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Fecha: 18/11/2025 06:40
Entre vegetación, luz natural y la postal única del río, Casablanca actualizó su propuesta con nuevos espacios, una gastronomía más amplia y el espíritu cálido que lo convirtió en un clásico de la costa norte A orillas del Paraná, en Av. Eudoro Carrasco 4174, se levanta Casablanca Restó/Bar, un espacio que ya es un clásico de la costa norte rosarina. Con 390 metros cuadrados de ambientes integrados, vegetación, luz natural y un deck totalmente renovado, el lugar se pone en valor con una impronta fresca y una gastronomía ampliada. “Casablanca es un bar que hace 13 años que está —cuenta su titular, Hugo Álvarez—. Hicimos un refresh completo del bar, con nueva carta y mucha vegetación. Le dimos una impronta nueva, más natural”. Un entorno único frente al río El bar se encuentra en uno de los puntos más privilegiados de la costanera norte, donde la ciudad se abre hacia el paisaje y el río se vuelve protagonista. Desde el deck y los ventanales, la vista panorámica al Paraná y al Puente Rosario-Victoria construye una postal inconfundible. “Es realmente hermoso. Vos te sentás a tomar una merienda a la tardecita y te pasa el barco adelante tuyo, tenés el puente”, describe Hugo, quien define al lugar en tres palabras: “La mejor vista de Rosario”. A eso se suma un ambiente relajado, naturaleza, brisa ribereña y amplitud visual, ideales para disfrutar desde la mañana temprano hasta los atardeceres más buscados de la zona. Ambiente cálido y público familiar El espíritu de Casablanca se mantiene intacto: cálido, distendido y pensado para parejas, matrimonios y familias. “Es un ambiente muy lindo, muy cálido, el ambiente que tenemos nosotros de público en general”, asegura el propietario. El espacio cuenta con un gran salón interior, un amplio deck externo y salón de eventos en el primer piso, lo que permite recibir celebraciones, reuniones y despedidas. De hecho, para diciembre ya están programadas dos despedidas con shows, y anticipan más novedades. Casablanca está abierto todos los días desde las 8 de la mañana hasta el horario de cierre, lo que permite desayunar, almorzar, merendar y cenar frente al río. La nueva carta suma platos elaborados, como entrecot, bondiola, parrilla, pescados, pastas, ensaladas, sugerencias del chef y una completísima propuesta de sandwiches, hamburguesas, picadas y pizzas al molde o a la parrilla. En total, pueden atender 450 cubiertos entre interior y exterior. Las meriendas y desayunos —con cafetería, tostadas, croissants, waffles y opciones completas como el Desayuno Casablanca— se consolidan como uno de los momentos favoritos del público. Un clásico que nació de una casa El vínculo del lugar con la zona norte es profundo. “Antes era una casa, hace 13 años lo convertimos en bar. Y ya es un ícono de la zona: vos decís Casablanca y ya es el lugar”, recuerda Hugo. Casablanca también es pet friendly, alineado a su espíritu natural y abierto. “Nosotros apuntamos a la vegetación, a lo natural. Es un lugar en la barranca de Rosario, y queremos que la gente pueda venir con toda su familia completa, hasta con su perro”, señala Álvarez. “Es un espacio tan grande donde podés venir y estar tranquilo… si querés traer el perrito, nadie va a molestar”. Con una vista inigualable, gastronomía diversa, ambiente cálido, eventos, cocina desde la mañana y espacios amplios para disfrutar en pareja o familia, Casablanca Restó/Bar reafirma su lugar como uno de los referentes de la costa norte rosarina.
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