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Parana » El Once Digital
Fecha: 13/11/2025 09:30
Brenda Torres fue asesinada en julio en una vivienda de barrio Chateau Carreras. La fiscalía imputó a Gustavo Martín Lencina y Christian Alexis Aranda por femicidio, con pruebas que incluyen filmaciones, restos hallados en la casa y una confesión espontánea. El crimen de Brenda Laiza Belén Torres, de 23 años, ingresó esta semana en una nueva etapa judicial con la elevación a juicio de los dos hombres acusados por su muerte. La causa, investigada desde el 25 de julio, se basa en pruebas fílmicas, testimonios y pericias científicas que ubican a Gustavo Martín Lencina, de 53 años, y Christian Alexis Aranda, de 38, como presuntos responsables del femicidio cometido en una vivienda de barrio Chateau Carreras, en la ciudad de Córdoba. El hallazgo de restos humanos en bolsas de basura, primero cerca del estadio Kempes y luego en otros puntos de la zona, motivó una pesquisa que permitió localizar la casa donde se produjo el ataque. En el patio del domicilio, los investigadores encontraron enterradas más partes del cuerpo de la joven. Encontraron el resto del cuerpo de la joven hallada descuartizada en Córdoba: hay dos detenidos Avance de la investigación Las detenciones se concretaron al allanar la vivienda donde vivían los imputados. Según consta en el expediente, cuando Lencina fue subido al patrullero, Aranda se quebró y dijo a los policías: “Los dos le pegamos y la cortamos”. Si bien esa afirmación no fue realizada ante fiscal ni defensor, la jurisprudencia permite considerarla como un elemento de valoración inicial. Ambos se abstuvieron de declarar luego ante la Fiscalía y mantienen silencio desde su detención. Quién era Brenda Torres, la joven de 24 años descuartizada en Córdoba Pruebas centrales del expediente El fiscal Horacio Vázquez sostiene que Brenda fue asesinada entre el 20 y el 24 de julio, tras ingresar a la casa donde residían los acusados. La joven, en situación de extrema vulnerabilidad y alejada de su familia, habría aceptado permanecer en el lugar, donde consumía sustancias junto a ambos hombres. Las pericias indican que la víctima recibió entre tres y seis puñaladas en el tórax, heridas que afectaron corazón y pulmón derecho. Las lesiones fueron provocadas cuando aún estaba con vida. En la vivienda se hallaron rastros de sangre en una habitación y un baño, compatibles con una muerte violenta. En el celular de Aranda se detectaron búsquedas relacionadas con “Anatomía del cuerpo humano”, así como consultas reiteradas de contenido pornográfico antes y después del hecho. Además, los investigadores localizaron en Google Maps distintos puntos donde luego aparecieron restos humanos. En el celular de Aranda, se hallaron numerosos diálogos con mujeres por servicios sexuales pactados para él y para Lencina (agendado como “el Tío Caravanero”). En la fiscalía, entienden que ambos “se aprovechaban” de mujeres vulnerables para “satisfacer apetitos sexuales”. Filmaciones y seguimiento policial El análisis de cámaras permitió avanzar en la causa. En una de las secuencias se observó a un hombre en una moto azul y blanca depositando bolsas en un sector donde luego se hallaron restos. El acusado fue identificado como Lencina, quien residía en la casa allanada en calle Hornero 574, a metros de Circunvalación. Donde encontraron los restos de Brenda Torres Los perros de búsqueda marcaron un sector del patio y, tras excavar a 40 centímetros, los bomberos localizaron restos enterrados. Acusación por femicidio La Fiscalía calificó el hecho como homicidio agravado por mediar violencia de género, delito cuya pena máxima es prisión perpetua. Según el dictamen, los imputados actuaron en un contexto de asimetría de poder, aprovechando la vulnerabilidad de la joven y ejerciendo violencia física y psicológica. Brenda Laiza Belén Torres El expediente también incorpora testimonios vecinales que describen antecedentes de conductas violentas hacia mujeres por parte de ambos acusados. En los teléfonos secuestrados, se encontraron diálogos vinculados a la contratación de servicios sexuales y contactos con mujeres en situación de vulnerabilidad. Perfil de los acusados Lencina y Aranda se desempeñaban como guardias de seguridad informales y eran conocidos en el barrio como “tío y sobrino”, aunque no mantenían vínculo familiar. La vivienda donde residían pertenece a la familia de Lencina, cuyos padres ya fallecieron. Los investigadores señalan que la hermana de Lencina se retiró del domicilio tiempo atrás debido a problemas de convivencia asociados al consumo de alcohol y episodios de violencia. “Los rasgos de personalidad violenta hacia las mujeres como una constante en el historial de vida de los coimputados, y no como un hecho puntual y aislado, se pueden inferir, además, de los datos de la encuesta vecinal que aportan que Lencina era conocido en el barrio por ser violento hacia una expareja suya, a quien agredió incluso en la vía pública; del relevamiento de sus teléfonos, que evidencia una conducta de acoso hacia mujeres vulnerables para solicitar trato sexual, y del propio Aranda, quien reveló una relación de índole agresiva con una expareja (le quemó el certificado analítico de la secundaria)“, se lee en la resolución del fiscal Vázquez. Una víctima invisible Brenda Torres llevaba un año desaparecida y no tenía vínculos familiares activos. Vivía en situación de calle y atravesaba una adicción severa. Para la fiscalía, quienes la llevaron a la casa “se aprovecharon de su extrema vulnerabilidad y de su condición social”. El juicio oral buscará establecer la responsabilidad de ambos imputados y clarificar las circunstancias del femicidio que conmocionó a Córdoba en julio. La causa continúa incorporando elementos probatorios antes de la instancia de debate. (fuente La Voz)
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