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Parana » AIM Digital
Fecha: 15/11/2025 08:01
El Día Mundial sin Alcohol llama la atención sobre los efectos silenciosos del consumo excesivo: desde enfermedades hepáticas y cardiovasculares hasta problemas mentales y emocionales. Cada año, esta conmemoración nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestra salud y prevenir daños evitables. Es una ocasión para revisar nuestros hábitos, adoptar conductas más saludables y fomentar el bienestar individual y colectivo. ¿Qué es el Día Mundial sin Alcohol y cuándo se conmemora? La Organización Mundial de la Salud estableció el 15 de noviembre como Día Mundial sin Alcohol, con la finalidad de visibilizar el problema del consumo nocivo de bebidas alcohólicas, especialmente entre adolescentes y jóvenes de todo el mundo. Esta conmemoración busca generar conciencia sobre los riesgos que tiene el consumo excesivo o desmedido de alcohol para la salud individual —como daños físicos, mentales o sociales— y también involucrar a la sociedad en general para generar cambios de comportamiento colectivo. ¿Por qué se estableció esta jornada? La OMS define el consumo de bebidas alcohólicas como una sustancia psicoactiva, tóxica y que puede generar dependencia. Entre los principales objetivos de esta jornada están: Promover la comprensión de que el consumo nocivo de alcohol es un problema de salud pública global. Incentivar políticas de control del alcohol —como impuestos más altos, restricción de publicidad y regulación de la disponibilidad— que la OMS señala como eficaces para reducir el daño causado por el alcohol. Fomentar la investigación, la recogida de datos y el seguimiento constante del impacto del alcohol en la salud, así como la difusión de buenas prácticas entre países. Por ejemplo, los datos más recientes de la OMS indican que, a escala global, en 2019 hubo aproximadamente 2.6?millones de muertes atribuibles al consumo de alcohol. Esta jornada sirve para reforzar ese llamado y mantener el tema en la agenda de salud pública internacional. Cifras globales de alcohol Según el informe estadístico de la OMS de 2023, el consumo per cápita de alcohol (personas de 15 años o más) fue de aproximadamente 5.5 litros de alcohol puro por persona en 2019. En la región de las Américas, los daños asociados al alcohol representan aproximadamente 5.5?por ciento de todas las muertes y 6.7?por ciento de los años de vida ajustados por discapacidad (Avad). En Europa se reporta un consumo aún más elevado: en 2019, los adultos de esa región consumían en promedio 9.2?litros de alcohol puro al año. En México, se ha dado un paso importante: en 2023, el país actualizó sus Guías Alimentarias para la Población, introduciendo la recomendación de evitar el consumo de alcohol o restringirlo severamente. Esto refleja una estrategia de políticas públicas orientada a la prevención. Consecuencias para la salud física, mental y social del alcohol El consumo excesivo o nocivo de alcohol tiene múltiples efectos adversos para la salud y el entorno social: La OMS señala que el consumo de alcohol está relacionado con más de 200 enfermedades y afecciones, entre ellas enfermedades hepáticas, cardiovasculares, varios tipos de cáncer, lesiones, suicidios y violencia. En Europa, por ejemplo, se estima que el alcohol contribuye al 40?por ciento de las muertes por enfermedades no transmisibles (ENT) en la región, y está implicado en más del 35?por ciento de las muertes por accidentes de tránsito o violencia. El daño no solo afecta a quien consume, sino también a terceros: familias, comunidades y sistemas de salud se ven afectados por el comportamiento relacionado con el consumo de alcohol. Por ello, la prevención del alcohol tiene implicaciones que van más allá de lo médico —se trata también de un reto social y económico. Estrategias de prevención y control Para reducir el impacto del consumo nocivo de alcohol, los expertos recomiendan una combinación de medidas individuales, comunitarias y políticas: Implementar políticas públicas efectivas, por ejemplo, aumentar los impuestos al alcohol, restringir su publicidad y limitar el acceso, medidas que la OMS considera “intervenciones de alto impacto”. Promover programas de detección temprana y tratamiento en la atención primaria de salud para identificar patrones de consumo nocivo y ofrecer apoyo. Realizar campañas de educación, sensibilización y concienciación sobre los riesgos del alcohol, dirigidas particularmente a jóvenes y grupos vulnerables. Mantener vigilancia, recopilación de datos y evaluación de políticas para asegurar que las intervenciones sean eficaces y se adapten a los contextos locales. El Día Mundial sin Alcohol ofrece una oportunidad clave para reflexionar sobre el impacto que el consumo de bebidas alcohólicas tiene en nuestra salud, en nuestras comunidades y en la sociedad en general. Ese 15?de noviembre se convierte en un momento para generar conciencia, revisar hábitos y fomentar una cultura de prevención. Aunque los avances existen —como las nuevas guías en México o políticas internacionales más rigurosas— el consumo nocivo de alcohol sigue generando millones de muertes y daños evitables en todo el mundo. Con información, políticas públicas efectivas y compromiso social, es posible reducir ese impacto y mejorar la salud colectiva.
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