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» Elterritorio
Fecha: 18/11/2025 15:24
En el marco de la celebración de los cinco años de la Declaración de las UNESCO del Chamamé como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, se realizó en el Museo Regional Aníbal Cambas de Posadas el conversatorio "Memorias del Chaco Chamamecero – Los años 80 y la nueva canción urbana y chamamecera". martes 18 de noviembre de 2025 | 2:00hs. En el marco de la celebración de los cinco años de la Declaración de las UNESCO del Chamamé como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, se realizó en el Museo Regional Aníbal Cambas de Posadas el conversatorio "Memorias del Chaco Chamamecero – Los años 80 y la nueva canción urbana y chamamecera". Fue organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, con el apoyo de la Secretaría de Estado de Cultura del Gobierno de Misiones. La jornada de exposiciones que se realió el sábado en el Museo Regional Aníbal Cambas sintetizó la rica historia, la evolución artística y la trascendencia regional del chamamé del Chaco. Fue un espacio en el que se conjugó la mirada de tres países en la región de las Misiones Guaraníes, desde la impronta que tiene el ritmo como componente social en la provincia argentina. Así, el intercambio cultural, reconocer las profundas raíces del género, su identidad y tradición permite enriquecer el debate sobre la identidad de los pueblos y su historia sociocultural. El panel estuvo compuesto por Gabriela Ávalos, directora del grupo de danzas Amauta, con una larga trayectoria en la enseñanza y en la difusión de las danzas; Walter Bordón, productor, periodista, gestor cultural, responsable de la organización del Festival del Taninero y Fiesta Provincial del Chamamé de Puerto Tirol, y Coqui Ortíz, referente a nivel nacional de las nuevas producciones musicales vinculadas al género y su poesía. La presentación fue moderada por Sergio Tarnoski, músico misionero con profundas raíces musicales y familiares en la región. El cierre del conversatorio estuvo a cargo del músico Renato Fagundez, acordeonista brasileño nacido en Sao Borja que reside en Uruguayana y es un seguidor del estilo tarragocero. El conversatorio es parte de un ciclo que esta llevando a cabo la Secretaría de Cultura de la Nación, a través de la Secretaría de Patrimonio a cargo de Liliana Varela, coordinado por Tono Barberán. En Misiones contó con el apoyo de la Secretaría de Estado de Cultura del Gobierno de Misiones. Una nueva instancia de encuentro se realizará en el Chaco el próximo 29 de noviembre. En esa ocasión músicos, productores y representantes de la danza de Misiones, brindarán un conversatorio similar para compartir experiencias, historia y continuidad del chamamé, el ritmo que es sonido, alma y movimiento de la región. La danza como vehículo de comunicación social Ávalos realizó un detallado recorrido por la historia de la danza del Chaco, sus etapas históricas y el vibrante presente del cuerpo performático. Según relató la docente e investigadora, la danza es un elemento fundamental y vehículo de militancia cultural del chamamé. Se origina en el rezo baile, como elemento ritual, muta en las primeras bailantas como necesidad de dispersión social y se convierte en cuerpo performático que lo que quiere comunicar es otro contenido. Está en la búsqueda de la identidad. Está buscando decir otras cosas. Hoy, la danza mantiene una esencia de libertad e improvisación “a salvo de las academias". Así, el chamamé es una manifestación que sigue siendo música, sigue siendo poesía y sigue siendo danza. Historia, industria, diversidad e innovación Walter Bordón hizo un recorrido por la importancia de los festivales como el de Puerto Tirol, que honran la historia socioeconómica de la región y su relación con el chamamé. La historia de la localidad está ligada a la industria del tanino, se fundó entre pueblos tobas o qom, inmigrantes italianos y otras etnias ya extintas. El tiempo incorporó a los hacheros correntinos y, a lo largo de 100 años, la sonoridad de la región se conformó con toda la diversidad de vertientes socioculturales. Hoy el “chamamé en el Chaco, es una cosa viva, que está permanentemente evolucionando, renovándose, y por suerte, por alguna razón, en ese territorio del Chaco, aparecieron músicos muy jóvenes, muy talentosos, que se animaron a romper algunos moldes”, aseguró Bordón. Los noveles músicos saben tocar todo el repertorio que los precedió, lo conocen y respetan, “y una vez que tienen eso incorporado, empiezan a decir lo suyo, y por ahí hacen, ahí aparece la creación y la innovación” en la música del Chaco, aseguró el productor. La música y su evolución La denominada Generación del 80 del Chaco estableció los cimientos para la producción actual del chamamé. La etapa se caracterizó por una fuerte temática social en sus letras y poesía. Figuras como Zito Segovia dejaron una profunda marca en la región. Según Coqui Ortíz, uno de los grandes referentes de la canción chaqueña y la nueva poesía del chamamé, señaló que la producción actual es una continuación y evolución de esa rica tradición iniciada en la década del 60 del siglo pasado. El chamamé se mantiene como una "cosa viva" que se renueva permanentemente, la innovación se logra con respeto y conocimiento de la raíz y los nuevos autores retoman la tradición, incorporando la impronta de su tiempo. El artista resaltó el desarrollo instrumental del chamamé, el virtuosismo de sus músicos y el vínculo indisoluble con su danza. También la extensión del territorio en el que se desarrolla esta mixtura fronteriza. Comentó que al viajar por Brasil y llegar al Matto Groso, que son dos mil kilómetros de distancia, se sigue escuchando el chamamé y a compositores nuevos. “Eso no sucede en Argentina, acá hacemos mil, estamos en Rosario, y el ritmo ya se terminó”, comentó, como metáfora de un espacio territorial inconcluso del chamamé, sin límites geográficos políticos. CIerre con música y reflexiones Como epílogo del conversatorio Sergio Tarnoski resaltó la importancia de la reunión para la construcción de relatos y memoria colectiva. Esto permite que las nuevas generaciones se reconozcan en el chamamé y su contexto histórico. La base para el futuro debe ser la diversidad y el respeto. La manifestación del chamamé, como patrimonio, debe continuar como un movimiento vivo que avanza conscientemente. El coordinador de la serie de encuentros, Tono Barberán, señaló que es crucial armar un reservorio de documentación y material histórico del género. También remarcó que estos espacios se generan para que exista el intercambio, que se enriquezca la conversación, que cada uno sepa dónde está parado y dónde está parado el otro. Y que es un trabajo de equipo que busca resaltar la cultura regional con sus expresiones artísticas, musicales, de danza y poesía. Para el cierre, el músico brasileño Renato Fagundez, acompañado por un dúo de guitarristas de Curuzú Cuatiá, presentó una serie de chamamés con estilo tarragocero. Tuvo la oportunidad de invitar a Coqui Ortíz a acompañarlo en un par de temas y brindó una muestra, con sabor a poco, de la musicalidad del Maestro Tarragó Ros en tierras brasileñas de frontera.
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