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  • Círculo rojo: la nueva etapa del Gobierno, el ascenso de Santilli y los alcances de los acuerdos políticos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/11/2025 04:58

    Javier Milei, Karina Milei, Patricia Bullrich y Diego Santilli El Gobierno empezó a ordenarse, al menos en la superficie. La mugre se barrió debajo de la alfombra, y el triángulo de hierro se fundió hasta convertirse en otra forma geométrica en la que Santiago Caputo conservó su cuota de poder, Karina Milei agigantó su figura y emergieron otros protagonistas en el nuevo diseño de toma de decisiones de La Libertad Avanza. Diego Santilli es uno de ellos: el ministro del Interior tal vez haya sido uno de los que “la vio” desde el primer día del desembarco de Javier y Karina Milei en la Casa Rosada. Entendió rápidamente la lógica del poder. “Mientras todos desfilaban por el despacho de Santiago, él trabajó su relación con Karina. El que está adentro sabe dónde está el poder: en Karina”, explica un operador que trabaja para el Gobierno. El ex diputado del PRO empezó a aceitar el vínculo con la dama de hierro libertaria hace muchos meses, en una cena organizada por Pilar Ramírez y Darío Wasserman en su departamento de la capital, que entre el 2022 y el 2023 fue sede de veladas en las que Milei y su hermana empezaron a codearse con el círculo rojo político y empresario. Allí Santilli empezó a construir su relación con “El Jefe”, en paralelo a que otros colegas, como Cristian Ritondo o Guillermo Montenegro, alimentaban el vínculo con Santiago Caputo. Algunas voces malintencionadas arriesgaron que, en verdad, se trató de una maniobra digitada para cimentar, en paralelo, la confianza de los dos principales asesores del Presidente, de parte de dos dirigentes, como Santilli y Ritondo, que, entre ellos, tuvieron inestabilidades en la última década pero cuya sociedad nunca corrió riesgos en todos estos años. Como sea, el ministro del Interior se puso a disposición de la hermana presidencial desde los inicios de la gestión, y obtuvo su recompensa. “Diego reporta todo con el presidente y con ella”, aseguraron allegados al funcionario. Dicen que solo un puñado de colaboradores se inquietó el día de la asunción, cuando amanecieron con las noticias del Boletín Oficial que oficializó el desguace del Ministerio, con la salida del Renaper, después devuelto, y Migraciones, que ya se había pautado de antemano que pasaría a la órbita de Seguridad. La última semana fue una montaña rusa de emociones para su director nacional, Sebastián Soane, que todavía mantiene una relación amistosa con Sergio Massa. Circuló en la semana el nombre de Gerardo Milman, aunque solo como una versión. “Le estaban buscando un lugar, y Milei lo banca”, confió una fuente del bullrichismo. Seoane, de todos modos, trabó buenas migas con Patricia Bullrich, que se erige como otra de las protagonistas de la nueva etapa del Gobierno, desde el Senado, y que este viernes visitó a Victoria Villarruel, a solas, para marcarle la cancha, en su despacho de la Cámara alta, un encuentro que calificaron como “educado”: la senadora electa, futura jefa de bloque, salió a la calle con la caja que le obsequian a cada legislador electo, que incluía un reglamento interno, la constitución y una botella de vino. Abrazo entre Karina Milei y Santiago Caputo en Casa Rosada En el entorno de Santilli juran que, esta vez, a contramano de otros años, no le interesa el organigrama. Que está obsesionado con colgarse, en principio, una medalla: el Presupuesto 2026, toda una proeza para un Gobierno que se encamina a aprobar la ley madre por primera vez desde que asumió el control del Estado. El primer paso de su proyecto bonaerense 2027. Para eso desplegó sus encantos en la serie de reuniones que mantuvo en estos días, desde Osvaldo Jaldo -el tucumano propició por todos los medios el encuentro- y Gustavo Sáenz hasta Rogelio Frigerio, al que visitó en Entre Ríos, y Alfredo Cornejo, que le ofreció un almuerzo de empanadas y pinchos de lomo en los jardines de la residencia de Luján de Cuyo que en su momento donó Enrique Pescarmona a la gobernación mendocina, y del que participaron Marcelo Orrego, Carlos Sadir y Raúl Jalil. Santilli llegó acompañado por Gustavo Coria, uno de sus principales asesores, un profesional muy pragmático, con escasos prejuicios, que ocupa un lugar de privilegio en la mesa de “El Colorado” -está a punto de ser nombrado secretario de Interior formalmente- a la que se sientan desde el riverplatense Agustín Forchieri y el porteño Matías López a Fernando Elías o Fabián Pereyra. Afuera quedó, hace rato, Bruno Screnci, del que era inseparable, por cuestiones nunca del todo aclaradas. En esa mesa también tiene peso José Luis Acevedo, el subsecretario de Ciencia y Tecnología de la Jefatura de Gabinete que, en principio, seguiría en ese cargo a pesar de su pésima relación con el titular del área, Darío Genua. Pero, más allá del organigrama, al ministro sí le interesa un rubro igual o más sensible en el universo libertario: Santilli quiere saber hasta dónde Milei y Luis Caputo, “Toto”, están dispuestos a abrir la billetera en las negociaciones finales por el Presupuesto con los gobernadores. Esa es la verdadera incógnita, la que terminará por develar cuánto cambió el Presidente en esta supuesta nueva versión, si su reacción tiene más que ver con el pánico que generó puertas adentro la derrota del 7 de septiembre, o el éxtasis que se reinstauró en Casa Rosada con el contundente triunfo del 26 de octubre. Esa incertidumbre es la que los gobernadores, desesperados muchos de ellos por empezar a teñirse de violeta, le plantearon en estos días al ministro del Interior en su gira por el interior. Santilli llegó a Mendoza con una copia el Boletín Oficial que cristalizó la contragarantía por parte del Estado nacional para que el Gobierno provincial pueda acceder a un crédito de USD 75 millones para obras de saneamiento. Un gesto. Jalil espera otras señales similares para avanzar, como Jaldo, en una ruptura del bloque peronista del Congreso. “Lo estamos viendo y hablando con colegas”, sintetizaron muy cerca del catamarqueño tras la reunión mendocina. Este sábado, Santilli aterrizó en Neuquén para almorzar con Rolando Figueroa, “Rolo”. En los próximos días podría repetirse la misma rutina con Gustavo Valdés, en Corrientes, o Hugo Passalacqua, en Misiones. Es un hábito que no fue adoptado, por el contrario, en torno a la discusión por las reformas que se avecinan en el Parlamento en el temario de sesiones extraordinarias, que Martín Menem y Bullrich discuten en relación a el mes y las semanas en los que debería iniciarse el debate: o la última semana de enero o los primeros días de febrero. Desde el círculo rojo empresario dicen, por lo bajo, que no hubo comunicaciones para interiorizarse sobre el contenido de las iniciativas laboral e impositiva. “No nos llamaron”, deslizó un alto empresario. Los pormenores se intercambiaron en el Consejo de Mayo, donde tienen silla Gerardo Martínez, el sindicalista de mayor diálogo con la Casa Rosada, y Martín Rapallini, de la UIA, en el máximo de los recelos. Algo similar sucedió con el acuerdo de comercio e inversiones anunciado el jueves por la Casa Blanca, similar a los de Ecuador, El Salvador y Guatemala, cuyos detalles todavía se guardan bajo siete llaves. “Todos alegan confidencialidad”, dijo un industrial. Martín Menem y Cristian Ritondo De shopping. Los gobernadores aspiran, en definitiva, a obtener la mayor certeza posible después de los pésimos antecedentes del último año y medio, que incluyó una larga lista de promesas incumplidas y una serie de interlocutores que apenas se las ingeniaron para desactivar algunas bombas fiscales sin ninguna moneda de cambio después de la aprobación temprana de la Ley Bases, en los albores del Gobierno. Esa carencia de efectividades conducentes llenó de suspicacias el encuentro de poco más de una hora que Carlos Guberman, el secretario de Hacienda que administra el Excel de Economía, compartió en un café del segundo piso del Paseo Alcorta con enviados de Santilli -uno de ellos muy cercano-, desapercibidos frente a decenas de curiosos que disfrutaban de un almuerzo el jueves al mediodía. Entre esos interlocutores de estos últimos meses que hicieron malabares frente a un gobierno incapaz -adrede- de alcanzar acuerdos sobresalió Santiago Caputo, que no cedió su inmensa cuota de poder -mantiene un control férreo sobre ARCA, la SIDE, las privatizaciones, la estrategia de comunicación y buena parte de la gestión, incluidos sectores del Ministerio de Economía en los que su hermano Francisco ejerce influencia- pero cuya figura quedó en una situación expectante por las ilusiones creadas antes del recambio de gabinete: sonó primero para la Jefatura de Gabinete y después para un súper Ministerio del Interior. “Habrá que ver si hay un costo a pagar por haber dicho que no”, señaló una fuente oficial. El propio Milei se encargó de disipar esos rumores en todas las apariciones públicas en las que le dio a su asesor un abrazo premeditadamente efusivo. Criticado de a ratos por su supuesta falta de conducción interna, el jefe de Estado es un especialista en el arte de la puesta en escena. El consultor, juran, no quería un cargo formal, pero funcionarios que le responden todavía esperan señales de cara al futuro. Cerca suyo sí deslizaron que en algún momento debería tener algún tipo de gratificación extra por su rol durante este año: “Apagó varios incendios”, proclamaron. Pero la interna feroz en el seno del poder de las semanas previas a la elección llevó a la cúpula de LLA a un nivel de operaciones y maniobras que instalaron la opción de un cargo formal para el asesor como consecuencia de la mala praxis política del oficialismo. En el entorno del consultor se instaló, por caso, que un mal resultado habría terminado por reconfigurar el sistema de toma de decisiones implementado por el Presidente en desmedro de su hermana y de los Menem. En su momento, Milei protegió a la secretaria General y sus colaboradores, no solo por el vínculo, indisoluble, sino como un método de custodia por el avance de la causa que se originó por los audios del lenguaraz Diego Spagnuolo que acaba de tener novedades explosivas y un pedido de indagatoria. Esa trama que investigan el fiscal Franco Picardi y el juez Sebastián Casanello salpicó como nunca antes a “El Jefe” y a los Menem, por las supuestas derivaciones del escándalo en torno a la Agencia de Discapacidad. Pablo Achabahian, al que sindican como uno de los supuestos cerebros de esa operatoria desde la época de Cambiemos, se negó a declarar y quedó detenido en Mendoza. Sería, según las fuentes, uno de los administradores de los negocios de la familia Kovalivker, de la Droguería Suizo Argentina. Fuentes oficiales anticiparon, además, que los resultados de la auditoría sobre la ANDIS son “escandalosos”. El clarísimo triunfo del 26 de octubre cambió los planes, revalidó la figura de Karina Milei y empoderó a la familia del fallecido ex presidente: Eduardo, “Lule”, como armador político, y Martín como principal negociador en la Cámara baja. Incluso Federico Sharif, mano derecha del presidente de la Cámara de Diputados -el preferido de Karina Milei, a cargo en estos días del ingrato reparto de despachos en el Congreso-, podría tener hacia adelante un rol más marcado: hasta ahora, delegó en Rocío Gómez el manejo diario de la juventud libertaria. Internas latentes. La revalidación de la hermana presidencial y los Menem, a la luz de los resultados, provocó un reordenamiento interno que propició el ascenso de Santilli y de Bullrich, y dejó a La Libertad Avanza en soledad en el centro del ring político, frente a un peronismo que no dirimió sus internas y que aún no resolvió, por ejemplo, cómo estará integrado su bloque después del 10 de diciembre. Diego Santilli con Orrego, Cornejo, Sadir y Jalil Esa disputa en el seno del kirchnerismo tiene su propio capítulo en la provincia de Buenos Aires, en la Legislatura provincial, el corazón del sistema político bonaerense, de cara a la discusión del Presupuesto y el endeudamiento que tendrían una primera aproximación en Diputados el próximo miércoles 26. Ingrata efemérides: justo un mes después de la derrota electoral que volvió a reavivar la puja insalvable entre Cristina Kirchner, La Cámpora, Axel Kicillof y los intendentes. El futuro del Presupuesto provincial y el endeudamiento, que necesita dos tercios de los votos, es una incógnita. Por las diferencias internas, referentes de la oposición no tenían hasta fines de esta semana ningún tipo de interlocución con la administración provincial. El año pasado, ambas iniciativas terminaron en el tacho de basura por la disputa dentro del peronismo. Esa pelea ahora se acentuó. Sí habría consenso, de todos modos, para cubrir cargos en organismos y entidades provinciales como el Grupo del Banco Provincia. Mucho más compleja es la negociación en torno a las cuatro vacantes pendientes de la Corte Suprema provincial, que tiene a Hilda Kogan en la presidencia y a un vicepresidente con un rol muy protagónico como Sergio Torres. El tercer integrante es el ministro Daniel Soria. Por las elecciones había quedado pendiente una conversación entre Kicillof y su ministro de Justicia, Juan Martín Mena, uno de los principales consejeros judiciales de la ex presidenta. La negociación, sin embargo, quedaría para más adelante. Fuentes judiciales aseguraron que desde uno de los despachos de la Corte provincial le hicieron llegar al gobernador un mensaje inequívoco: “No hay apuro”. Mena es no solo uno de los asesores más cercanos a Cristina Kirchner, sino que se posicionó en el podio judicial, por ahora, como el funcionario nacional que impulsó y logró en el Senado la aprobación de las últimas vacantes en la Justicia, en el 2023. Es, en ese sentido, uno de los puntos débiles que desde el ala vinculada a Karina Milei le achacan al sector de Caputo: una supuesta mala praxis en materia judicial. Allegados al consultor adjudican los resultados a la desafortunada construcción de consensos que le asignan internamente al bando contrario. Por esa pelea intestina se frenó la salida de Mariano Cúneo Libarona, de licencia. Una orden supuestamente ejecutada por Karina Milei y los Menem, que miran con cada vez más cariño ese rubro. El ministerio está ahora a cargo de Sebastián Amerio, cercano a Caputo. En las últimas semanas se mencionó el nombre de Santiago Viola, consejero de la cúpula libertaria. Y contactos cada vez más fluidos con la Corte Suprema, desde donde se mantuvieron conversaciones con Economía por el presupuesto judicial sin necesidad de pasar por funcionarios del Ministerio de Justicia. Se trata de un rubro muy tironeado, manoseado, desde los inicios de la gestión, incluso desde antes de que Milei se hiciera cargo del Gobierno, cuando Mauricio Macri pidió por algunos colaboradores para esa área. Se le denegó el pedido, como se le rechazaron sucesivamente todas las sugerencias, desde los primeros días hasta estas últimas semanas. Furioso, cansado de los desplantes, el ex presidente se dejó llevar por la ira cuando horas después del último encuentro en Olivos de hace algunas semanas posteó en sus redes su enojo por la designación de Manuel Adorni como jefe de Gabinete, un posicionamiento que lo expuso públicamente, pero también puertas adentro: recibió durísimos comentarios de parte de su entorno más cercano. “Le llenamos la cara de dedos”, corroboró un dirigente de los más cercanos al jefe del PRO, que participó de la reunión partidaria de este miércoles en el que se discutió el rumbo del espacio, inquietos por la sangría de legisladores hacia el bloque de LLA en el Parlamento. Cúneo Libarona junto a los jueces de la Corte Suprema El miércoles, en Balcarce 412, la sede del PRO, se abordó por ejemplo el caso de Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe, que fue electa diputada por Provincias Unidas y aún no sabe a qué bloque irá a parar. Una situación parecida, aunque no por pertenencia partidaria, es la que pesa sobre Silvia Lospennato, que todavía no definió, y no comunicó, si asumirá su banca en la Legislatura o si, por el contrario, seguirá en el Congreso. De esa definición depende si el PRO pierde otro legislador: su reemplazo está referenciada en Bullrich. “Faltan personajes que actúen con coraje”, dijo Macri a mediados de semana en el cocktail anual de la fundación Hacemos, que dirige María Eugenia Vidal. La ex gobernadora es de las más refractarias a LLA. En ese evento, el ex presidente también se cruzó con Scaglia y con Lospennato. Aunque al jefe del PRO lo desvela ahora otro lanzamiento: el de su nuevo libro, “Franco”, en el que recuerda a su padre, con recuerdos agridulces y sentimientos encontrados. “Un inmigrante italiano que acertó y se equivocó como ningún otro”, sobresale en la solapa de la obra. El libro sale a la venta el 25 de noviembre. Dos días después lo presentará en un evento muy íntimo, solo con algunos amigos y un puñado de familiares. Esa misma tarde, el 27, está previsto que la Legislatura porteña trate el Presupuesto 2026 de la ciudad de Buenos Aires, que el año pasado el jefe de Gobierno pudo sancionar con ayuda de los libertarios que fueron después expulsados por el bloque LLA. Esa decisión terminó con la expulsión de Ramiro Marra. Ahora, LLA apoyaría el Presupuesto, con algunas disidencias. De esas negociaciones dependen también los votos de la bancada que responde a Horacio Rodríguez Larreta. Derecha Fest regional. Antes de volver otra vez a la escena pública local, Macri pasó por Chile, invitado por un grupo de inversores. Fue hace poco más de dos semanas, y en ese viaje el ex presidente dejó una definición sobre las elecciones de ese país, que se desarrollan hoy y que probablemente terminen con una segunda vuelta el próximo mes. “Le deseo lo mejor”, dijo el jefe del PRO en una entrevista con el diario El Mercurio sobre Evelyn Matthei, la candidata más moderada de la derecha, que fue muy cercana a Sebastián Piñera. Macri se había pronunciado años atrás por José Antonio Kast, que, según las encuestas, lleva la delantera para hacerle frente a Jeannette Jara, la candidata presidencial del Partido Comunista que representa al progresismo chileno. Kast había sido, en su momento, promocionado por La Libertad Avanza en el marco de la CPAC hasta que irrumpió en escena Johannes Kaiser, el postulante libertario con ideas incluso más osadas que el propio Milei que tiene con el Gobierno lazos muy contundentes. El principal es Axel Kaiser, su hermano, que tiene un cargo académico en la Fundación Faro que dirige Agustín Laje y es venerado por el Presidente, que citó en más de una oportunidad su libro “Parásitos mentales”. En marzo, el candidato presidencial chileno recibió la visita de Federico Sturzenegger, y en julio su pareja estuvo en una cena que organizó en su casona de Córdoba Emilio Viramonte Olmos, ex funcionario del Senado, que fue cercano a Villarruel y tiene lazos muy cercanos con Las Fuerzas del Cielo, horas después del festival La Derecha Fest. Candidatos presidenciales de Chile: Matthei, Jara, Kast and Kaiser En La Libertad Avanza se ilusionan con un realineamiento regional ideológico y político con el reciente triunfo de Rodrigo Paz en Bolivia y la posible victoria de la derecha en Chile. En marzo del próximo año hay elecciones en Colombia, y surgió un postulante que ya provocó un terremoto en el electorado de la derecha y la centroderecha: el abogado y empresario Abelardo de la Aspriella, un outsider que defiende al paramilitarismo. Es tal el furor que acaba de llenar el Movistar Arena de Bogotá.

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