspondía a reinfecciones. El doctor Miguel Pedrola, director científico de AHF para América Latina y el Caribe, explicó que “la persona que tuvo sífilis no queda inmune y por esto puede reinfectarse”, y destacó la importancia de facilitar el acceso al diagnóstico. Las consecuencias clínicas de la sífilis pueden ser graves si la infección no se detecta y trata a tiempo. Según información de Mayo Clinic, la enfermedad puede comenzar con una llaga indolora en genitales, recto o boca y avanzar a lesiones cutáneas, fiebre, dolor de cabeza e inflamación de ganglios linfáticos en la etapa secundaria. Sin tratamiento, puede afectar el sistema nervioso, corazón, huesos y otros órganos, incluso causando la muerte. El BEN indicó que la sífilis es una de las principales causas prevenibles de desenlaces adversos en el embarazo, lo que refuerza su importancia como problema de salud pública. Frente a esta situación, el Ministerio de Salud de la Nación reforzó la respuesta sanitaria con diversas acciones. Según el BEN, se realiza un análisis periódico de las notificaciones, se elaboran guías y algoritmos de diagnóstico y, en mayo de 2025, se actualizaron los protocolos para el control de infecciones perinatales. También se distribuyen insumos para pruebas rápidas y penicilina benzatínica a las provincias, priorizando aquellas con mayor carga de enfermedad. Se capacita al personal del primer nivel de atención en el uso de pruebas rápidas, que permiten obtener resultados en pocos minutos y facilitan la detección oportuna. Además, se impulsan proyectos conjuntos con municipios para mejorar la comunicación con los pacientes y favorecer la adherencia al tratamiento. La colaboración entre organizaciones de la sociedad civil y el Estado es clave en la lucha contra la sífilis y otras infecciones de transmisión sexual. Este mes, AHF Argentina y Fundación Huésped firmaron un convenio para fortalecer acciones en salud sexual integral, prevención y acceso al diagnóstico y tratamiento. El acuerdo incluye la creación de comisiones técnicas, el desarrollo de estudios conjuntos y campañas comunitarias, con especial foco en sectores vulnerables. Según informó este medio, el objetivo es avanzar hacia la meta de poner fin al sida para 2030 y mejorar la atención integral de las personas. En materia de prevención y diagnóstico, los especialistas insisten en la necesidad de realizar chequeos periódicos y promover conversaciones abiertas sobre salud sexual. El doctor Pedrola advirtió a Infobae que “el gran problema que hay con respecto a la sífilis es que muchas veces no se ven los primeros síntomas. Si no se incorpora el hábito de realizarse testeos con frecuencia, no vamos a llegar al diagnóstico ni a frenar el avance de la infección y transmisión”. También destacó la importancia de facilitar el acceso a pruebas gratuitas, promover el testeo regular, el uso del preservativo y crear espacios de salud amigables. El tratamiento de elección sigue siendo la penicilina, cuya dosis varía según la gravedad de la infección. Detener el avance de la sífilis en Argentina requiere una respuesta integral que combine responsabilidad individual y políticas públicas activas. La experiencia reciente demuestra que la prevención, el acceso a insumos, la información y la atención accesible son elementos esenciales para enfrentar esta epidemia y proteger la salud de la población.
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