15/11/2025 10:48
15/11/2025 10:46
15/11/2025 10:45
15/11/2025 10:45
15/11/2025 10:44
15/11/2025 10:43
15/11/2025 10:43
15/11/2025 10:42
15/11/2025 10:41
15/11/2025 10:41
Parana » El Once Digital
Fecha: 15/11/2025 09:30
Un especialista advirtió sobre los efectos del mal descanso en la salud, tanto en adultos como en niños. Asegura que la falta de sueño afecta el sistema inmunológico, el aprendizaje y el crecimiento, y recomienda dormir entre 7 y 9 horas por noche. El descanso adecuado es fundamental para el bienestar general, pero "no dormir bien trae consecuencias a corto, mediano y largo plazo", subrayó Pablo Ferrero, médico especializado en sueño. En su intervención, el experto destacó que los efectos negativos de una mala calidad de sueño no solo afectan el estado de ánimo o el rendimiento, sino que también inciden en el funcionamiento de los órganos vitales, lo que pone en evidencia la importancia de mantener buenos hábitos de descanso. Ferrero explicó que las consecuencias de no dormir lo suficiente se extienden más allá de la fatiga y el cansancio. Según el médico, “a mediano y largo plazo tiene consecuencias mucho peores”. Este efecto se da tanto en adultos como en niños, pero con particularidades en cada grupo. En los niños, el mal descanso "afecta el aprendizaje, la memorización y el crecimiento porque la hormona del crecimiento se libera durante el sueño". Este proceso es clave para el desarrollo físico y cognitivo, y su interrupción puede tener efectos duraderos. Por otro lado, en los adultos, los efectos son igualmente graves. El especialista precisó que “en los adultos bajan las defensas y afecta el sistema inmunológico”. Además, señaló que la falta de sueño “hace que el cerebro no funcione bien y por cascada impacta en el funcionamiento de los órganos”. Esto incluye el sistema cardiovascular, el sistema digestivo y otros órganos clave que dependen de la regulación y el descanso adecuado. La siesta: beneficios y riesgos según los expertos En cuanto a las siestas, Ferrero hizo hincapié en la importancia de no abusar de ellas. En su intervención, el médico recordó que “la NASA recomienda 26 minutos de siesta”, una duración que considera ideal para recuperar energías sin caer en el letargo de un descanso prolongado. Sin embargo, advirtió que “si dormís más de 15 o 20 minutos te levantás abombado”, lo que indica que el ciclo de sueño podría interrumpirse antes de completar su fase reparadora. El especialista también aclaró que, en las personas con insomnio, la siesta “no es aconsejable”. En su opinión, recurrir a la siesta como una forma de “recuperar” el sueño perdido durante la noche no es una solución adecuada. Ferrero subrayó que este comportamiento solo contribuye a desajustar aún más el ciclo de sueño, lo que a largo plazo puede generar problemas mayores de insomnio y trastornos relacionados con el descanso. Ferrero fue claro al respecto: “Si tu modus operandi es dormir mal y recuperar en la siesta, no es lo más beneficioso”. Según su opinión, lo ideal es establecer una rutina de sueño regular durante la noche, evitando depender de las siestas como una “compensación” por la falta de descanso adecuado. La relación entre el sueño y el cortisol: un círculo vicioso Uno de los puntos más sorprendentes que destacó Ferrero es la relación entre el sueño y el cortisol, la hormona del estrés. El experto explicó que, aunque algunas personas pueden rendir a pesar de dormir pocas horas, esto se debe a una “compensación” del cuerpo a través del aumento del cortisol. “Lo que hace el cuerpo para compensar esas horas es elevar totalmente el cortisol, la hormona del estrés, y estresa muchísimo para que la persona esté igualmente despierta a pesar de haber dormido muy poco”, detalló el especialista en LN+. Este proceso, sin embargo, no es sostenible a largo plazo y tiene consecuencias para la salud. Ferrero hizo una advertencia importante: “El cortisol también engorda, un 50%”. Esto significa que la falta de sueño no solo afecta el bienestar emocional y cognitivo, sino que también puede contribuir al aumento de peso y otros problemas metabólicos. El cortisol está vinculado a la acumulación de grasa abdominal, lo que pone en evidencia que el estrés relacionado con el mal descanso tiene implicancias mucho más allá de la fatiga o el mal humor. El descanso adecuado es clave para mantener una buena salud física y mental. Los expertos coinciden en que dormir entre 7 y 9 horas por noche es lo ideal para la mayoría de los adultos, aunque cada persona tiene una “necesidad específica” de sueño, tal como señaló Ferrero. La clave está en identificar cuál es el ritmo y la duración del descanso que mejor se adapte a cada individuo, para evitar los efectos negativos que el mal dormir puede tener a largo plazo. (Fuente: Diario La Nación)
Ver noticia original