Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Muñoz: “Estamos tan pobres que no podemos pedir por nuestros derechos”

    Parana » AIM Digital

    Fecha: 18/11/2025 23:12

    El trabajo en casas particulares fue históricamente invisibilizado y la falta de inscripción en el sistema tributario profundiza las dificultades y deja expuestas a las trabajadoras. “Estos no son tiempos donde se puedan llegar a lograr derechos, sino que estamos pendientes de cuáles perdemos”, dijo a AIM la secretaria gremial del Sindicato de Empleadas de Casas de Familia de Entre Ríos (Secfer), Irina Muñoz. Las tareas de cuidado aún no son entendidas como trabajo, las trabajadoras que no están registradas están en desventaja a la hora de acceder al sistema de salud, no tienen seguro de riesgo del trabajo y, fundamentalmente, no se pueden jubilar. “Estos tiempos se han tornado muy difíciles, con algunos problemas que veníamos ya arrastrando. Tuvimos una paritaria vergonzosa, en donde no se logró obtener la suba de sueldo necesaria, está muy lejos de las necesidades para poder vivir. Estamos hablando de un aumento en noviembre del 1,4 por ciento y 1,3 por ciento en diciembre. A eso se le sumó un bono para noviembre, diciembre y enero. El Estado dice que hay una inflación de 2,5 por ciento entonces las paritarias no pueden elevarse”, dijo Muñoz a esta Agencia. En relación al bono, indicó que será: “Para aquella que trabaje más de 16 horas semanales será de 14 mil pesos; y aquellas que trabajan de 12 a 16 horas semanales de nueve mil pesos”. Muñoz analizó que la Comisión Nacional de las trabajadoras “se abre para luchar para otros temas como el viático, la licencia de cuidados. ¿Qué hago si tengo que cuidar a mi mamá, a mi hijo internado? Se han paralizado los diálogos, la ley que salió en el 2013 se está quedando en el tiempo junto con estas pérdidas de salario”. “Ahora nos desayunamos con la reforma laboral que también nos tiene, como a todos los trabajadores, en alerta. No olvidemos que, ni bien asume el Gobierno, nos quita el artículo 50 que era de doble indemnización”. Explicó Muñoz que muchas de las trabajadoras, “renuncian a tener obra social y estar registradas para poder atenderse en el hospital y obtener la medicación que necesitan. Las compañeras, desgraciadamente, van retrocediendo en los derechos”. “Estamos tan pobres que no podemos pedir por nuestros derechos. La preocupación por la jubilación sigue siendo una bandera pendiente, más con las moratorias que no son como las de antes. ¿Qué va a pasar con nosotras cuando lleguemos a viejas?, esa preocupación nos atraviesa como mujeres”, manifestó Muñoz. “Las compañeras toda la vida estuvimos cuidando. Hoy la pregunta es, ¿quién cuida a los que cuidan?, si nosotras no tenemos garantizado un sueldo. Mi hora de trabajo sale tres mil pesos, hablamos de informalidad, de salarios bajos y no poder tener un Estado que dialogue para mejorar la situación, la forma de trabajo. Hace muchos años pedimos la licencia por cuidados de nuestros hijos y padres”. Argentina tuvo hitos importantes en materia de políticas públicas para el sector. La deducción de ganancias en 2005 logró que se registrara a muchas trabajadoras, sobre todo en la clase más alta. Cuando se lanzó la ley en 2013 hubo mucha concientización y debate público, lo que trajo aparejado una gran cantidad de registraciones. A pesar de ellos, y con la llegada del gobierno de Mieli, “seguimos siendo las grandes discriminadas a la hora de mirar cuántos derechos nos hacen falta. Estos tampoco son tiempos donde se puedan llegar a lograr derechos, sino que estamos pendientes de cuáles perdemos”, enfatizó Muñoz. “Las preocupaciones son muchas para un grupo inmenso de mujeres de los sectores populares: ¿cómo hago hoy para comer, vestirme, calzarme, pagar el alquiler? Esa es la lucha que estamos teniendo”. Junto a la Coordinadora Internacional “estamos organizando el tema de la jubilación porque es preocupante para todo el colectivo de trabajadoras del hogar. Nuestros cuerpos rotos de trabajar, de tanto ir y venir, no están para trabajar después de los 60 años”. “Ojalá podamos revertir esta situación en cuanto a qué clase de vida como trabajadoras y mujeres deseamos para nosotros y nuestros hijos”, concluyó. En 2013 se sancionó la ley 26.844 que estableció un piso de derechos y obligaciones para las trabajadoras de casas particulares y sus empleadores: desde vacaciones pagas y aguinaldo hasta días por enfermedad y seguro de riesgo. Esta ley fue el punto de partida para comenzar a discutir más derechos y un gran hito para la economía de los cuidados. Sin embargo, desde que asumió Javier Milei más de la mitad de las políticas de cuidado fueron desmanteladas, perjudicando especialmente a este sector, que hoy representa el mayor porcentaje de trabajo informal en las mujeres. El sindicato está compuesto por mujeres, todas trabajadoras de casas particulares, que asesoran y reciben a muchas compañeras para informarlas sobre sus derechos. Esta tarea la hacen ad-honorem y sostienen el espacio con su propia inversión. Están al cuidado de quienes cuidan.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por