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  • Argentina / Misiones / Opiniones | Épica de escritorio y realidades sin abrigo: crónica de un ajuste a pura crueldad

    » Voxpopuli

    Fecha: 18/11/2025 00:50

    La épica vive en los estrados, en los tuits grandilocuentes y en el bullicio digital del mileísmo. Pero en la calle –esa misma calle donde a veces la historia se equivoca de vereda– lo que reina es el frío. No casualmente, los analistas Diego Martín, Fernando Retamozo y Nicolás Marchiori, todos con vínculos explícitos o tácitos hacia la administración renovadora misionera, convergen en un diagnóstico: la supuesta revolución libertaria huele a naftalina y a recibo de sueldo deteriorado. Ya en su nota “Mucha épica, poca calle”, Diego Martín enciende la alarma y la ironía: “¿De qué sirve el ajuste heroico cuando la heladera sólo guarda promesas y la libre competencia solo existe en la imaginación del ministro?” El autor desnuda el contraste entre la grandilocuencia de la narrativa oficial nacional y el desconcierto de quienes ven pasar el ajuste sin anestesia. Martín subraya que las reformas económicas no han “liberado las fuerzas del mercado”, sino que han liberado a miles de trabajadores… de sus puestos de empleo, a empresarios… de sus fábricas, y a las familias… de sus ahorros. El invierno económico no es sólo una metáfora. Fernando Retamozo, en “El invierno que nunca pasa”, refuerza la crítica desde Misiones y subraya que la “euforia financiera” tras la asunción de Milei sólo existió en los escritorios porteños y en algunos gráficos de consultoras. ¿En la calle? Hambre, menos trabajo, industria desplomada y una temblorosa economía familiar pendiente siempre de la próxima facturación. Retamozo aporta estadísticas que abruman: más de 250.000 empleos formales perdidos, un salario mínimo que ya no es ni mínimo ni salario, el cierre de empresas y una informalidad rampante peligrosa hasta para los mismos márgenes. En Misiones, mientras tanto, el gobierno provincial apela a las ferias y la economía social para evitar el desbarranco, haciéndose cargo con poco de lo que la Nación ya ni mira. Marchiori, siempre filoso, saca puntas aún más la ironía en “La política de la crueldad”: si antes se le pedía al pueblo sacrificios para alguna esperanza futura, ahora parece que el sufrimiento es la política misma. La “crueldad” –marca registrada de estos tiempos– se traduce en desmantelamiento estatal, pérdida de derechos, caída colectivo salarial y una pasmosa naturalización del ajuste. Advierte –con amargura y sarcasmo– que la única competencia que funciona en la Argentina mileísta es la pugna por ver quién sobrevive a la debacle: “La política de la crueldad prescinde de la piedad, hasta que la gordura de algunos sea el hambre del resto”. Los tres, apelando a diversos matices de la crítica y la ironía, coinciden en que la provincia queda a la intemperie, con recursos escasos y redoblando esfuerzos para proteger a su población. Misiones, citan todos, se convierte en “dique de contención” en un país donde el invierno no se va y la épica nacional ni llega. El sector yerbatero, símbolo misionero y recurrente en las tres miradas, es ejemplo de destrucción por omisión: productores abandonados, cooperativas al borde, políticas nacionales “ausentes con aviso”. Martín sentencia que la épica digital no paga la luz ni llena las ferias, que el relato de la libertad sólo agranda la brecha para quienes no tienen más libertad que la de sobrevivir. Para Retamozo, la confianza ya no se mide en índices sino en colas de espera y deudores de tarjeta. Marchiori concluye que la resistencia provincial es digna, pero insuficiente frente al experimentalismo nacional: “Resistimos, pero no podemos ganarle por knock out a un Estado nacional que se retiró del ring”. La conclusión es dolorosamente irónica: el invierno sigue, la épica se evapora antes de llegar al pueblo, y la crueldad se volvió política de Estado. Los que pueden, resisten con ingenio provinciano. Los demás, esperan que algún día vuelva la primavera –o, al menos, un gobierno que entienda que el ajuste sin piedad es tan épico como inútil. La ilustración de portada refleja la caída absoluta de la actividad comercial: un negocio de productos baratos con ofertas sobre ofertas, en el microentro de Posadas, capital de Misiones.

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