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» La Capital
Fecha: 09/11/2025 15:59
En Argentina hay unas 9000 has del llamado “oro verde”. El pistacho es un fruto seco con una demanda en franco crecimiento. ¿Quiénes son los inversores locales? “Hasta el color está de moda”, dice el rosarino Francisco Fernández Díaz cuando empieza a hablar de la contundente demanda del pistacho . Este es un fruto seco que nada tiene de novedoso porque existe desde que el mundo es mundo, porque hay registros del árbol de pistacho hace unos seis mil años antes de Cristo. Pero lo que sí es noticia a nivel global es el exponencial aumento de su consumo y la incorporación de ese fruto en muchos productos de la industria alimenticia . Se puede decir sin titubear, que el pistacho está de moda. Con ese marco de fondo, Negocios de La Capital quiso saber quiénes son los inversores rosarinos que se subieron a la producción de este fruto seco. En este informe hablan tres de ellos: Mateo Comba, Eduardo San Martín y Francisco Fernández Díaz , quienes han apostado a este negocio que tiene como particularidad que los rindes se ven a mediano o largo plazo . ¿Por qué? Es que una vez que se coloca la semilla y las raíces, la planta tarda entre seis y ocho años en dar este “oro verde”. En el caso de los tres entrevistados, todos ingresaron en el negocio del pistacho como modo de diversificarse porque son productores de otros cultivos como, por ejemplo, el olivo o las uvas. La zona del país donde invirtieron es San Juan y Mendoza porque ese suelo es propicio para que el cultivo de sus frutos . En líneas generales, lo que necesita el pistacho para salir al mundo es un clima con una amplitud térmica importante: un buen frío en el invierno y calor en el verano. “Se calcula que necesita unas 800 horas de frío en el invierno, hay que saber que el pistacho es originario de Irán por lo cual hay que pensar en un clima de ese estilo ”, describe Mateo. En Argentina el mayor productor de pistacho es justamente un iraní, Marcelo Ighani, quien tiene unas 2000 hectáreas bajo la marca Pisté. Él comenzó hace 35 años con este cultivo en el país, pero el ingreso de más jugadores a este mercado se dio recién hace un par de años. Se calcula que hay unas 9000 hectáreas de este cultivo en el país de las cuales 7000 están en San Juan . En la actualidad, sigue siendo Irán el más fuerte como productor global junto con Estados Unidos, donde California está a la cabeza. También hay producción en España e Italia, pero mucho menor. Así es la planta del pistacho. En el caso del campo de los Comba plantaron la variedad UCB1 que viene desde Estados Unidos. Los tres rosarinos del pistacho Mateo Comba forma parte de una empresa familiar con su padre Jorge a la cabeza. Son cinco hermanos, de los cuales cuatro son ingenieros agrónomos y la única mujer es ingeniera industrial. En lo que respecta al pistacho, tienen un área cultivada de 35 hectáreas que esperan pueda escalar a más. Y, después de seis años de espera, este 2025 les trajo una gran noticia: pudieron ver sus primeros pistachos en la planta. “Uno de mis hermanos, Andrés, se capacitó mucho en el tema del pistacho, investigó y vio la oportunidad de invertir. Lo hacemos también con mis tías y tíos. La variedad que sembramos es la UCB 1, es originaria de Estados Unidos”, cuenta Mateo. Se compra la semilla y el porta injerto que está adaptado climáticamente a la zona. La clave está en tener la planta macho y la planta hembra por separado y el macho es el que hace la polinización. Y eso es lo que demora mucho tiempo. En el caso de Eduardo San Martín, ellos tienen unas 40 hectáreas sembradas en San Rafael. “Yo conocí este negocio en el 2019 por un viaje a San Juan que hicimos con unos compañeros de la maestría en Agronegocios de la Austral. Queríamos ver alternativas de cultivos en Mendoza y San Juan y dentro de las fincas nos llamó la atención el pistacho”. Lo primero fue detectar el terreno preciso para hacer la inversión, porque él explica que “la principal barrera de entrada son los pocos lugares del mundo donde se pueden sembrar. Nosotros teníamos un socio con un terreno en San Rafael que era apto”. Así, junto a Diego Bonoris, crearon la empresa La Pernia SRL. Pero están aún en etapa de espera de sus primeros frutos que calculan que estarán listos recién en cuatro años. 57e7efaf-f0e9-4900-9d9c-8f7dd4204548 Así es el primer fruto que obtuvieron los Comba en San Juan. Foto gentileza Mientras tanto, Eduardo encontró una estrategia para estar en el negocio durante este boom. Lo que hace es comercializar pistacho que fabrican terceros bajo el nombre 9 Quebrachos SRL. “En estos dos o tres años creció tanto la demanda que decidimos con un socio rosarino empezar a distribuirlo. Vendemos como mayoristas, sin fraccionar, en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Lo compra la industria alimenticia en bolsas que el mínimo tiene 50 kilos”, añade. Este plan le permite también tener aceitada la ruta para luego comercializar su propia producción. Por su parte, Francisco Fernández Díaz, cuenta a Negocios que empezó en este segmento en el 2018. Apuestan fuerte, porque ya tienen 140 hectáreas sembradas. Él es ingeniero industrial y fue su papá el que comenzó primero con los olivos en el 2008 y luego junto a un grupo de inversores rosarinos, cordobeses y sanjuaninos apostaron en el 2018 al pistacho. “Era una finca de granado que las transformamos en pistachos. La idea es poder cosechar el año que viene la primera tanda”, explica y adelanta que el objetivo de la empresa es seguir creciendo en superficie y después pasar a la industrialización. Es que el pistacho puede venderse como fruto con cáscara, sino también sin cáscara (que eleva en un 80% su precio) o sumarle valor agregado haciendo pastas y otros derivados. Un producto sin techo y de precio alto Si bien los tres entrevistados coinciden en que se está viviendo una moda del producto, donde la creación del chocolate Dubai lo llevó al estrellato, también tienen claro que el boom pasará pero quedará un piso mucho más alto de demanda que la que había antes. Francisco explica que “es un producto con gran sabor y con muchas ventajas nutricionales. Actualmente, su consumo no tiende a bajar porque cada vez se le descubren más propiedades”. Otro tema es el precio. El pistacho es caro por varias razones, la primera es la cantidad de tiempo que requiere la obtención del primer fruto y la segunda es los pocos lugares en el mundo donde se puede producir pistacho de calidad. “Este es un negocio con una barrera de entrada alta, porque no sólo la inversión es elevada, sino que después hay que seguir invirtiendo durante años y no hay ingresos. Hay que saber esperar”, agrega Francisco. Coincide con él Mateo, quien suma “esta es una inversión a largo plazo, nosotros entramos porque conocíamos la zona, a los proveedores y veníamos con experiencia en el olivo. Lo bueno es que hay una gran demanda mundial donde el chocolate Dubai, el helado de pistacho o la panificación con este producto elevaron su demanda y su precio”. dubai El chocolate que motivó la utilización del pistacho en muchas más combinaciones. En este sentido, Eduardo añade una información bien local: “Rosario tiene una particularidad en la demanda porque es la capital del helado artesanal, entonces los heladeros compran pistacho para hacer su propia pasta, no la compran hecha”. En lo que respecta al precio, es interesante que existe a nivel global un valor de referencia. Si bien no es un mercado físico ni online como puede ser el de la soja, el trigo o el maíz, hay un precio internacional para tomar. Por otra parte, Eduardo explica que: “Hoy la demanda interna excedió la oferta entonces el precio en Argentina es alto. Hay meses que está por encima del valor internacional”. Para lo que es la proyección del negocio, Eduardo -que ya está vendiendo el pistacho producido por colegas- está convencido de que este es un buen negocio, rentable, una vez que el fruto sale a flote. “El pico de demanda estuvo en el 2024/25 y probablemente siga aumentando en el corto plazo. Cuando pase la moda lo que va a ocurrir es que quedará un piso alto de consumo”. 8172d35f-4868-4d41-a113-9e8aad330a6a Mateo Comba es uno de los tres rosarinos entrevistados por Negocios para conocer cómo es el entramado de esta inversión. Foto gentileza Brotes verdes La apuesta de los rosarinos está encaminada. Tras tantos años de espera, los Comba pudieron ver sus primeros pistachos propios y ahora se ilusionan con una producción homogénea que les permita empezar a comercializar. Mateo advierte que falta tiempo para eso y, como buen ingeniero agrónomo, está 100% concentrado en esta etapa. En tanto que, tanto Francisco como Eduardo, están en etapas un poco previas, pero con gran expectativa de poder ser parte de las nuevas generaciones productoras de pistacho en Argentina.
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