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Concordia » Libre Entre Rios
Fecha: 17/11/2025 13:30
Compartilo con Luego de más de dos décadas de gestiones, inauguraciones simbólicas y una demolición sin estreno, el pasado miércoles comenzaron a operar las nuevas cabinas en Salto Grande. La habilitación del paso fronterizo sobre la represa, que permite realizar los trámites migratorios sin descender del vehículo, marca el fin de una larga espera para las comunidades de Concordia y Salto, aunque no borra el historial de desidia y demoras burocráticas que caracterizó al proyecto. En los últimos días, los vecinos que cruzaban la frontera entre Concordia y Salto se encontraron con una novedad largamente esperada: la posibilidad de realizar sus trámites migratorios desde la ventanilla de sus vehículos. Este hito fue celebrado por el Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia (CCISC), entidad que, junto a su par uruguaya, el Centro Comercial e Industrial de Salto, impulsó el proyecto durante años. Sin embargo, el camino hasta esta habilitación estuvo plagado de obstáculos y promesas incumplidas. Unas primeras cabinas, financiadas por la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG), fueron inauguradas formalmente el 14 de diciembre de 2009. A pesar del acto oficial, que contó con la presencia de autoridades de la época, estas estructuras nunca llegaron a utilizarse. Las demoras burocráticas y la falta de coordinación entre las autoridades migratorias de ambos países fueron algunos de los argumentos esgrimidos a lo largo de los años. Habilitaron las cabinas en Salto Grande. Tras años de demoras, el nuevo sistema busca agilizar el cruce fronterizo. Casi cinco años después de esa inauguración, en julio de 2014, el entonces intendente de Concordia, Gustavo Bordet, aseguraba tener todo listo, pero atribuía la inoperatividad a la falta de designación de personal por parte de las migraciones uruguayas. A pesar de sus ocho años posteriores como gobernador, las cabinas siguieron sin funcionar. Finalmente, el proyecto cobró un nuevo impulso a partir de 2017, al integrarse en el plan de modernización del paso fronterizo vinculado al proyecto del Aeropuerto Binacional. Esto llevó a una decisión drástica: las cabinas originales, obsoletas tras más de una década sin uso, fueron demolidas para dar paso a las que finalmente se habilitaron la semana pasada. Estas nuevas instalaciones cuentan con equipamiento moderno, aunque, según trascendidos, no todos los sistemas están operativos en su totalidad. El sistema actual cuenta con cuatro cabinas habilitadas en el sentido Salto-Concordia y otras cuatro en la dirección inversa. Las autoridades informaron que en los próximos días se instalará señalética y semáforos para ordenar la circulación, mientras que las obras en las antiguas oficinas de migraciones podrían extenderse hasta diciembre o enero. Para los actores locales, como el CCISC, esta habilitación representa un paso crucial para la integración, esperando que simbolice el fin de la “desidia” y el comienzo de una nueva etapa de agilidad y cooperación en la frontera.
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