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» El litoral Corrientes
Fecha: 16/11/2025 10:45
Por Eduardo Ledesma Pregunta Versión gráfica: Belén Da Costa En el episodio 35 de Eduardo Ledesma Pregunta hablé con Pablo Caló. Técnico en Acuicultura egresado de la Universidad Nacional del Comahue, investigador y emprendedor. Fue parte del Centro Nacional de Desarrollo Acuícola y coordinó el Cluster Acuícola del NEA, articulando sectores públicos, privados y académicos en proyectos de producción sustentable. En 2011 fundó Experiencia Corrientes, empresa pionera en excursiones de kayak y turismo de naturaleza en los Esteros del Iberá, y desde 2013 se desempeña como guía profesional de pesca deportiva en Argentina, Brasil y México. En este episodio hablamos sobre el presente y el futuro de la acuicultura en Corrientes, los desafíos ambientales del Iberá, la articulación entre ciencia, turismo y conservación, y la experiencia de llevar una pasión local a escala internacional. Una charla sobre trabajo, naturaleza y desarrollo sostenible desde el corazón del litoral. Más allá de todo lo que acabo de leer, si te tenés que presentar, ¿qué le decís a la gente? ¿Quién sos? Después de lo que acabás de leer, es difícil. Mientras leías me iba acordando de cómo fueron mutando todas esas cosas. Pero si tengo que decir quién soy, soy una persona exiliada constante. Soy oriundo de Buenos Aires y me fui a los 22 para estudiar a Bariloche; del sur me vine al norte. Y algo que aprendí es que cuando uno se va, es exiliado para siempre: ya no tengo dónde volver para dejar de serlo. Si volviera hoy a Buenos Aires, extrañaría Corrientes, Bariloche o México, donde estuve el año pasado. Y viceversa. Entonces soy un exiliado constante. Y dentro de ese exilio —que para mucha gente podría ser triste— yo encuentro satisfacción en buscar, ahondar y conocer el lugar donde estoy. Mi bienestar pasa por estudiar el lugar donde me encuentro. ¿Qué es la acuicultura? Vamos a empezar por ahí. La acuicultura es la actividad dedicada a la producción de organismos acuáticos o que tienen parte de su ciclo de vida en el agua. Mayormente se la asocia con peces, pero también incluye crustáceos, moluscos, algas o plantas acuáticas. A veces la confunden con acupuntura o apicultura, pero no tiene nada que ver. Desde hace décadas se habla del futuro de la acuicultura, pero no termina de desarrollarse. ¿Por qué? Es un terreno ultra complicado. Cuando empecé la carrera, en 2005, era “la carrera del futuro”. Cuando me recibí, también. Cuando renuncié en 2011, seguía siendo la carrera del futuro. Y hoy sigue siendo “la carrera por despegar”. Nuestros vecinos —Brasil, Paraguay, Bolivia, ni hablar Chile— tienen grandes producciones. La Argentina quedó en un punto al que no le encuentro explicación. Culturalmente tenemos tendencia a consumir otras carnes y hay toda una industria volcada a eso. El pescado queda relegado, sobre todo al pescado de mar y asociado a la pesca, no al cultivo. Y eso que estamos rodeados de agua… Es totalmente cultural. La pesca y la caza son relictos de lo que fue el ser humano antiguo. Es lo último que nos queda de aquello: ya no hay nada más que nos una con ese ser humano prehistórico. Con los años empecé a ver que la pesca va a declinar naturalmente. Y mirando para atrás, veo que ya está declinando. Para mí “la pesca es algo que va a desaparecer en el tiempo”. No lo voy a ver, pero va hacia eso. Pregunto siempre: ¿cuántos hijos de pescadores pescan? Es mínimo. El oficio se está perdiendo solo. ¿Y cuál es el panorama de la acuicultura en la provincia? ¿Tiene potencial real? Tiene un potencial enorme. A nivel mundial, hace al menos 20 años que la acuicultura crece al 10% anual, ininterrumpidamente. Argentina es una rareza: no crece. Pero América Latina incluso supera el promedio mundial. La pesca no puede dar más toneladas de las que da desde hace años. Aunque dupliques los barcos, no podés sacar más. Hay una limitante biológica. La población humana aumenta y la única forma de complementar esa demanda es con cultivos. No hay otra. ¿Y por qué no despega acá? Hay mucha desinformación. La acuicultura que se hace en el norte —estanques excavados— sólo es rentable a gran escala: más de 100 hectáreas de agua. El arrocero, en cambio, tiene el perfil ideal: grandes extensiones, manejo de agua y ciclos productivos que permiten rotar. De hecho, el mayor productor de peces del país está en Chaco, es arrocero y produce pacú usando sus mismas instalaciones. El pacú, además, le baja el costo de siembra porque se come los caracoles, que son plaga. ¿Qué es y cómo surgió el clúster acuícola? Fue un proyecto de principios de 2010, que reunía ciencia, Estado y sector privado para compartir problemas y soluciones. Funcionó muy bien durante un tiempo, pero ya no funciona. Eran proyectos muy financiados por el Estado y dependían de poder sostenerse solos. De ahí salieron cosas muy interesantes: cajas para transporte de peces, pruebas de alimentos, productores como el arrocero del Chaco… Una etapa muy linda. Hablemos de tu empresa de experiencias turísticas. Vos trabajás en Iberá. ¿Qué es Experiencia Corrientes? Cuando llegue por primera vez a lo que es el arroyo Carambola, que corre por ahí, te juro que me quedé sorprendido. Era impresionante. Y después, por supuesto, empecé a interiorizarme: el Portal San Nicolás había sido inaugurado en 2009 por la Provincia como un nuevo acceso a los Esteros del Iberá, y tenía esta particularidad de estar a apenas dos horas de la capital. Entonces dije: “acá hay algo”. Había un destino emblemático como Pellegrini, pero muy lejos para un viaje de ida y vuelta en el día. Y acá tenías un paisaje igual de imponente, con fauna a la vista, con acceso, con un pueblo cercano, pero sin desarrollo turístico. Era casi como un secreto a voces. Y así surge Experiencia Corrientes: de ese impacto, de esa necesidad de mostrarle a la gente que a 165 kilómetros había un lugar capaz de cambiarte el día. ¿Qué es lo que creés que va a pasar con ese territorio y con esta actividad en los próximos cinco, diez años? Iberá está creciendo a un ritmo muy acelerado. La realidad es que tener una organización como la Fundación Rewilding es un catalizador, que yo no creo que la gente tome dimensión de la importancia de Rewilding en cuanto al desarrollo turístico de toda la provincia de Corrientes. Yo no creo que la gente lo entienda. Primero, porque no todos tienen porqué estar empapados en el tema; y segundo, porque en los primeros años también hubo mucha desconfianza Imaginate que yo soy extranjero, venga y te digo: yo voy a comprar trescientas mil hectáreas, las que me vendan, y las voy a donar al Estado nacional. Yo no le hubiese creído. ¿Vos le hubieses creído? Yo no lo sé. Lo que pasa es que yo lo vi. Yo lo vi a Douglas, yo lo vi a Kris. Los vi haciendo las cosas que hacían. Y hasta hoy siguen trabajando con ellos. Y las cosas hoy pasaron, hoy estamos con el diario del lunes. El Iberá tiene un camino que es un camino de una creatividad constante, porque no hay libros para esto. No están leyendo ningún manual: están escribiendo los manuales. Y de vuelta, vuelvo al principio: yo no creo que la gente tenga la dimensión de la importancia que tuvo Rewilding en todo el desarrollo turístico. Y no del Iberá, porque tiene que ver con Bella Vista, con Goya, con La Cruz, con todo, porque no es Iberá nada más. Es todo.
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