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  • Crimen de Pillín Bracamonte: luces y sombras a un año del asesinato que conmovió a la ciudad

    » La Capital

    Fecha: 09/11/2025 15:58

    La causa por el doble crimen del jefe de la barra de Central y su amigo Rana Attardo tiene a cinco imputados, algunos prófugos y varios puntos que permanecen oscuros Se cumple un año del asesinato de Andrés "Pillín" Bracamonte , jefe histórico de Los Guerreros, la barra brava de Rosario Central. Fue después de un partido en el Gigante de Arroyito, al que no podía ingresar por tener prohibida la entrada a los estadios del fútbol argentino. Desde la previa estuvo en el Parque Alem, frente a la cancha, y desde ahí una vez terminado el encuentro con San Lorenzo llegó en una camioneta con su amigo Daniel "Rana" Attardo a la esquina de Avellaneda y Reconquista. Al cabo de unos pocos minutos los dos fueron acribillados por un hombre que logró escapar. Una emboscada tan planificada que todavía no fue esclarecida del todo. Implicó un quiebre en la estructura de la barra brava de Rosario Central pero también en el organigrama de la criminalidad rosarina. Se echó luz sobre nombres que apenas eran rumores en causas judiciales y hoy son prófugos por los que se ofrecen recompensas millonarias. A un año del doble crimen, con tres allegados a Pillín imputados por encubrimiento y otros dos como partícipes necesarios de homicidio, la investigación continúa abierta sin avances concretos sobre los autores materiales e intelectuales. Hubo movimientos en la barra brava que perfilaron una hipótesis todavía no comprobada del todo: lo asesinaron para que ocupara su lugar un grupo ligado a la banda Los Menores, organización criminal vinculada al narcomenudeo y otros delitos. Es la teoría que explicaron los fiscales que investigan el hecho cuando en septiembre pasado en otra causa imputaron a algunos de sus miembros, entre ellos Lautaro "Laucha" Ghiselli , mencionado como el sucesor en el mando del paravalanchas. Todo, según esta hipótesis, bajo decisión de Matías Gazzani , presunto jefe de Los Menores, un hombre con el poder y el respaldo suficiente para mantenerse prófugo de la Justicia. La previa y el encubrimiento La mayoría de testigos que declararon en la investigación por el doble asesinato de Pillín y Rana lo hicieron con identidad reservada. Algunos de ellos luego fueron cuestionados y desestimados al comprobarse que directamente habían mentido. Hubo quienes aportaron datos que lograron encaminar una causa que todavía no tiene entre sus imputados a quienes instigaron ni a quienes ejecutaron el ataque. Otros, cercanos a Pillín, terminaron imputados por encubrimiento y falso testimonio, dándole a esta historia componentes de una posible traición. >> Leer más: Crimen de Pillín Bracamonte: un celular robado, mentiras y pesados de la barra bajo la lupa Algunos vieron a Pillín llegar al Parque Alem entre las 17 y las 18 de aquel sábado 9 de noviembre de 2024. Estuvo con Leila Navarro, hija de Julio "Cara de Goma" Navarro, miembro de la barra asesinado a tiros en 2016. Solían quedarse juntos durante los partidos en las inmediaciones del estadio. Cuando terminó el encuentro la mujer se fue y al rato volvió al enterarse que Pillín había sido baleado. Al llegar vieron al Rana tirado en la calle, que malherido había alcanzado a bajarse de la camioneta, y el marido de Navarro lo cargó en el auto para llevarlo al Hospital Centenario. Allí, de acuerdo a la Justicia, la mujer tomó el celular de Rana y otros elementos que luego desaparecieron y por ese motivo la imputaron por encubrimiento y falso testimonio. Pillin bracamonte.png Los Menores aparecen como sospechosos de la ejecución del doble crimen de Pillín Bracamonte y Rana Attardo. Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital Segundos antes de ser asesinados, Pillín y Rana se encontraron con Leopoldo Martín "Pitito" Martínez y su primo Marcelo Martínez, ambos de la vieja guardia de Los Guerreros que solían parar en la esquina de Avellaneda y Reconquista. Fueron ellos quienes, tras el ataque, se subieron a la camioneta en la que solo había quedado Pillín herido de muerte y lo llevaron al hospital. Los fiscales los ubicaron como quienes participaron del encubrimiento junto a Leila Navarro y también les imputaron falso testimonio por algunas mentiras en sus declaraciones. Creen que fueron quienes convocaron a las víctimas a ese lugar donde los emboscaron. Un crimen con testigos Los fiscales a cargo de la investigación son Georgina Pairola y Luis Schiappa Pietra, quienes describieron al hecho como "un crimen que tiene demasiada organización". "Es una causa muy compleja, hay muchas personas que participaron", indicó Pairola cuando en marzo pasado imputaron a otros dos hombres como partícipes necesarios del doble asesinato. Alejandro "Cani" Zamudio y Alejandro Vázquez fueron señalados como quienes se ocuparon de la logística previa al ataque. Un hermano de este último, Fernando Sebastián "Narigón" Vázquez, investigado por narcotráfico y vinculado a Los Monos, está prófugo por un rol similar a los ya imputados. >> Leer más: Crimen de Pillín Bracamonte: la caída de un pesado y las preguntas por lo que vendrá La acusación planteó que antes del crimen los autores del hecho se juntaron en una casa de Zamudio, ubicada en Sánchez de Loria al 600 bis. Desde allí Alejandro Vázquez y dos personas más, quizás su hermano, salieron en un Citroën Air Cross hacia el Gigante de Arroyito. Otro vehículo, según los fiscales, siguió a la camioneta en la que iban Pillín y el Rana luego del el partido. Del Citroën bajaron dos personas que se acercaron caminando a la camioneta en la que estaba el jefe de la barra canalla. Uno de ellos se aproximó al vehículo por el lado de la ventanilla del acompañante, donde Pillín hablaba con Pitito Martínez, y comenzó a disparar hacia dentro de la camioneta a muy poca distancia. Una vez ejecutado el ataque, explicaron los fiscales, los dos se subieron a una moto Honda Twister en la que un cómplice los esperaba. Los tres huyeron y minutos después abandonaron la moto en Almafuerte al 1100. Al momento del crimen había muchísimos hinchas de Rosario Central sobre Avellaneda, entre puestos de comidas y gente retirándose de la zona. Estaba todo oscuro por el alumbrado público cortado en esa cuadra. Al 911 llegaron 12 llamados entre las 21.46 y las 21.56, todos alertando sobre dos personas heridas a balazos. Minutos después, en el Hospital Centenario y en medio de un caos de hinchas y allegados, los médicos confirmaron la muerte de Pillín y Rana. Bracamonte tenía heridas por cuatro balazos: una en el cuello, dos en el pecho y una en un brazo. Attardo recibió cinco: dos en un brazo y uno de ellos que le alcanzó el pecho, dos en los mulsos y una en el pene. Los conflictos de Pillín Tras el asesinato de Pillín surgieron varias hipótesis ligadas sobre todo al perfil de la víctima y los distintos conflictos o relaciones con el delito que mantuvo aun estando imputado en una causa por lavado de activos. Una de esas hipótesis vinculaba al crimen a las sospechas que ligaban a Bracamonte al narcotráfico a partir de causas federales con barras de Rosario Central imputados. Contexto al que abonó un ataque a tiros ocurrido el 10 de febrero de 2024 contra el country Los Álamos de Ibarlucea en el que vivía. "Piyín devolvé los kilos, ni la fiscalía te va a salvar", decía el mensaje hallado en el lugar. >> Leer más: Crimen del Gordo Samu: Zaramay, Los Monos y la tribuna de Rosario Central Meses después, en agosto de 2024, Pillín sobrevivió a un ataque a tiros en el Parque Alem, tras el clásico con Newell's. Tiempo después, por consejo de su abogado, de manera informal contó en Fiscalía que poco antes del ataque había tenido un cruce con una persona cercana a Lisandro "Limón" Contreras, un personaje por entonces desconocido que a fines de 2024 fue preso imputado como parte de una asociación ilícita conectada con Matías Gazzani, sindicado como líder de Los Menores. GaXNB79WIAAH5T7.jpg Siempre mono nunca sapo: un curioso mensaje en una bandera de Rosario Central. En el complejo mundo del delito se cruzaron los ámbitos del narcotráfico y la barra brava de Rosario Central. Quizás algún día se conozca quiénes y por qué mataron a Samuel "Gordo Samu" Medina, parte de la barra y yerno del líder de Los Monos, Máximo Ariel "Guille" Cantero. Un crimen todavía impune, ocurrido el 1º de octubre de 2024 cuarenta días antes del asesinato de Pillín, que comenzó a alterar la calma que el histórico jefe del paravalanchas había logrado regular en sus 25 años al mando. >> Leer más: "Siempre mono nunca sapo": una marca registrada de la barra de Boca en la tribuna de Rosario Central Los testigos que declararon en la causa, varios miembros de la barra, indicaron que el Gordo Samu "respondía a los Cantero". En un partido posterior a su asesinato, el 20 de octubre de 2024 contra Banfield, en la popular de Los Guerreros un grupo con camisetas que homenajeaban al joven asesinado desplazó a varios barras y desplegó una bandera con la leyenda "No respetamos a nadie. Siempre mono nunca sapo". El siguiente partido de local, contra Barracas, según los testigos hubo una pelea entre "gente del Samu con gente de Los Menores". El día que mataron a Pillín, aseguraron quienes declararon, el grupo ligado a Samu no estuvo en la tribuna. Luces y sombras En septiembre pasado los mismos fiscales que investigan el doble crimen de Pillín y Rana imputaron por asociación ilícita a varios integrantes de Los Menores. Entre los diez acusados estuvo Lautaro "Laucha" Ghiselli, un reconocido hincha de Central que fue señalado como sucesor en el mando de la barra brava. Como jefe de la organización, aunque continúa prófugo, ubicaron a Matías Gazzani. En ese contexto los investigadores indicaron que Laucha había sido puesto como jefe de Los Guerreros por Gazzani "para administrar los recursos provenientes de los negocios lícitos e ilícitos de la barra brava en beneficio de la asociación ilícita". En ese trasfondo encuadraron el asesinato de Pillín Bracamonte, aunque en la causa no hay imputados como instigadores. >> Leer más: Laucha Ghiselli, perfil del sucesor en la barra de Central que quedó en la mira judicial Tras el crimen hubo movimientos inevitables en la barra. Además de la aparición del Laucha como sucesor, se dio el desplazamiento de algunos miembros de Los Guerreros antiguamente ligados a Pillín que terminaron en la tribuna de Newell's. Se trata de personas que, a su vez, tienen vínculo con facciones ligadas a Los Monos. Entre ellos Juan Domingo Ramírez, asesinado el 22 de julio pasado, y Juan José Gómez, detenido a principios de septiembre por organizar una balacera. Otros referentes canallas fueron asesinados: Juan Domingo "Chicha" Ferreyra en abril y Ariel Bovio, otro que terminó cercano a la barra de Newell's. CascaritayJuancito Cascarita Ramírez en cuero y Juancito Gómez con ropa oscura, de la barra canalla pasaron a la tribuna de Newell's. Foto: Leonardo Vincenti / La Capital A un año del asesinato de Pillín todavía hay partes oscuras en la investigación, en la que aparecen nombres históricos del organigrama criminal de Rosario pero también de nuevos referentes. La presencia del hijo del narco Esteban Alvarado en el paravalanchas luego del crimen generó suspicacias tanto como la permanente sombra de Los Monos desde el asesinato del Gordo Samu y la cercanía a la banda de uno de los imputados por encubrimiento y del prófugo Narigón Vázquez. Lo que puede sugerir otros intereses en juego además del control de la barra, que parece haber quedado en manos de un grupo del que se conoce muy poco. La versión todavía no consolidada que apunta a Matías Gazzani y a Los Menores surgió de la propia boca de Pillín y eso, en parte, orientó la pesquisa. Un testigo contó que, poco tiempo antes del crimen, en una reunión con varios barras Pillín encaró a Alan "Pollo" Insaurralde, un hombre de Gazzani ahora prófugo. Le pidió que le hiciera llegar un mensaje: "Si quieren venir acá que peleen, si me quieren sacar de acá que vengan y peleen conmigo que yo me la aguanto con cualquiera".

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