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  • «Yo estoy convencido de que en algún momento la gente va a votar al que hace, no al que amenaza, enfrenta, o asusta»

    » El Ciudadano

    Fecha: 09/11/2025 12:09

    Por Luciana Mangó y Daniel Zecca En su paso por el stream Política de El Ciudadano, que se emite todos los martes a las 13.30 por el canal de Youtube del diario, el senador provincial por el departamento Rosario, Ciro Seisas, se refirió a un reciente proyecto de su autoría que apunta a prevenir una tragedia sanitaria como la del fentanilo, que no para de sumar víctimas fatales en Rosario y en todo el país. Pero además se refirió a la reciente elección de diputados nacionales, donde su espacio, Provincias Unidas, terminó por debajo de la expectativa previa: «Yo estoy convencido de que en algún momento la gente va a votar al que hace; no al que amenaza, o enfrenta, o asusta», advirtió en el marco de su explicación del resultado. En una virtual proyección a 2027, se anotó entre los posibles candidatos a intendente, pero dejó en claro que la prioridad, si así lo quisiera, sería del actual mandatario, Pablo Javkin. «Tenemos obras en todos los distritos de Rosario y tenemos un intendente que está mostrando su mejor versión», aseguró el ex conductor de De 12 a 14. —Tenés un proyecto presentado y aprobado en el Senado que supongo ahora pasará a la Cámara Baja Provincial que tiene que ver con la tragedia sanitaria del fentanilo contaminado. ¿De qué se trata y qué es lo que intenta solucionar? —En pocas palabras, es una mejora de la ley de trazabilidad. Es un sistema de trazabilidad digital por identificación unitaria de ampollas de opioides: fentanilo, morfina, propofol, entre otras drogas. Hay un abanico bastante grande. Lo que nosotros planteamos es que tiene que haber una identificación unitaria, es decir, por cada una de las ampollas con cada color. Algunos sanatorios lo han implementado internamente para que se pueda distinguir uno de otro y para que haya un registro que abarque toda la cadena: el fabricante, la distribución, las droguerías, los sanatorios, los hospitales, los profesionales que indican la droga, cuántos miligramos, y el paciente, que cubra todo el circuito. La ley de trazabilidad originalmente planteaba esto, pero se hace por libro, se hace en papel. —¿Por libro? —Vos tenés un libro en el que anotás. Hacerlo por libro es darle trazabilidad. Es cierto, ya existe la trazabilidad, pero es lenta y cada actor de la cadena tiene que tener su libro. Entonces cada lote tiene un número de registro. De cada lote se sacan ampollas que después son utilizadas en la Salud Pública, particularmente en las áreas de cuidados intensivos, en terapia, donde todos los familiares contaron lo que tuvieron que atravesar, que es un verdadero calvario de llevar familiares a un centro de salud, a un hospital, a un sanatorio privado. Y cómo había droga, quiero decir fentanilo, que estaba contaminado con una bacteria multirresistente, empezaron a notar deterioros y murieron. En todo el país hay 124 víctimas. Los familiares son los que empiezan con esta búsqueda de respuestas, que no le sabían dar, no les querían dar o no les podían dar. En el caso de la Municipalidad, apenas se encontraron con inconsistencias en los momentos de las actas de defunción, buscaron la palabra de las autoridades, se reunieron con el intendente Javkin. Acá en Rosario está la Secretaría de Atención a las Víctimas, que se pensó en su momento para la crisis que tuvimos en seguridad y en violencia urbana, pero que para este caso también sirvió para unificar. Cuando vos unificás los reclamos, te das cuenta de la dimensión que tiene. Muchas veces se pierde la dimensión porque empiezan en pequeños reclamos. La municipalidad, de hecho, se constituyó como querellante en la causa de la Justicia federal. Y el juez (Ernesto) Kreplak, que es el que llevó adelante la causa, dio el número, que se acrecentó casi un 30%, porque se constataron más muertes, llegando a 124 del total. —Esta ley, ¿qué hubiera permitido en este caso específico? —Que si esta ley hubiese existido hubiera permitido que rápidamente se saque de circulación el fentanilo adulterado, cosa que no ocurrió. Las primeras advertencias sobre fallas en el proceso de producción de HLB Pharma, que es el laboratorio que producía el fentanilo, son de noviembre del año pasado. El alerta final fue el 13 de mayo. O sea, se siguió distribuyendo durante 6 meses más. Puede haber llegado a cualquier centro de salud de cualquier parte del país, que seguramente así ocurrió. Y por eso la cantidad de víctimas que tenemos. Si esto hubiera existido, no hubiese pasado o se hubiese cortado mucho antes. Estamos hablando de un laboratorio que estaba habilitado, más allá de que tanto HLB como Ramallo Sociedad Anónima están conectados, porque son la misma composición societaria que la que tuvo el laboratorio Apolo, que en 2016, ustedes recordarán la explosión en Tablada. También hubo una causa judicial ahí, pero el resultado es que nadie fue preso. Ahora es distinta la situación. Yo creo que se tiene que ir hasta el final, hasta la consecuencia final, en la Justicia federal. Y nosotros, además, lo que propusimos es una multa y una sanción definitiva de inhabilitación a un laboratorio que produzca y tenga fallas en su producción. La sanción económica que nosotros establecimos en nuestro proyecto, que es una ley provincial todavía, es de 10.000 salarios mínimo vital y móvil. Entonces son, más o menos, al día de hoy, 3.300 millones de pesos. Te saca del juego. Ahora les digo otro detalle más. Después de que presentamos la ley, y antes de que tuviera la media sanción, Anmat modificó el sistema e incluyó a los opioides dentro del sistema de monitoreo digital. No los tenían incluidos, no estaban. Sí, los precursores químicos. Se acordarán ustedes del tema de los precursores químicos, en su momento con el caso del rey de la efedrina y demás. También en aquel momento, 2008, después del triple crimen de General Rodríguez, y de una serie de investigaciones de la Justicia federal por narcotráfico, por los precursores químicos que se usaban para las drogas sintéticas. Cambió mucho la legislación y tomó fuerza la idea de que hubiese un control mayor, una trazabilidad mayor, porque realmente era un colador el país para los precursores. Si hubiéramos tenido una norma como la que estamos proponiendo, vuelvo al punto que me preguntabas, nos hubiésemos evitado un montón de muertes. —Esto que fue aprobado por el Senado tiene que pasar a la Cámara baja, pero es a nivel provincial. La idea sería que se pudiera replicar también a nivel nacional. —Para nosotros es vital que el Congreso de la Nación trate una ley de iguales características, para superar lo que tenemos en el día de hoy, para superar incluso la disposición interna de Anmat, que incluyó a los opioides en el monitoreo digital. Pero lo necesitamos. De hecho, se lo están pidiendo los familiares a los diputados nacionales. Entiendo que debería ocurrir también en el Congreso de la Nación. Sabemos que no es fácil el camino, pero no hay que dejar de pedir y de luchar por eso. —Los familiares se quejan de que el hecho no fue suficientemente visibilizado. ¿Qué opinión tenés al respecto? —En un principio fue una tragedia o, como lo llaman ellos, una masacre invisibilizada. No se tomó en cuenta. De hecho, nosotros tomamos contacto con el tema después de que hubo reuniones entre familiares y Pablo (Javkin) y el Centro de Atención a las Víctimas. Ahí nos llegaron los casos, ahí empezamos a investigar el tema y ahí es donde armamos el proyecto. Pero fue a partir de que los familiares se reunieron con la autoridad local. En los medios no se sabía bien qué pasaba y no se vio claramente difundido. Después de que la Municipalidad se constituyó como querellante, sí tomó una visibilidad pública. Lo que pasa también es que lamentablemente los temas a veces son muy variables, y es muy volátil esto de querer abarcar y contar todo lo que hay para saber. Y muchas veces se quita el ojo de un tema serio como éste, que es medular, porque abarca toda la estructura de salud del país. Y tiene que cambiar mucho de la infraestructura básica que tienen los hospitales y los sanatorios. En algunos casos hay hospitales que están, ayer lo contaba una familiar, como la Nasa, no les falta nada. Sin embargo, pueden quedar expuestos si Anmat autoriza a un laboratorio a producir y vender y distribuir una droga, y quedar involucrado en un caso como este. Y después tenés otros sanatorios, que sí le falta mucho y que tiene que ver también. La salud es una responsabilidad. Y el sistema se compone de actores públicos y privados. No podría haber un sistema total y completamente público. Creo que el sector privado también está para cumplir un rol, una función social, pero hay que cuidar que se haga con la máxima responsabilidad. Esta ciudad ha atravesado diferentes tragedias producto de negligencias y de sistemas que fallaron. La tragedia de calle Salta tiene que ver con eso. Los familiares muchas veces lo dijeron. No podía haber un grado de negligencia que terminara con la muerte de 22 personas en aquel momento. Particularmente a mí me tocó atravesar por una serie de controles cruzados, que no los hubo, sino más bien una disolución de a quién le correspondía el control. Un semáforo que falló en Salta y Lagos y se llevó la vida de mi sobrino, que tenía 33 años, y era el padrino de mi hijo más chico. Son fallas sistémicas. ¿Cómo terminó eso? Una causa penal y una causa civil. En la causa penal la responsabilidad queda perdida entre varios eslabones. En la causa civil, bueno, hay una empresa que responde. Son fallas sistémicas y eso es lo que tenés que combatir cuando sos representante de otras personas, o una autoridad. Tenés que mejorar los sistemas que fallan. No hay otra, no hay otra decisión posible. Si no te lleva la vida de gente que no la recuperas más. Y lo que están buscando los familiares de la tragedia del fentanilo es que no le pase a otro, porque ellos ya saben que a su papá, hermano, no te lo devuelven más. Entonces, su lucha es que esto no vuelva a ocurrir nunca más. Es lo que nos pasa a todos los que atravesamos una tragedia, una pérdida familiar que pudo haberse evitado. —Nombraste un tema como al pasar y te podemos aprovechar en tu doble perfil de periodista y de político. De cómo la agenda a veces deja en el camino temas de mayor importancia, como este. —Yo creo que tiene que ver con el vértigo con el que vivimos. Me parece que es una palabra que sintetiza bastante que estamos con un sentido completo de la ubicuidad. El teléfono nos coloca acá, pero también en un montón de lugares más. Entonces, tenemos la atención tan dispersa que es muy posible que cualquier estímulo nuevo nos distraiga la atención. Y yo creo que el ecosistema de medios aprendió a trabajar con este sesgo cultural tan fuerte. Y trabaja sobre ese sesgo, trabaja sobre esa constitución, esa matriz, porque es una verdadera matriz en la que vivimos. Y procesamos información en cuestión de segundos y además con una lucha constante por llamar la atención. Y con una lucha constante por imponerse para que te presten tiempo, atención, dedicación. Entonces, empezamos a estudiar como los primeros siete segundos de cada video son los que permiten que la persona se quede. Tenés que tener un gancho visual y ese gancho visual te tiene que llevar a que se queden y compartan parte del contenido. Y lo fidelizás, y si lo fidelizás entonces empezás a generar una comunidad. Y vivir así es vivir fuera de la escala humana. Entonces, ahí es donde entra la inteligencia artificial generativa, y se empiezan a automatizar algunos procesos, porque ya perdieron la escala humana hace rato. Los medios de comunicación en general y el ecosistema es grande, porque tenemos que contar los medios sociales y los medios tradicionales electrónicos, que ya venían de antes, que están en una especie de etapa de convergencia. Todo eso, digo, trabaja sobre una velocidad en la que si buscas profundidad tenés que ir a buscar un producto específico. Entonces, eso hace muy difícil sostener temas medulares. —Vamos a meternos con la política. ¿Cuál es tu lectura de lo que pasó en las últimas elecciones? —Mira, yo creo que análisis siempre sobran. Y es muy gracioso cuando vos comparás los análisis posteriores a los análisis previos. ¿Sabes qué pasa? Producto de esto que venimos hablando del vértigo, y de que una cosa tapa la otra, nadie revisa lo de los análisis de las semanas anteriores. Las semanas anteriores estábamos ante un gobierno nacional que venía muy golpeado, por diferentes cuestiones económicas y sociales, escénicas y comunicacionales. La comunicación es ante todo un acto político. Entonces es muy natural que se pensara que determinados casos iban a tener un impacto, que se baje (José Luis) Espert de una lista de diputados nacionales para que el lema sea “para votar al colorado marcá al pelado”. Era todo como un trabalenguas nunca visto en Argentina. Pero todo eso no produjo el impacto que estaba dentro de los análisis previos, porque era una elección nacionalizada, una elección ultranacionalizada en la que se agudizó la grieta como concepto divisor de aguas y como concepción bidimensional del mundo. O es negro o es blanco. El mundo no es ni negro ni blanco, pero en la construcción de las narrativas funciona muy bien. Digo, funciona muy rápido, es muy efectivo y la verdad que es hasta irracional en un punto, pero funciona. Y hoy lo que importa es lo que funciona. Lo que marca la diferencia es lo que funciona, es la efectividad. Entonces, tenés una elección nacional. El concepto de grieta. El kirchnerismo dejó consecuencias económicas y en materia de seguridad que son claramente visibles y están en el recuerdo de la gente. Creo que se intentó ordenar o sintetizar en una sola fórmula, no iba dividido, y eso era una gran ventaja. Eso explica bastante el desempeño, a pesar de que comparado con desempeños anteriores es hasta menor. Y después una marca nacional atada a un personalismo, que es el del presidente. Que en los momentos turbulentos previos a la elección redobló la apuesta y reforzó lo que es para bien y para mal, al que le gusta y al que no, en todos sus aspectos. Y bueno, se llevó un resultado ultra positivo. No es la primera vez que pasa. Si uno revisa las elecciones nacionales legislativas anteriores, va viendo que hubo ola kirchnerista, con la que ganó Marcos Cleri, hubo ola amarilla, con la que ganó Albor Cantard. Después alguien dijo una vez, y quedó para siempre, un año en Argentina es una eternidad. Bueno, faltan dos. Son dos eternidades. Después veremos qué es lo que pasa. Y yo, a ver, acá meto lo de Provincias Unidas, que también es lo que me preguntás. Esperábamos sacar dos dígitos a nivel nacional, a nivel provincial sí sacamos dos dígitos, casi 20%, 18, y 15 en Rosario. Sabíamos que en Rosario era más difícil, era más duro. Estaba muy polarizada y muy nacionalizada la elección, como en todos los centros urbanos grandes. Y con dos meses de Provincias Unidas existiendo, tampoco es malo el resultado. Y yo veo que Provincias Unidas produjo decisiones a nivel Casa Rosada. Hubo cambios de gabinete esta semana, hubo reunión con los gobernadores, hubo una escucha, se avanzó con el tema de las rutas nacionales, han anunciado una serie de licitaciones que, la verdad, las estábamos esperando hace dos años. Y son cuestiones que nosotros venimos reclamando que el gobierno escuche. No podemos ahora negar el valor que tiene que escuche. Si se implementa o no, el tiempo lo dirá. Y ahí vamos a ver si es verso o es real. Hasta ahora no estamos viendo ningún resultado sobre lo que es infraestructura de rutas. En la provincia de Santa Fe hay 1.800 obras en actividad en este momento, obra pública. ¿Por qué? Porque Santa Fe demostró que se puede hacer obra pública sin corrupción, como se había hecho antes. Porque la obra pública no es sinónimo de corrupción. Eso es lo que dice el gobierno, porque defiende su narrativa para no hacer obra pública. O sea, quien no se dé cuenta de que hay una excusa para no hacer nada, está en un problema. Por lo menos se lo tiene que plantear como pregunta. Yo no estoy diciendo ninguna verdad revelada, pero hay que planteárselo como pregunta. Y la realidad es que ese diferencial todavía para Provincias Unidas, que es la gestión y la responsabilidad fiscal, pero para invertir en escuelas, en acueductos, en gasoductos, en rutas provinciales que se las hizo de nuevo, en la autopista, en el aeropuerto que se lo eleva de nivel por primera vez en su historia, todavía no pregnó. Y en algún momento lo va a hacer. Yo estoy convencido. Yo estoy convencido de que en algún momento la gente va a votar al que hace; no al que amenaza o enfrenta o asusta. —La idea de ver a la política más como un proceso que como la foto del momento. —Es un proceso. Y otra cosa: el que se enoja pierde, porque pierde el foco y pierde la perspectiva de lo que hay que hacer. —¿Qué te imaginas para Rosario 2027? ¿Cómo imaginás ese proceso de sucesión del intendente Javkin? —Yo me imagino una ciudad mucho mejor que la que tenemos incluso hoy, que es mucho mejor que la que teníamos hace dos, o hace 4 años. Que salíamos de la pandemia y estábamos acosados por la inseguridad. Hoy tenemos obras en todos los distritos de Rosario y tenemos un intendente que está mostrando su mejor versión. Es una versión que lo hace cercano, pero también eficiente en el manejo de los recursos. Bajó de 17 puntos de deuda sobre el presupuesto total, a 4.4 de déficit, con emisión de bonos para financiar obra pública. Es un gobierno de responsabilidad fiscal y de inversión en barrios, que durante muchos años no recibieron ninguna inversión. Estamos hablando del sur, que siempre se dijo «el sur olvidado». Tenemos pavimentos definitivos en Las Delicias, en La Guardia, en Empalme Graneros, en el Distrito Noroeste. Nunca se les había dado esa chance de contar con pavimento definitivo y hoy estamos avanzando fuertemente sobre eso. En el barrio Triángulo, por ejemplo, 55 cuadras de pavimento definitivo están previstos para antes del cierre del mandato. Doy estos ejemplos, que son distantes en el territorio, para que se vea que hay un programa de obra y hay una transformación evidente en marcha. Son 36 obras fundamentales dentro de las cuales está la transformación de Tablada, ahí detrás del Museo del Deporte, donde se están llevando adelante las obras que tienen que ver con los Juegos Odesur. Todo eso te pone en escena una ciudad que va a ser mucho mejor. Yo trabajé mucho para que se pueda dar el salto hacia la autonomía, que es otro tema y para otro día. Yo creo que Pablo (Javkin) está mostrando una versión que es la mejor. Yo creo que merecería, por lo hecho, hasta una tercera intendencia. Estoy seguro de que no hay nadie más preparado que él para estar dónde está. Pero obviamente que sé que María Eugenia (Schmuck) quiere, Federico Lifschitz también, no sé si Carolina Labayru. —¿Ciro Seisas? —Claro, yo tengo ganas, por supuesto, pero hay que dejar de improvisar también. Hay que dejar de decir «yo tengo ganas». Te diría. Hay que armar un equipo nuevo, pero con las ganas. Hay que armar un equipo compacto que resuelva y que la ciudad se pueda encargar de lo que se está encargando ahora, de hacer cosas a nivel intendencia, no tener que hablar de seguridad sin herramientas, que era un impedimento para la gestión gracias al trabajo que se hizo, las leyes de seguridad en las que me tocó intervenir, votar, defender las reformas de la Justicia, del Ministerio Público de la Acusación, de la ejecución de pena. Todo esto más la inversión en seguridad, la inversión en el sistema penitenciario, que es la mayor en 100 años. Nunca se invirtió tanto para dar la tranquilidad de que hay un sistema que funciona, y que el que comete delitos paga por los delitos que comete. Obviamente, todo eso nos va a dar una ciudad mejor. ¿A quién no le gustaría ser candidato? Por supuesto, ¿a quién no le gustaría? Pero hay que armar un equipo que con contundencia resuelva y eso es parte del plan también. O sea, si llegás tenés que llegar con un buen equipo, bien rodeado, con funcionarios eficientes, que den la cara, que estén presentes, que recorran, que caminen. Porque la verdad que lo mejor que tiene la gestión pública es recorrer, es caminar, es estar, estar con la gente y hablar cara a cara. Eso es lo mejor que tiene. Eso es un enorme aprendizaje. Es lo que más disfruto y obviamente que si en algún momento me toca va a ser mi principal perfil. —Y se puede dar un clásico de comunicadores, más allá de todos los candidatos que podrían participar en una interna con vos, que nombraste: Seisas, Aleart y Monteverde, los tres comunicadores. —Puede ser, puede ser. Yo creo que hay que mostrar gestión. —Sebastián Chale pasó por acá y dijo que 2026 va a ser el año del esplendor de Rosario. ¿Coincidís? —Por supuesto, ¿cómo no voy a coincidir? Pero por eso mismo no se gobierna con narrativas. Es un elemento dentro de una estrategia, que es contar lo que querés hacer, pero después lo tenés que hacer. Y eso es lo que yo veo. Que Rosario tiene una diferencia en su forma de hacer las cosas, de gestionar. Creo que ese es el diferencial más grande y la gente cuando vota intendente cuida mucho el voto. Cuida mucho el voto. Incluso cuando quiere marcar y cuando quiere señalar que está descontenta con cosas, también lo hace cuidando el voto. Acá no puede ganar cualquiera, no puede ganar nadie que haya hecho papelones. Y me parece que eso en una elección a intendente es lo primero que se pone sobre la mesa. ¿Es serio o no es serio? ¿Trabaja o no? ¿Sabe o no sabe? No es cualquier cosa. Porque el intendente, y este es el tiempo de las ciudades, es el que más cerca está de la gente. Entonces, la gente sabe que tiene que convivir 4 años con una persona a la que la tiene que ver y que tiene que mostrar capacidad de gestión. Por eso hay que dejar de lanzarse. Yo pienso que el que va a ir es el que mejor esté. Si es María Eugenia, irá María Eugenia. Si es Pablo, y quiere, irá Pablo. Si no, seremos otros. Pero tiene que ir armado, tiene que ir preparado para lo que tiene que hacer. Declamativamente hay un montón de cuestiones que cualquiera puede decir, expresar. Después está lo concreto. Eso es lo que te hace ganar.

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