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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/11/2025 03:06
Los controles visuales regulares permiten detectar enfermedades oculares en adultos mayores y preservar la autonomía en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae) A medida que la población envejece, los ojos experimentan transformaciones que aumentan el riesgo de enfermedades capaces de poner en jaque la autonomía y reducir la calidad de vida. Harvard Health advierte que la detección temprana, a través de exámenes oculares regulares, es clave para identificar y tratar a tiempo afecciones. Estas afectan con mayor frecuencia a los adultos mayores y pueden disminuir la independencia si no se tratan adecuadamente. Si bien el envejecimiento ocular constituye un proceso inevitable, existen estrategias de prevención y opciones terapéuticas que resultan determinantes para conservar la función visual por más tiempo. A continuación, se detallan lascuatro enfermedades oculares más frecuentes en la vejezy sus principales características. 1. Cataratas Las cataratas representan la causa más común de visión borrosa en las personas mayores. Esta afección consiste en la pérdida progresiva de transparencia del cristalino, lo que provoca dificultad para enfocar, deslumbramientos con las luces y una percepción apagada de los colores. Su desarrollo es gradual, por lo que los síntomas suelen pasar desapercibidos durante los primeros años, hasta que la pérdida visual se vuelve significativa y afecta la vida cotidiana. La detección temprana de cataratas mediante exámenes oftalmológicos ayuda a evitar la pérdida de visión y mejora la calidad de vida (Imagen Ilustrativa Infobae) De acuerdo con Harvard Health, los oftalmólogos pueden detectar estos cambios mediante exámenes de rutina, que incluyen revisiones de la agudeza visual y valoración del cristalino. Si bien la cirugía para extraer el cristalino opaco y colocar una lente artificial es actualmente el tratamiento más efectivo y seguro, no existe un momento universal para la intervención: la decisión se basa en el impacto que la catarata tiene en las actividades diarias del paciente. 2. Glaucoma El glaucoma suele estar relacionado con el aumento de la presión intraocular debido a la acumulación de líquido en la parte frontal del ojo, lo que presiona y daña el nervio óptico de forma irreversible. Esta enfermedad avanza sin síntomas evidentes hasta etapas avanzadas, por lo que su detección temprana depende de controles preventivos. Harvard Health destaca que la tonometría, junto con el examen del nervio óptico y pruebas de campo visual, es fundamental para el diagnóstico precoz. El tratamiento, que incluye colirios, láser o cirugía, busca reducir la presión ocular y evitar daños mayores, ya que la pérdida visual causada por glaucoma no se recupera. 3. Degeneración macular asociada a la edad (DMAE) La degeneración macular asociada a la edad dificulta tareas cotidianas y requiere diagnóstico precoz para frenar su avance (Imagen Ilustrativa Infobae) La degeneración macular asociada a la edad afecta la mácula, una pequeña zona en el centro de la retina imprescindible para la visión nítida y central. Esta enfermedad puede dificultar tareas tan habituales como leer, reconocer rostros o conducir. Existen dos formas principales: DMAE seca: Es la más frecuente y progresa lentamente. Se caracteriza por el adelgazamiento de la mácula y la acumulación de depósitos denominados drusas. DMAE húmeda: Es menos común pero más agresiva. Ocurre cuando vasos sanguíneos anómalos crecen bajo la retina, provocando una rápida y grave pérdida de visión. Según Harvard Health, diversas terapias han demostrado eficacia: en el caso de la forma seca, ciertos complejos vitamínicos de alto contenido en antioxidantes logran ralentizar la progresión. Para la forma húmeda, las inyecciones de fármacos antiangiogénicos y el láser han permitido preservar la visión o retrasar el avance de la enfermedad. La detección temprana mejora de forma significativa el pronóstico. 4. Retinopatía diabética Laretinopatía diabética ocurre cuando el exceso de glucosa daña los vasos sanguíneos de la retina, generando microaneurismas y hemorragias que, si progresan, pueden afectar gravemente la visión. Harvard Health recomienda un control estricto de la glucemia y la presión arterial para prevenirla. La cirugía de cataratas y los tratamientos con láser o medicamentos ofrecen soluciones efectivas para las principales enfermedades visuales en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae) Los tratamientos incluyen láser, medicamentos intravítreos y, en casos graves, cirugía. Los controles oftalmológicos periódicos son fundamentales, ya que la enfermedad puede avanzar sin síntomas visibles. Medidas para preservar la salud visual en la vejez Para mantener una visión saludable y preservar la autonomía, Harvard Health recomienda las siguientes acciones: Realizar exámenes oftalmológicos de rutina, incluso en ausencia de síntomas. Controlar y tratar enfermedades sistémicas como diabetes e hipertensión. Mantener hábitos de vida saludables: una dieta equilibrada, evitar el tabaquismo y proteger los ojos ante la exposición solar mediante gafas con filtro UV. Consultar de inmediato ante cualquier cambio repentino en la visión o aparición de molestias persistentes. La detección temprana maximiza las posibilidades de tratamiento y recuperación. Adoptar hábitos saludables, como una dieta equilibrada y protección solar ocular, reduce el riesgo de enfermedades visuales en adultos mayores (Imagen Ilustrativa Infobae) Un control estricto de los niveles de glucosa y de la presión arterial resulta determinante para minimizar el riesgo de padecer complicaciones visuales graves, especialmente en la población diabética, según destaca el informe de Harvard Health. Envejecer no significa resignarse a perder la visión: un enfoque preventivo y la consulta regular con profesionales de la salud visual pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de los adultos mayores. Cuidar los ojos es clave para preservar la independencia y el bienestar en esta etapa de la vida.
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