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» Misioneslider
Fecha: 17/11/2025 00:16
El ascenso de Jeannette Jara: de El Cortijo a la presidencia En el masivo cierre de campaña en Santiago, Jeannette Jara hablaba de su barrio, El Cortijo, en Conchalí, uno de los más humildes de la zona norte de la capital de Chile. No solo llegó a ser candidata a la presidencia, sino que en esta primera vuelta, quedó en primer lugar. El desafío será mucho más difícil dentro de cuatro semanas. Con 51 años, abogada y licenciada en Administración Pública, militante del Partido Comunista y ex ministra de Trabajo del gobierno de Gabriel Boric, Jara ganó en junio las primarias de la centroizquierda con el 60% de los votos contra la socialdemócrata Carolina Tohá, también ex ministra de Boric y rostro del ala más moderada de la amplia coalición gobernante. Su historia comunista genera rechazos en una importante porción de la población chilena, incluso entre quienes tradicionalmente han votado figuras de centroizquierda. Militante del PC desde los 14 años, durante la campaña Jara anunció que, si llega a la presidencia de Chile, «suspenderá o renunciará» al partido como señal de que representa a «una coalición mucho más amplia». Considerada una figura menos dogmática que otros líderes comunistas, no era la primera opción de la dirección del partido, con la que públicamente ha mantenido diferencias. Se mostró más conciliadora con políticos de otros sectores y durante la campaña se corrió hacia posturas más de centro, incluso prometiendo medidas firmes contra el crimen y la inseguridad. El camino de Jeannette Jara Hija de un ama de casa y un mecánico, Jara es la mayor de cinco hermanos y la primera de su familia en pasar por la universidad. Su carrera en el sector público comenzó en el segundo mandato de Michelle Bachelet (2014-2018), cuando ocupó la subsecretaría de Previsión Social. Mantienen una relación de afinidad política y personal y muchas veces se las compara por su estilo empático y cercano. Con un estilo pragmático y negociador, la postura política de Jara se caracteriza por la convicción ideológica pero también por la apertura al diálogo, algo que le ha permitido solventar diferencias dentro del gobierno de Boric, fruto de una amplia coalición que va desde la izquierda a la socialdemocracia. Como ministra de Trabajo impulsó una serie de iniciativas, muchas derivadas de las demandas de las masivas protestas que sacudieron al país desde octubre de 2019 hasta comienzos de 2020, y marcaron un quiebre en Chile. Entre ellas, logró la reducción de la jornada laboral, que pasó de 45 a 40 horas semanales, la implementación de una ley contra el acoso laboral y la reforma del sistema de jubilaciones, una antigua demanda de los sectores medios en este país. También lideró las negociaciones para el aumento del salario mínimo, que a partir de enero llegará a 539.000 pesos (unos 565 dólares) y logró sellar acuerdos con empresarios y con la oposición. El desafío de Jeannette Jara Aunque fue el rostro del oficialismo de centroizquierda en esta campaña, Jara buscó diferenciarse del gobierno de Boric, que llega al final de su ciclo con una popularidad en caída y un índice de desaprobación superior al 60%. El presidente se mantuvo al margen durante la contienda, sin mostrar gran apoyo a la candidatura de su ex ministra. “Hay mucho en juego, no solo una elección presidencial, sino dos modelos de país muy distintos. Nosotros queremos democracia, unidad, compromiso social y que nadie se quede atrás”, prometió Jara en su cierre de campaña, días atrás. La campaña recién comienza. Conclusión Jeannette Jara, la candidata que surgió de las humildes calles de El Cortijo, en Conchalí, ha logrado posicionarse como la favorita en la carrera presidencial chilena. Con un perfil menos dogmático y más conciliador, ha sabido ganarse el apoyo de una amplia coalición. Su estilo pragmático y negociador, sumado a sus logros como ministra de Trabajo, la convierten en una candidata fuerte y con propuestas concretas para enfrentar los desafíos que enfrenta Chile. La contienda electoral se presenta como un reflejo de dos modelos de país diferentes, donde Jara busca representar la democracia, la unidad y el compromiso social.
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