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» Elterritorio
Fecha: 16/11/2025 10:22
El padre de Rodrigo López denunciará como homicidio su muerte. Pide investigar a la familia de su novia: “Lo odiaban por negro y pobre”. Marcharán el martes por justicia. domingo 16 de noviembre de 2025 | 2:00hs. Orlando encabeza la lucha familiar por respuestas y sostiene: "No se mató". //Foto: Agustina Vera. Hoy estaba previsto que Rodrigo López (19) y su pareja fueran a vivir juntos. Se conocían hace varios meses y, tal como describió la familia, “él estaba enamorado”. Hacía changas y trabajaba en el rubro de la construcción, decidido a mudarse y a concretar sus proyectos de vida, pero la muerte lo encontró antes, y sus seres queridos exigen respuestas. El martes 11 por la mañana lo hallaba la Policía en el muelle de la Costanera María Auxiliadora de Garupá, colgado y sin signos vitales. Un primer llamado en el grupo familiar quebró todo lo que antes parecía rutina: ‘Se quitó la vida’, recuerdan Orlando y Lourdes López, padre y hermana, sobre ese aviso. A las horas, lo que vieron en primera persona en el cuerpo del joven los alertó y motivó a denunciar públicamente que a Rodrigo lo habrían asesinado. Orlando precisó que, cuando vio a su hijo en la sala velatoria para despedirlo, tenía “golpes en las costillas, no tenía dientes, le faltaba un ojo; tenía marcas como de esposas en las manos y quemaduras de cigarrillo en las piernas y en las partes íntimas. Estaba sin uñas; ¿quién se quita la vida y se arranca las uñas así de forma tan prolija?”, acusó. Sospechan que la familia de la novia de Rodrigo -llegada hace un año a Garupá desde Alemania- estaría implicada de forma directa en el caso. “La madre de la chica no estaba de acuerdo con la relación, porque él era negro y pobre”, señaló Orlando. Y sospechó que se trataría de un hecho de sicariato: “Allegados me dijeron que era para que le asusten nomás, que le den una paliza”. Con esta serie de indicios adelantaron a El Territorio que presentarán una denuncia mañana en el Juzgado de Instrucción Dos de Posadas para que se investigue como homicidio. Es que, según la autopsia forense pedida por el juez Juan Manuel Monte, la causa de muerte fue suicidio y se concluyó que “no hallaron violencia externa ni signos compatibles con la intervención de terceros”. La familia discute ese resultado y anticipó que pedirán una segunda autopsia, junto a otras pruebas y toma de testimoniales. “Queremos que esto se investigue, que indaguen dónde está la chica y su familia. Desde el martes ella no apareció más, no llamó ni dio condolencias”, lamentó Orlando, al tiempo que su hija Lourdes acusó que “la chica sabía” y que se habría ido de viaje antes del presunto ataque. El dolor los moviliza, al igual que la incertidumbre. López reprochó que “todavía no tenemos el resultado de la autopsia, me enteré por las noticias, y tampoco quieren darme la ropa de Rodrigo”. En reclamo de justicia, este martes se concentrarán en la plaza del barrio 110 Viviendas de Garupá para caminar hasta la Comisaría local. En principio, la cita es a las 8 de la mañana, pero no descartan pasar la convocatoria para el horario de la tarde: “Queremos que la gente acompañe”, pidieron. Antecedentes Lourdes (16) es la más chica de los hermanos y quizás la más cercana a Rodrigo. Reconoció que “peleábamos mucho, típico de hermanos” pero que “yo lo mezquinaba muchísimo, él era todo, y nosotros para él”. Lo sucedido cayó como un baldazo de agua fría, pero ella lo conoce y sostiene que “Toty”, como cariñosamente lo llamaban, “no se habría suicidado: tenía proyectos, estaba trabajando. Él mismo decía que quien se quitaba la vida entraba en pecado, él era muy dedicado a la iglesia”. Recordó que antes de ir a la escuela ese martes, una corazonada le pesaba. Contó que “tenía una exposición ese día, entonces fui al colegio, y cerca de las 12 del mediodía llaman a mi hermana y yo la vi pálida: ‘¿qué pasó?’, le dije. ‘Rodrigo se suicidó’, y yo no podía creer”. Rodrigo López (19) y su papá. Foto: NG La adolescente remarcó que este no sería un hecho aislado y que hacía meses Rodrigo habría recibido varias amenazas y agresiones de parte de la familia de su novia, sospechó. “Una vez mi hermano agarró una changa y contó que cuando se acercó a la parada de colectivos, dos motochorros lo abordaron y le pegaron, cuando salía de la casa de su pareja. Le pegaron pero no le robaron nada: tenía billetera, plata, su celular”, relató. Por otro lado, recordó que su novia -con la que mantenía una relación de mínimo 7 meses- “tenía muchas conductas posesivas y psicópatas”. Llamados constantes y amenazas con no terminar la relación habrían marcado el vínculo en las últimas semanas, según contó. A pesar de eso, reconocen, “él estaba muy enamorado”. Lourdes detalló que la suegra de su hermano “le había puesto una perimetral”, pero que la pareja sostenía la relación, con proyectos e intenciones de convivir. Sospechan de sicarios “Ellos se iban a vivir juntos, iba a trabajar toda la semana para mudarse. Yo le dije ‘si la querés, llevale’, que yo le daba la casa que alquilaba con mi hamburguesería pero que trabaje para mantenerse. Y se ve que la señora se enteró y se anticipó…”, lamentó Orlando. “Según tengo entendido, esta mujer mandó a que lo golpeen, que le den una paliza, que era para que lo asusten”, intuyó. El padre reclama que la Justicia le brinde las prendas de ropa con la que habrían encontrado sin vida a Rodrigo en el muelle y el cinto con el que se habría ahorcado. Algo que desde el inicio refutaron: “No fue un suicidio, fue un asesinato. Además, él no usaba cintos, eso no salió de esta casa”, cuestionó. También señaló irregularidades en el procedimiento. “Antes de que yo llegue a la comisaría, la madre de su novia ya estaba ahí. ¿Qué hacía si no está involucrada?”, se preguntó López. Por las lesiones, alegó, “Rodrigo se defendió. Desde (la División) Homicidios me quisieron explicar que la falta de uñas era porque se las cortan para ver si tenía material de ADN. Otros me dijeron que se pudo haber lastimado al agarrarse del muelle. Un chico que se suicida ahorcado no puede tener tantos golpes”. La familia ratificó que al joven lo habrían mandado a matar. “Cuando lo vi en el ataúd, yo supe dentro mío que eran ellos: eran los únicos que lo odiaban por ser negro”, dijo Lourdes, firme junto a su padre en la charla que aceptaron brindar a este diario en su casa. La hermana menor recibió amenazas Lourdes confió a este diario que en la tarde del viernes recibió en su número privado múltiples mensajes con stickers alusivos a actos sexuales, todos ellos de un número desconocido. La característica es del departamento de Oberá. Sin embargo el nombre del usuario de WhatsApp no está registrado y no forma parte siquiera de su red de contactos. La joven confió que teme por su integridad, por esto que entendió “fue una amenaza de que si yo salgo, me van a violar”. Evita salir de su hogar si no es necesario y, de tener que hacerlo, busca estar acompañada por sus padres o hermanos mayores.
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