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  • Señal de alerta: cuántos kilómetros se pueden hacer con la reserva del tanque de combustible y cuáles son los riesgos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 10/11/2025 14:40

    Cada auto tiene una diferente reserva de combustible, que varía entre los 50 y los 120 km de autonomía. (Imagen Ilustrativa Infobae) Lo que en otros tiempos se lo conocía como tanque de reserva en la actualidad ya no existe. La boca de carga de combustible es una sola, pero lo que antiguamente era un reservorio aparte que se debía abrir empujando un botón con el dedo en la misma boca de carga ha desaparecido. Hoy, al llenar el tanque, cada auto carga los litros que tiene la capacidad declarada por el fabricante, a los que se suman entre dos y cuatro litros adicionales que son los que entran en el circuito de combustible que sale del depósito hasta el motor. Un error que suele cometerse al llenar el tanque es seguir agregando combustible cuando ya cortó automáticamente la manguera, porque al hacerlo se tapa con nafta la respiración del tanque y se inhibe el sistema de recirculación. Frente a un fin de semana extra largo de cuatro días como el que se avecina entre el 21 y el 24 de noviembre, muchos argentinos saldrán a las rutas para tomar un descanso en destinos un poco más alejados de los que se suelen buscar para un fin de semana normal o uno con un solo feriado adicional. Así, conocer la autonomía de un auto siempre permite programar un viaje de mejor manera. Es ahí cuando entran en juego dos variables, la del estilo de conducción que determina si se pueden hacer más o menos kilómetros con un tanque y la de la capacidad del depósito de combustible, que incluye ese resto de nafta que queda pero en los que la computadora ya no marca cuánto se puede seguir adelante. Al salir a la ruta es recomendable parar a repostar combustible antes que se alcancen los litros de la reserva. pvproductions/Freepik Sobre cómo manejar para consumir menos combustible en ruta, lo único que se puede decir es que un motor de combustión interna, mientras se utilice en cambios altos y la velocidad máxima permitida, tendrá una autonomía similar a la que especifica el manual del vehículo. Si se hacen cambios a altas RPM o se circula por encima de los 130 km/h, el consumo aumentará. Es matemático. Pero la capacidad de la reserva, es decir de los últimos litros del tanque, varía de acuerdo a cada vehículo. En general, cuanto menor capacidad tiene el depósito, menor es la reserva desde que se enciende la luz del tablero indicando nivel bajo de combustible. Las pick-up, en cambio, suelen tener más litros porque los tanques son más grandes. El 10% de un tanque de 45 litros no es lo mismo que el 10% de uno de 80 litros. Sin embargo, el consumo no siempre es menor en el auto más pequeño, porque el peso que suma una pick-up con cuatro pasajeros con su equipaje personal es el mismo (entre 200 y 250 kg) que se aplica sobre un auto chico, pero este tiene menos potencia y consumirá más combustible para llevar ese peso adicional. Los autos modernos ya no tienen tanque adicional. La reserva es el fondo del depósito único de combustible. REUTERS/Raquel Cunha La reserva de los autos más vendidos La capacidad de la reserva de los autos más vendidos del mercado sirve como referencia para vehículos similares. Aunque lo más lógico sería indicar los litros, el cálculo para los usuarios sería más complicado y confuso, por lo tanto la mayoría de las marcas prefieren declarar kilómetros, y siempre en relación al consumo que está detectando la computadora que hace el cálculo, lo que permite extenderlo un poco más si se baja la velocidad. Un Fiat Cronos, por ejemplo, tiene unos 50 km de autonomía desde que se enciende la luz de reserva de combustible, pero un Peugeot 208 tiene 70 km por delante al llegar a esa instancia. Otros modelos de referencia son e Toyota Yaris y el Volkswagen Polo. En el caso del Toyota, la marca declara 6,3 litros de reserva y en el Volkswagen 7,3 litros. Esto lleva la autonomía del primero hasta unos 110 km y la del segundo a casi 120 km. En el caso de los SUV, un Toyota Corolla Cross naftero tiene una autonomía de unos 85 km y uno híbrido puede alcanzar los 140 km desde que se enciende la alerta en el cuadro de instrumentos. En cambio, un Chevrolet Tracker, que tiene un tanque relativamente chico de 44 litros, ofrece unos 50 km de reserva. El nuevo Volkswagen Tera, en cambio, con un tanque de 52 litros puede extender la autonomía cerca de los 120 km. En el rubro de las pick-up, una Toyota Hilux ofrece una autonomía aproximada a los 80 km, la Ford Ranger V6 está en el orden de los 75 km, mientras que una Volkswagen Amarok tiene una reserva capaz de alcanzar los 100 km en las versiones con motor 2.0 litros y de unos 90 km en las de motor V6. Circular con la reserva con frecuencia trae problemas mecánicos y costos adicionales Los peligros de usar la reserva del tanque Más allá de la incómoda situación de quedarse sin combustible en una ruta y tener que pedir un auxilio mecánico o esperar que otro automovilista le permita a uno de los ocupantes del auto trasladarse a una estación de servicio para comprar un bidón de nafta y regresar, usar la reserva del tanque no es recomendable por razones mecánicas y, consecuentemente, económicas. El elemento que lleva la nafta desde el depósito hasta el motor es la bomba de combustible, que está colocada dentro del tanque y está sumergida casi por completo para poder succionar sin que entre aire al sistema, y porque el combustible cumple también la función de refrigeración. Una bomba es eléctrica y al trabajar levanta temperatura. Si está sumergida en combustible esa temperatura se mantiene controlada asegurando su correcto funcionamiento. Pero si se usa el auto con pocos litros y peor aún, con los últimos de la reserva, la bomba trabajará sin esa refrigeración y se sobrecalentará, lo que reducirá indefectiblemente su vida útil. Usar los últimos litros del tanque puede dañar los inyectores del motor, además de generar un mayor consumo de combustible. Fotografía: FreePik Pero no es el único problema mecánico que puede ocurrir. El otro lo puede causar el sedimento que suele producirse por las propias impurezas del combustible, y que por su propio peso específico se depositan en el fondo. Cuando la bomba tiene que succionar esos litros finales suele levantar esa suciedad con el combustible mismo que envía al motor. Aquí el daño puede afectar los inyectores, porque atraviesa el filtro de nafta o gasoil, y llega a hacer combustión, pero también para los catalizadores del sistema de escape, ya que ese sedimento se queda atrapado en los panales cerámicos y acorta sensiblemente la vida útil del catalizador, con lo cual, además de tener que hacer las reparaciones necesarias en ambos elementos, esas fallas generan que el motor consuma más combustible.

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