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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 16/11/2025 04:48
María Laura Santillán Con La China Ansa China acaba de tener a su segundo hijo, Rafael y atraviesa una montaña rusa de emociones. El puerperio de golpe la lleva a estados de ánimo impensados, bronca, angustia, felicidad, tristeza. Son hormonas que vienen y van con la fuerza de una tormenta. ¿Se puede andar por la vida sonriendo? La invitada de hoy vive con la sonrisa puesta. Pasaron años, novios, trabajos, pasó de ser una joven promesa a una profesional de la televisión, de vivir sola a ser madre de dos hijos y sigue alegre, feliz. La China, Josefina, no es simplemente una animadora, es una mujer carismática que llena la pantalla. La China es periodista, estudió en la Universidad de Buenos Aires. La popularidad llegó con el noticiero de Telefe y después con “Escape perfecto”, junto a Ivan de Pineda. Antes, hubo años de trabajo, un largo camino en radio, en Crónica, en C5N. El reconocimiento llegó gracias a su simpatía. – Esta es la primera vez que salgo de mi casa después de parir. 23 días, los tenía re contados. – ¿Es como una cárcel, o no? – Vas tachando cada día. Es una batalla. – Es una cárcel feliz ponele. – Sí, es una cárcel feliz. Todos los días quiero ir al supermercado, no he ido todavía. No se sale de la casa. Esta es mi primera salida, vine en auto. Tu producción maravillosa me ha ofrecido traerme en un remis para que no tuviera que manejar. Yo quería subirme al auto, escuchar la radio y esperar en el semáforo. – ¿Te sacaste leche? – Y me traje el sacaleche, lo tengo acá. Cuando me vaya de acá, en el auto me los coloco, funcionan solos. Tengo una hora y 20 hasta Dique Luján. – Tu sonrisa permanente me sorprende, me pregunto cómo serás enojada o cuando tenés un mal día. – Lloro. Me angustia verme angustiada. No me reconozco en el espejo y lloro de verme llorar. "No sé delegar y me quejo. No te sé decir, '¿me lo sostenés? No lo aguanto más, me voy a ir a caminar”. No puedo, tengo que explotar yo, que explote el bebé, sumergirme en el infierno", dice la periodista y conductora (Fotos Candela Teicheira) “HOY ME TOCO LLORAR, CADA DOS O TRES DÍAS METO UNA” – ¿Llorás sola? Estás en el postparto. – Lloro sola o con mi pareja. Hoy me tocó llorar. Estoy en el puerperio, van 20 y pico de días, es muy reciente. Estoy llorando bastante. Cada dos o tres días meto un llanto. “ENLOQUEZCO SOLA, Y ME EMPIEZAN A MOLESTAR COSAS” – ¿De la nada o hay algo que te dispara las lágrimas? – Hay cosas que me lo disparan, la convivencia, la familia, el agotamiento. No me genera estrés el puerperio ni mi familia, me generan calma, armonía, paz. Pero enloquezco sola, en un momento piro y me empiezan a molestar cosas que no me molestan en la vida cotidiana. Estoy sensible, mucho más atenta a los quehaceres diarios de la casa. Estoy pendiente de cosas que antes no estaba pendiente, hinchando. Me molesta que mi marido trabaje dentro de la casa, pero siempre lo hizo. Lo que pasa es que yo salía, no sentía que eso era un problema y ahora desde hace 20 días es un problema. No sabría explicarte los motivos, pero me incomoda que el otro esté dentro de la casa. Siento que el trabajo que estoy haciendo dentro de casa es mucho más fuerte que el trabajo que hago estando fuera de casa. Si bien mi familia me lo reconoce, necesito que lo valoren todo el tiempo. Que refuercen el concepto de “lo estás haciendo súper bien”. “LA LIBERTAD DEL OTRO ME GENERA VIOLENCIA”. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LA CHINA ANSA A 23 DÍAS DE HABER TENIDO A SU HIJO: “LOS PRIMEROS DÍAS DEL BEBÉ LA PAREJA ES UN INFIERNO. TODO ES MALESTAR” – ¿Sentís claustrofobia? – Como una claustrofobia la libertad del otro. La independencia del otro, la posibilidad de subirse al auto e ir a cargar nafta me genera violencia. – Envidia. – Envidia. Y no es sana. “LOS PRIMEROS DÍAS DEL BEBE SON CAÓTICOS Y LA PAREJA DE REPENTE ES UN INFIERNO” – Una quiere durante el postparto, aunque sea quiere salir a cargar nafta. – Quiero tener mi independencia, mi libertad. Quiero tener la posibilidad de decir: voy a ir a depilarme. Pero no vas a ir a ningún lado porque tu bebé solo toma teta y cuando se levante tenés que volver con la cera pegada en el bozo, es así. Pero yo ya lo viví, es mi segundo hijo, sabía que esto iba a pasar. Me preparé psicológicamente para este momento, preparé a mi familia entera, le expliqué a mi hija de dos años lo que iba a suceder, hablé con mi pareja. Le debe pasar a todo el mundo y si no les pasa, bienvenidos. Los primeros días del bebé son un poco caóticos y la pareja de repente es un infierno. Es un reproche, una queja, todo es malestar y si no se resuelve en el momento es una bola que no termina nunca. – ¿De quién a quién es la queja? – Por lo general es mía. Me quejo y no me gusta estar en el lugar de la queja. Nunca me gustó estar en ese lugar. El que se queja, aleja. “TE DISTE CUENTA DE QUE SON LAS CINCO DE LA TARDE Y QUE NO TOMASTE NI UN VASO DE AGUA” – Hay algunas cosas con las que eras tolerante y ya no. – No. Que me hagan perder el tiempo no me gusta, valoro mucho el tiempo. Siento que estar haciendo todo el tiempo lo mismo es no estar aprovechando el tiempo. – Todo el tiempo lo mismo sería dar la teta, sacarte leche, cambiarle el pañal, dormirlo. – Cambiarle el pañal, dormirlo, lo ponés en la cunita, se despierta cinco veces. La quinta vez es mucho más agresiva que la primera, “dale, por favor”. Y mirás a los costados a ver si alguien puede entender que cinco veces lo puse. Y la otra persona está trabajando. "Soy una persona mucho más responsable, soy otra versión de mí. Me encuentro quejándome por cosas que antes no me quejaba y me encuentro disfrutando de cosas que antes no disfrutaba. Hoy le doy valor al tiempo y antes no", reconoce la madre de 36 años (Fotos Candela Teicheira) – En un momento te angustiás. – Te angustiás porque te diste cuenta de que son las cinco de la tarde y no tomaste un vaso de agua. No es que el otro no me trajera el agua, es que estoy más atenta a que no me trajo el vaso de agua, pero tal vez hizo la comida. “ESTOY VIENDO LA FALTA EN LUGAR DE VER LO QUE MI MARIDO ESTÁ HACIENDO POR MÍ QUE ES SOSTENER EL QUILOMBO” – Estás muy sensible. – Estoy muy sensible. Estoy viendo la falta en lugar de ver lo que está haciendo el otro por mí que es sostener el quilombo. Porque todo esto se sostiene gracias a un otro y ese otro es mi marido. – ¿Hace cuánto tiempo no dormís? Me parece que ahí puede estar la clave. – 23 días. Duermo dos o tres horas, teta. A veces a la horita se vuelve a levantar, cambio de pañal. Ahora empezó con los cólicos, entonces son muchas horas en las que todas las mujeres madres que decidimos este camino nos encontramos en plena madrugada haciendo el movimiento para sacarle los cólicos. Es hermoso y es agotador, agotador. – Uno lo vivió con otro hijo pero vuelve a elegir, no sé si no se acuerda del momento que vivió. – La naturaleza es sabia, el cuerpo humano borra esas pequeñas cosas que te fueron desgastando cada día, las minimizás. Tu hija ya tiene dos años, ya no está con el pañal puesto, corre, camina, se lava los dientes, se mete en la ducha. Entonces decis, no fue tan grave. Me he encontrado con mi pareja diciendo, ¿éramos exagerados? ¡No! “CUANDO TUVE MI PRIMERA HIJA ENCARÉ MI PRIMER PROYECTO COMO CONDUCTORA Y EL DESAFÍO MÁS GRANDE ESTABA EN MI CASA” – ¿No te sirve que te diga que termina todo esto en algún momento? – Sí, hay luz al final del túnel. Yo lo sé y hoy me encuentro maternando a mi segundo hijo, aunque no parezca, de una manera mucho más tranquila de lo que fue la primera. La primera yo colapsé, no es que lloraba más. Tuve a mi bebé y en lugar de tomarme una licencia prudencial y merecida para descansar, reencontrarme con mi familia, con un marido que ahora era padre por primera vez y con una hija, encaré el primer proyecto en Telefe como conductora, con toda la responsabilidad que eso implica para mí en mi profesión. Me había llegado el momento de encarar ese desafío y el desafío más grande estaba en casa. Ahora estoy parada en otro lugar, en Telefe ya hice el camino que tenía ganas de hacer. Empecé haciendo cosas que tienen que ver con mi profesión porque estuve en el noticiero, y pasé a la parte artística de Telefe donde soy muy feliz. "Si bien mi familia me lo reconoce, necesito que lo valoren todo el tiempo. Que refuercen el concepto de 'lo estás haciendo súper bien'”, pide la China Ansa (Fotos Candela Teicheira) – ¿Te vas a quedar en casa dos meses, como mínimo? – No creo estar los tres meses de licencia. Soy así, inquieta, me gusta trabajar. Siento que me hace muy bien, que me traés estrés, pero también calma. – Ahora, con mucha necesidad de dormir, ¿no podés organizar que otro se ocupe durante cinco horas del bebe? – Tengo una persona que trabaja en casa que es de gran ayuda, que hace que todo sea más fácil. Pero a mí me gusta hacerme cargo, no sé delegar, María Laura. Estoy muy complicada con eso, lo tengo que hablar en terapia. No sé delegar y me quejo. No te sé decir, “¿me lo sostenés? No lo aguanto más, me voy a ir a caminar”. No puedo, tengo que explotar yo, que explote el bebé, sumergirme en el infierno. Te quiero decir si me lo podés sostener y termino diciendo, “¿me pasarías la jarrita con agua?’ – Nadie te avisa lo que pasa cuando nace un bebe, nadie. Te pintan un tiempo romántico y fácil. Ni hablar del pasaje abrupto de estar solos a que una personita dependa de una para siempre. – Te transforma la vida por completo. Es transformador, mis hijos me cambiaron por completo, yo no soy la misma persona que obviamente que era cuando no tenía hijos. Soy una persona mucho más responsable, soy otra versión de mí. Me encuentro quejándome por cosas que antes no me quejaba y me encuentro disfrutando y gozando cosas que antes no disfrutaba. Hoy le doy valor al tiempo y antes no le daba valor. Ahora realmente priorizo, pongo en la balanza las cosas que realmente valen la pena, las batallas que me interesa batallar y las cosas que no valen la pena están descartadas. – Ahora algo que no se apaga nunca, hay antenas que andan conectadas con cada uno de nuestros hijos las veinticuatro horas. – Veinticuatro horas que vos te dejaste para después, y después no es en un rato, después es mañana y mañana tampoco fuiste tan importante. Siempre la prioridad son tus hijos, con uno y ahora con dos. Estás como en vigilia, eso es. – En vigilia permanente. – En vigilia permanente. Ahora mi hija va al jardín y el padre la lleva al jardín para que yo me quede con el bebito dándole la teta. Zafé de llevar a mi hija al jardín a la mañana, estoy muy contenta con este logro. Mi marido se levanta a las siete y media, va con una felicidad tremenda. Los escucho cantar y digo “esto funciona a la perfección, ¿ven que sin mí podían?”. Voy a estar un poco mejor en dos años cuando nos volvamos a ver. – Si tuvieras un ratito para ver una serie podrías llorar y descargar sin agarrártela con nadie. – Sí, porqu me voy a bañar y lloro, lloro con ganas y trato de ver qué es realmente el dolor. Por lo general lo que uno termina largando no es lo que realmente te angustia, tiro cualquier cosa que me molesta en ese momento, pero no es realmente lo que me pesa. Entonces me baño y digo, “tranquilízate, buscá bien el fondo de esto, ¿qué es lo que te molesta?. ¿Es la pérdida de independencia y la libertad del otro? Posiblemente sea eso. Entonces deja de joder, que el mate esté ahí por tres días". Josefina Ansa está en pareja con el ex futbolista Diego Mendoza. Es madre de India y de Rafael, que nació el 21 de octubre de este año (Fotos Candela Teicheira) – Somos un delivery de leche, yo me sentía un sachet. Libre demanda. – Si, un dispenser, cada uno se sirve cuando quiere. Libre demanda. A mi primera hija le puse rutinas de sueño, que se bañara siempre a la misma hora, comer siempre a la misma hora, dormir a la misma hora. Eso me ordenó el caos, me ayudó. Pero ella hace lo que se le canta también. Pero me ayudó bastante. – Empezamos a pensar más en nuestra madre, le damos un lugar distinto al trabajo que hizo nuestra madre con nosotras. ¿Te pasó? – Sí, me pasa. Desde que parí a mi primera hija, valoro muchísimo más el trabajo que hizo mi madre, cómo logró criarme estando sola. Porque además nuestras madres pudieron ir adelante con otras cuestiones que hoy yo tengo resueltas. – Con varones que entienden. – Varones que entienden y que se hacen responsables de sus hijos. No es que mi marido me dé una mano o sea un buen padre, él se responsabiliza por la decisión que tomó de ser padre. Y es fantástico. Mi mamá no tuvo esa posibilidad. – Se separó. – Tuvo a mi papá, pero a los tres años se separó, la crianza fue absolutamente de ella. “¿Y cómo me llevabas al trabajo?”. “¿Cómo hacías para trabajar y para cuidarme?”. “¿A mí quién me cuidaba si no tenías la posibilidad de contratar a una niñera?”. Son cosas que no termino de entender. Me dejaba con la vecina, me dejaba con una amiga. Muchas veces me ha llevado al trabajo y por eso la han suspendido, ha cambiado de trabajo, pero se la rebuscaba y lo resolvía. – Tu mamá tuvo problemas económicos. – Problemas económicos. Entonces digo, “¿con quién te enojabas a las cuatro cuando estabas cansada y tienes que cambiarme el pañal que encima era un pañal de tela?”. Tenía dos pañales, los secaba en el tender. ¿Y si llovía y el pañal no se secaba? Yo me cuestiono, mi queja no es válida. – Algo hizo muy bien porque si no no tendrías siempre esa sonrisa. Te sonrió mucho. – Soy el fiel reflejo de mi madre. Es una mujer muy feliz, muy agradable, muy cálida. Es luz. Entra y automáticamente la gente me dice: “la amo a tu mamá”. Pero si recién la viste cruzar por la puerta… La peleó, le costó mucho todo, económicamente nunca tuvo una buena remuneración, un buen trabajo. Estuvo conmigo solita, pero lo llevó adelante muy bien. Le han tocado momentos muy difíciles, pero siempre salió. "Es leal, es compañero, es muy sincero y es muy familiero. Pone la familia por encima de todo en todas las decisiones. Y eso es lo que más me gusta", dice Ansa de su novio (Fotos Candela Teicheira) - ¿No te hizo rollo todo eso que vivió tu mamá? – No, tal vez ella nunca fue una persona de pararse en el lugar de la queja. Hoy, cuando me veo quejándome por cosas muy banales hago la autocrítica y digo: “no es esto lo que te duele, tiene que ser algo más profundo y ahí es donde hay que escarbar”. No te ves trabajando, o no te ves activa, o no te reconocés. Tal vez en el espejo no sos la misma persona y te cuesta reconocerte desde este lugar donde solo sos madre. Y ordenás la casa y la limpiás y te ocupás de los bodys del bebé, de que esté todo limpio y lavás a mano.. Hay cosas de los quehaceres domésticos y de la maternidad que no te gustan, bancátela. Y sí, me estoy descubriendo en este lugar. – Es dormir, te lo juro. Porque cuando salís estás pensando que dejaste al bebé y puede ser doble tortura. – Y la culpa. – La culpa viene con la maternidad. – Si hay alguna madre que no sienta culpa, la admiro y que me deje su teléfono en los comentarios, la quiero llamar. Necesito algunos consejitos. “UNA VEZ AL DIA LLORO, PERO ¡QUÉ FELIZ SOY! CREO QUE ELEGÍ AL MEJOR” – Hay un marido que se ocupa de la familia, ex futbolista. ¿Vendrías a ser ex botinera? – Sí, pero agarré la peor parte. No me tocaron los viajes, agarré al exfutbolista, lo amo. ¿Tiene que ser para mí un exfutbolista? ¿Yo no puedo ser botinera? Y no, yo tengo que pelearla. Lo conocí retirado, pero qué feliz soy. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LA CHINA ANSA A 23 DÍAS DE TENER A SU HIJO: “UNA VEZ AL DÍA LLORO. ¡PERO QUÉ FELIZ SOY!" – Te mima mucho. Por ejemplo, te hace el desayuno todas las mañanas. – Sí, me mima mucho. Creo que elegí al mejor. – Estás emocionada. – Una vez al día lloro y ya me había tocado. Cuando me fui a bañar, dije: “¡Qué suerte que ya lloré así en la nota no lloro!“. – ¿Qué es lo que más te gusta de Diego? - Que es compañero, es muy compañero. Es como tener un mejor amigo en tu casa. También lo tenés que pelear de vez en cuando, si no, no es un mejor amigo. Y él es leal, es compañero, es muy sincero y es muy familiero, muy. Pone la familia por encima de todo en todas las decisiones. Y eso es lo que más me gusta. – El contacto fue Fernando Carlos, pero te empezaste a comunicar con él por redes. El tipo podría haber sido un seductor que tiraba tiros por todos lados. – Los tiraba María Laura, ¿qué te pensás que lo conocí virgen? ¡Te dije que era jugador de fútbol! – ¿Cuando te escribía a vos simultáneamente les escribía a otras? – ¡Por supuesto! Yo era una más, en millones. Vos mandás, mandás, mandás y alguna… Yo caí, pero sabía que venían conmigo diez más. – ¿Por qué creés que accediste? – Yo accedí porque aún sabiendo de lo que se trataba, también estaba en la mía. Era una mujer soltera exitosa, profesional, independiente. ¿Qué más seductor en el universo que una mujer independiente que no necesita de nadie? Una mujer independiente que no necesita de otra persona para nada. “ESTUVIMOS UN AÑO Y MEDIO HABLANDO POR VIDEOLLAMADA, ERAMOS NOVIOS VIRTUALES” – Que dure lo que dure. – Que dure lo que dure, claro. Él ni siquiera vivía acá, jugaba afuera. Entonces charlábamos, charlábamos. Nos agarró la pandemia, no nos conocimos y quedó todo virtual un año y medio. Mandándonos fotos, María Laura. Y encima él me pedía la foto de algo y yo decía, “¡no, yo soy periodista!”. Imagínate que salía la China con Covid y en bolas. A mí mi jefe me mataba. – ¿Quería hacer sexting? – Quería algo, Maria Laura, ¡un año hablando por videollamada! “ÉL ME PEDIA FOTOS. CON LA CANTIDAD DE FOTOS QUE SE FILTRAN, LE MANDO UNA FOTO Y PIERDO EL TRABAJO, PENSABA YO” – Y vestida. – Vestida y sentada, me veía la cara, de los pechos ni hablar. Igual yo ya le avisaba que no hay nada para ver. Yo le decía, no te hagas ilusiones porque no hay mucho más que lo que estás viendo. Y él me pedía una fotito. Con la cantidad de fotos que se filtran, yo me muero. Le mando una foto y pierdo el trabajo, pensaba yo. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LA CHINA ANSA: “ÉL ME PEDÍA FOTOS… ¡YO TRABAJABA EN UN NOTICIERO! ¡SI LE MANDABA FOTOS EN BOLAS PERDÍA EL TRABAJO! – ¡Hago un noticiero! – ¡Un noticiero! Le digo a la gente que se quede dentro de su casa y de repente le estoy mandando fotos en bolas a un desconocido que vaya uno a saber cuántas fotos tiene en la nube o en el carrete. – ¿Si no hubieras estado en el noticiero le hubieras mandado fotos? – En bolas no, soy muy pudorosa, pero qué sé yo. ¿Una bikini? Sí, ¿una fotito frente al espejo? Sí. No soy muy osada, pero algo… Lo tenía que retener de alguna manera. Me encantaba. Estaba en España y cuando iba a venir nos agarró la pandemia. Hablábamos todos los días, éramos novios virtuales. Yo ya estaba celosa, ya empezaron mis primeros quilombos. Ponía like todo y yo le hacía problemas. Nos separamos siendo novios virtuales, tres meses de separación. – ¿Le dijiste “le estás poniendo like a todas”? – No, le di nombre y apellido. “Te tengo, hablás con ella”. Le tiraba tiros a gente conocida o que estaba cerca mío y me enteré, vino mi amiga a contarme. – Pero no te echaste atrás. – ¡Pero no! Si yo te dije que también tenía mis cosas. No era ninguna santita. Pero viste por qué la foto en culo no iba. – Él tenía fotos de otras personas. – Por eso, ¿para qué querés acumular en el carrete? Vas a tener las de todas, ¿sabés lo que me va a distinguir? Que no vas a tener la mía. ¡Mirá como lo atrapé! No dándole lo que él buscaba. “YO ME PUSE LA LENCERÍA MÁS ERÓTICA QUE TENÍA EN MI PLACARD Y HUBO UN BESITO DE APURO” – ¿Cómo supiste que él ya estaba solo con vos? ¿Cuándo te diste cuenta? – Tenía que volver a jugar en España, solo venía por la pandemia a visitar a su familia a General Madariaga. Vino acá después de un año y medio de hablar por videollamada y se contagia Covid. Dos meses más separados porque se contagia y después se contagia de nuevo y después me contagio yo. Imagínate que no voy a romper la cuarentena, yo no me movía de mi casa estando en el noticiero, tenía permiso solamente para ir a trabajar. Cuando finalmente un día nos vemos y nos conocemos, él me dice “mirá, tengo que volver a España a jugar al fútbol, todo esto que me planteaste sucedió, pero yo quiero estar en serio con vos”. Le dije, “pero ¿vos me estás jodiendo? ¡Es la primera vez que nos vemos! Es la primera vez que tenemos contacto físico. Primero empecemos por donde tenemos que empezar”. ¿Qué pensás que pasó ese día? ¿Un beso? – Mínimo. – Nada. “¿Para qué querías mi foto en bolas si al final no me tocaste un pelo?”. Hubo un besito, pero medio de apuro. Yo me puse la lencería más erótica que tenía en mi placard. No pasó nada y seguimos viéndonos. Y ahí me di cuenta de que quería ir en serio y que me lo iba a demostrar. Me dijo “yo no te lo voy a prometer nada con palabras, quiero que veas que mis actos condicen con lo que alguna vez te dije”. El me decía “vas a ser la mamá de mis hijos”. Todos los días me llamaba por teléfono y me preguntaba cómo estaba mi mamá, cómo estaba yo, cómo me había ido en el trabajo, cómo me sentía. Hablábamos de nuestros problemas diarios, de las personas con las que estábamos también. Estábamos los dos solteros y siempre fuimos muy sinceros en ese aspecto. Siempre fue muy honesto, siempre fue muy compañero. Ese compañerismo me lo demostró desde el primer día y hoy en día seguimos teniendo ese mismo vínculo de levantarnos y tomar mate por más que se venga el mundo abajo o estemos peleados o sin hablarnos. Nos tomamos ese momento para nosotros. Hace cinco años consecutivos que él hace el mate todas las mañanas. "Soy el fiel reflejo de mi madre. Es una mujer muy feliz, muy agradable, muy cálida. La peleó, le costó mucho todo. Estuvo conmigo solita, pero lo llevó adelante muy bien. Le han tocado momentos muy difíciles, pero siempre salió", cuenta la China sobre su mamá (Fotos Candela Teicheira) – Chinita, estoy pensando que hay un bebé y que te tengo que largar. Me da pena largarte, pero… – Pero él me tiene que agarrar. Me gustaría que en el viaje de vuelta a casa me agarre un poquito de tránsito, 20 minutos más. – ¿Te está haciendo bien salir de casa? Estás más contenta que cuando llegaste. – Yo estoy pasándola bárbaro. Estoy mejor. Estoy viviendo el mejor momento de mi vida. – Bienvenida a la montaña rusa de hormonas que se van. – Es bárbaro que nos despedimos así. Estoy viviendo el mejor momento de mi vida, pero cuando llegué yo era un caos. Esto es lo que vivo todos los días, hormonalmente estoy así. – Ahora vas a llegar, lo vas a abrazar a Diego y le vas a decir, qué suerte que estabas. – Qué suerte que lo elegí. Yo pensé cuando lo conocí, que estaba eligiendo al mejor para mí. Y hoy, cuando lo veo con mis hijos, me doy cuenta de que estaba eligiendo lo mejor para mi familia. Sí, tengo un gran apoyo en mi casa. – ¿Del trabajo que se viene no podemos decir nada? – No, todavía no tengo nada confirmado. Tengo muchas ventanas abiertas. Pero primero tengo que cerrar las de mi casa. Cuando cierre bien las ventanas de mi casa abro las que siguen. Afortunadamente, gracias a Dios, tengo un montón de proyectos. – Quiero agradecerte este rato, te viniste desde tan lejos para conversar. – Gracias por sacarme de mi casa, jaja. No quiero volver. Me voy a quedar acá la próxima nota.
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