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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 16/11/2025 02:43
El jefe del radicalismo en el Senado, Eduardo Vischi, durante una visita a Infobae TV La incertidumbre sobre si el Senado sesionará o no antes de diciembre agita el clima de los próximos días, con un sector de la oposición que busca sancionar los cambios a la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), además de dar luz verde a la Defensora del Niño y votar las demoradas butacas por la Cámara alta para la Auditoría General de la Nación (AGN). En caso de abrir el recinto, el tercer punto dejaría al borde de la quiebra a la Unión Cívica Radical (UCR), que tiempo atrás definió un sitial para Luis Naidenoff (Formosa) y ahora duda entre el formoseño y el actual legislador Víctor Zimmermann (Chaco). El espinoso sendero de la AGN lleva meses de siesta. Primero, finalizó el mandato para las tres sillas por Diputados. Luego fue el turno del Senado y, de esa forma, el organismo por excelencia en cuanto a controles externos sobre los gastos del Estado quedó liberado para su titular, el filo kirchnerista Juan Manuel Olmos. En pocos días lo espera la Legislatura porteña, tras ser electo en mayo. La Cámara alta, con timidez, amagó un par de ocasiones para concretar una resolución. La traba llegó cuando el Gobierno percibió que el kirchnerismo estaba dispuesto a acordar con la UCR para que votaran dos para el interbloque de José Mayans (Formosa) y otro para el centenario partido. La cuenta que soñaba la Casa Rosada -en amplia minoría y a plena fractura de delgados hilos que sostenían las relaciones con dialoguistas- era de uno para el conjunto peronista, otro para radicales y un tercero para el oficialismo o un PRO violáceo, como última opción. De hecho, Mayans y el experimentado peronista disidente Juan Carlos Romero (Salta) presentaron iniciativas para ofrecer otra vía. Ambas comparten la disminución de los mandatos: pasarían de ocho a cuatro años, con posibilidad de reelección. Es decir, actualizados a la realidad de los gobiernos y renovaciones parlamentarias, en general. Un ítem con leves diferencias apunta a la remuneración de los auditores: el del formoseño habla de ser “equivalente” a de legisladores -sin aclarar cuáles, dada la diferencia entre las dietas de Diputados y Senadores-, mientras que el segundo impone que no perciban “un monto mayor a la dieta percibida” por los integrantes de la Cámara alta. El titular de la Auditoría General de la Nación (AGN) y legislador porteño electo por el kirchnerismo, Juan Manuel Olmos (Maximiliano Luna) El texto de Mayans -acompaña la bonaerense Juliana di Tullio- propicia la ampliación de siete a nueve miembros, mientras que el de Romero sostiene la vigente de siete: tres por Diputados, tres por el Senado y la titularidad de la AGN, hoy en manos de Olmos. No obstante, la elección de octubre pasado podría acelerar tiempos. Y ahí se asoma el seguro de una granada que estallaría a la bancada que comanda el correntino Eduardo Vischi, que pasó de aliado fiel del Ejecutivo a enemigo acérrimo en un abrir y cerrar de ojos, tras la decisión de La Libertad Avanza de ir con candidato propio a la elección a gobernador. Los violetas quedaron cuartos, aunque en los comicios nacionales de octubre obtuvieron un segundo puesto, muy cerca del oficialismo provincial triunfante. Un potencial aterrizaje de la AGN en el recinto ya contaba con una postura en la UCR: pelear un lugar para el exsenador y actual prosecretario del bloque Naidenoff. El inconveniente es que, a pesar de haber sellado eso con una votación interna, días atrás surgió el nombre de Zimmermann -termina su mandato en diciembre- y, como suele ocurrir, se abrió una guerra. El chaqueño ahora es apoyado por Vischi, que cambió de ficha. Esto puso el grito en el cielo de, por ejemplo, Carolina Losada (Santa Fe). “Si hay sesión, fuimos”, confiaron a este medio desde un despacho que sigue la trifulca. Todo esto, en realidad, se convertiría en una ganancia sin transpirar para el Gobierno y, en particular, para la futura jefa libertaria en el Senado, Patricia Bullrich, quien vislumbra entre 38 o 40 legisladores del oficialismo y aliados como meta. Para el quorum se precisan 37. La ministra de Seguridad habló con varios legisladores de diferentes espacios, incluido el kirchnerismo. En esos guarismos no se considera, por caso, a la oscilante Natalia Gadano (Santa Cruz), calificada por libertarios de “impredecible” y “poco confiable”. La ministra de Seguridad y futura líder libertaria en la Cámara alta, Patricia Bullrich Mientras tanto, La Libertad Avanza ya respeta a rajatabla las directivas de Bullrich -entronizada por Javier y Karina Milei como la única interlocutora del Senado con el Gobierno- y, para sorpresa de nadie, se pelea por las comisiones. En la reunión informal realizada el miércoles último con la vigente ministra -en las oficinas que tiene en el anexo la puntana Ivanna Arrascaeta-, los participantes dejaron un papel con las siete que cada uno quisiera trabajar o, en el mejor de los casos, presidir. “Hasta las sombras de los legisladores electos aparecieron con reclamos”, señaló a Infobae un soldado libertario. Por otro carril circula el tema de las autoridades, que quedaría -como dicta el reglamento- para la sesión preparatoria de fines de febrero. Allí también se vieron frenos ante las ansiedades de algunos “nuevos”, como el fueguino Agustín Coto, que pretende ponerse el traje de presidente provisional. Hay varios que lo elogian por su capacidad; en tanto, otros lo acusan de desprolijidades. Será interesante ver qué resuelve el Gobierno. Hoy está el puntano Bartolomé Abdala, uno de los pocos que puso la cara -otro fue el jujeño Ezequiel Atauche, y hay menos conocidos que hicieron mucho más- en los peores momentos que tuvo el Ejecutivo durante el corriente año, mientras otros se jactaban de las desgracias del primer mandatario en privado y reflexionaban en redes. Fue hace casi nada.
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