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Parana » El Once Digital
Fecha: 10/11/2025 23:30
El ministro se mostró expectante por el tratado con el país gobernado por Donald Trump y afirmó que “es muy beneficioso para ambos”. Además, insistió en la necesidad de negociar con los gobernadores para conseguir los apoyos en el Congreso. El ministro de Economía, Luis Caputo, explicó que se siente “cómodo con cualquier precio del dólar que esté dentro de la banda como va a estar. Estoy cómodo porque sé que no puede pasar el techo de la banda. Preferiría que no fuera al piso de la banda cambiaria. Si hoy fuera muy por debajo, no le haría ningún bien a la economía”. Con esa frase, el funcionario dejó en claro que el régimen de bandas cambiarias seguirá siendo la columna vertebral de la política cambiaria del Gobierno. En su opinión, liberar completamente el tipo de cambio no es la mejor opción en el actual contexto. Caputo dijo que “la gente hoy quiere previsibilidad y le estamos dando eso con las bandas”. Por qué mantener las bandas cambiarias El ministro así defendió un esquema que, según su visión, brinda estabilidad en un sistema aún frágil. “La gente no quiere sorpresas ni ver que el dólar se fue a $1.700 porque pasó algo. Además, Argentina tiene todavía una situación de demanda de dinero muy frágil. Ante cualquier situación de incertidumbre, sea generada por algo político o un shock externo, la demanda puede caer mucho más de lo que cae en un país normal. La reacción de la gente cuando pasa eso es ir al dólar. Esto no es común en todos los países”, señaló. Y agregó: “Si flotáramos, hasta podría funcionar bien. Pero esa decisión, ajustada por riesgo, no vale la pena. Porque lo que estamos haciendo con las bandas es flotar de manera gradual. Estamos logrando el mismo efecto, pero dándole más tranquilidad a la gente. Si el dólar sube al techo de la banda, de ahí no pasa. Así que andá a dormir tranquilo que con el dólar no pasa nada”. Con esa metáfora final, Caputo buscó disipar temores acerca de una devaluación súbita y reforzar la credibilidad de la política. Evolución de la economía y la inflación Caputo también adelantó que tras las elecciones legislativas se percibió un cambio de clima en la economía. “Hubo un cambio al día siguiente de la elección. El parate económico era producto del riesgo kuka. Pero las elecciones fueron un espaldarazo espectacular y vamos a ver una recuperación inmediata que se va a manifestar en el cuarto trimestre. El año que viene, Argentina podría estar creciendo al 5 % o 6 %”, estimó el ministro. En cuanto a precios, admitió que reducir la inflación desde niveles de dos dígitos “es más difícil” que hacerlo cuando ya está baja, pero se mostró optimista: sostuvo que “dentro de los próximos doce meses, Argentina va a ir convergiendo a inflaciones internacionales” y proyectó que el IPC “podría perforar el 1 % mensual hacia mitad de 2026”. Al mismo tiempo, explicó que la reciente suba de tasas de interés, previa a las elecciones, fue una medida temporal: “Siempre dijimos que después de las elecciones se iba a normalizar. En la medida que sigamos bajo este rumbo de ortodoxia fiscal y monetaria, la inflación va a seguir bajando y eso va a generar que las tasas sigan bajando”. Inversiones y régimen laboral El ministro destacó que ya se había registrado el ingreso de nuevas inversiones, hecho clave para sostener la recuperación y estabilizar el tipo de cambio. Además, anticipó tres grandes iniciativas que el Gobierno enviará al Congreso durante las sesiones extraordinarias: la Ley de Presupuesto 2026, el proyecto de “Principio de Inocencia Fiscal” y una reforma laboral. Sobre esta última, explicó que desde el Ministerio de Economía “le vamos a agregar algunos lineamientos que creemos que van a incentivar todavía más la formalización. Por ejemplo, estamos viendo de bajar las cargas patronales y reemplazarlas por un fondo de cese de manera que a los empleadores no les cueste más plata, pero tengan mayor certidumbre en cuanto a que habrá una disminución de sus costos y de la litigiosidad”. Respecto al impuesto a las Ganancias, reveló que “se analiza una reducción significativa en las deducciones para personas humanas: eso le va a permitir a cualquiera que pague Ganancias poder deducir desde una cafetera hasta la cuota que paga de un crédito hipotecario. Esto le da el incentivo a la gente para pedir factura y eso formaliza todavía más la economía, que es lo que queremos lograr con la reforma laboral”. Y agregó: “El Ministerio de Economía también trabaja en un nuevo régimen de creación de empleo: va a ser muy ventajoso para los empleadores para contratar gente. Argentina no crea empleo desde 2011. Para bajar impuestos, necesitamos que el país crezca. Subir impuestos no es una opción. Por eso apuntamos a que crezca el nivel de formalidad y la economía. Si crece la base, todos tenemos muchos más recursos para bajar impuestos”. Contexto político y acuerdo comercial con EE.UU. Consultado sobre la oposición, Caputo expresó que le “gustaría ver un peronismo mucho más racional y que la alternativa en 2027 no implique más capitalismo o comunismo”, al tiempo que cuestionó al kirchnerismo por haber tenido “muchas oportunidades” y sostuvo que “no puede ser que esta siga siendo la alternativa nacional”. Además, confirmó que Argentina firmará próximamente un acuerdo comercial con Estados Unidos. Según adelantó, el pacto “ya está listo” y será anunciado por Washington: “Es un acuerdo muy beneficioso para ambos países y, definitivamente, para el nuestro”, concluyó el ministro. Qué implicaciones tiene para la Argentina El esquema de bandas cambiarias defendido por Caputo busca otorgar un mayor grado de previsibilidad al mercado cambiario, lo cual puede contribuir, según el ministro, a reducir la demanda de dólar como refugio en escenarios de incertidumbre. En un país donde la confianza en el peso suele erosionarse con rapidez, asegurar que la cotización no sobrepasará el techo de la banda puede funcionar como ancla psicológica y operativa. La proyección de inflación por debajo del 1 % mensual hacia mediados de 2026 marca un horizonte ambicioso, que si se cumple implicará una profundización de la desinflación y mayor margen para que las políticas de tasas y gasto ganen en credibilidad. Al mismo tiempo, los estímulos a la formalización laboral, la reducción de cargas patronales y una reforma del impuesto a las Ganancias apuntan a reforzar la estructura de empleo y recaudación, pilares necesarios para sostener crecimiento y estabilidad. El anuncio de un acuerdo comercial con Estados Unidos también será clave: representa una señal de apertura exterior, de acceso a mercados más amplios y de integración internacional que puede favorecer el ingreso de inversiones y la mejora de la balanza comercial. Desafíos y riesgos No obstante, los objetivos anunciados por Caputo enfrentan varios desafíos. Mantener el esquema de bandas cambiarias exige que las reservas internacionales del país estén suficientemente sólidas, y que la política monetaria y fiscal estén coordinadas. Cualquier deslizamiento podría generar tensiones cambiarias que pongan en jaque el mecanismo. Por otro lado, aunque proyectar inflación por debajo del 1 % mensual resulta alentador, para alcanzarlo Argentina deberá asegurar que las expectativas de precios estén alineadas, que la circulación de pesos esté controlada, y que el crecimiento económico no se logre mediante ajustes que luego generen efectos negativos en el mercado laboral o en el consumo. Las reformas laborales y tributarias pueden generar resistencia sectorial, en especial si las condiciones para los empleadores son exigentes o si los beneficios tardan en materializarse. La credibilidad del Gobierno para entregar lo prometido, y el acompañamiento del sector privado y social, serán esenciales. Finalmente, el pacto con Estados Unidos, aunque prometedor, dependerá de las negociaciones concretas, de los plazos de implementación y de la manera en que se traduzca en flujos de comercio e inversión que impacten en la economía real. En resumen El ministro de Economía, Luis Caputo, lanzó una voz de optimismo con base en política económica definida: ratificó el esquema de bandas cambiarias para el dólar, proyectó una inflación que podría perforar el 1 % mensual hacia mediados de 2026, anunció nuevos proyectos de ley para formalización laboral y deducciones de Ganancias, y adelantó un acuerdo comercial con Estados Unidos. “Estoy cómodo porque sé que no puede pasar el techo de la banda”, afirmó. Con esa frase, sintetizó su apuesta: previsibilidad, estabilidad cambiaria y confianza para que la economía retome crecimiento. Si los hechos acompañan, el horizonte que dibujó podría marcar un punto de inflexión para el país. Pero los riesgos siguen presentes: el desafío será convertir las promesas en resultados reales y sostenidos.
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