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Parana » El Once Digital
Fecha: 09/11/2025 10:30
A seis meses del accidente en la cervical que cambió su vida, el nadador rosarino Matías Bottoni continúa su recuperación en una clínica de San Jerónimo Sud. “Tengo la esperanza de recuperarme”, expresó el joven de 17 años, acompañado por su familia y la solidaridad de cientos de personas. A seis meses del accidente en la cervical que sufrió durante un entrenamiento en el Parque Olímpico de Buenos Aires, el joven nadador Matías Bottoni continúa su rehabilitación con constancia y fe en una clínica de San Jerónimo Sud, a 35 kilómetros de Rosario. Cada mañana, Matías se despierta pasadas las siete junto a su madre, Valeria (quien es oriunda de Paraná), para comenzar la rutina de kinesiología e hidroterapia. Más tarde, realiza sesiones de terapia ocupacional y, tras un breve descanso al mediodía, vuelve a sus ejercicios. “Tengo la esperanza de recuperarme”, afirmó el deportista de 17 años en diálogo con La Capital, desde la casa que sus padres alquilan cerca del centro de rehabilitación. El nadador que sufrió grave accidente sigue su recuperación y retomó sus estudios “Uno nunca deja de ser deportista” Matías fue nadador de alto rendimiento en el club Echesortu. Antes del accidente, pasaba gran parte de su día entrenando, disciplina que hoy mantiene en su proceso de recuperación. “La constancia que tenés que tener en la natación la aplico ahora en la rehabilitación. Tenés que tener un aguante importante, porque hacés durante horas lo mismo y no siempre te dan ganas, pero lo tenés que hacer igual”, contó. Su jornada de rehabilitación alcanza casi diez horas diarias entre terapias físicas y ejercicios de estimulación. “El agua siempre fue mi lugar, y ahora me toca volver a ella como parte de mi recuperación. Es chocante, pero ya me acostumbré”, explicó. Matías Bottoni, junto a su familia (foto La Capital) Vida cotidiana y fuerza interior En la casa que la familia alquila en San Jerónimo Sud, Matías estudia de forma virtual para terminar la escuela secundaria. Sin lujos y con un ambiente cálido, el hogar se convirtió en su refugio de fin de semana. “Me gusta sentarme en el patio, que me dé el sol, ver un pájaro o un árbol después de tanto tiempo en la clínica”, dijo. Por las tardes, entre terapias y tareas, aprovecha para ver películas o series. La última fue El Marginal, atraído por su nueva entrega En el Barro. A pesar de los obstáculos, conserva su humor y el vínculo con los compañeros de rehabilitación, a quienes llama cariñosamente “mis amigos mayores de 50”. “Me gusta reírme y hacer chistes, eso ayuda a pasar las horas”, comentó. “Sin la ayuda de la gente no estaría vivo”, dijo la madre del nadador accidentado en competencia Solidaridad que traspasó fronteras Desde el accidente del 10 de mayo, la historia de Matías generó una ola de solidaridad y acompañamiento. Colectas, torneos de natación a beneficio y campañas en redes sociales ayudaron a costear su operación en el Hospital Italiano de Buenos Aires. “No tengo idea por qué tanta repercusión. Me sorprendió la actitud de la gente que me ayudó. Lo económico ayuda, pero también un mensaje te impulsa a seguir. Lo que generé no lo puedo creer”, reconoció emocionado. Los gestos de apoyo se multiplicaron en Rosario, en el país y hasta en el exterior. Desde Estados Unidos, México y Uruguay llegaron mensajes y donaciones. En su habitación abundan las grullas de papel, símbolo de esperanza: “Hay cajas y cajas. En la clínica, en casa y hasta en el trabajo de mi novia”, contó su padre, Luciano. Esperanzador mensaje de joven accidentado en una pileta: “Hay que intentarlo por más duro que sea” “Tengo la esperanza de recuperarme” Matías también encuentra inspiración en quienes pasaron por situaciones similares. “Me visitó un chico que tuvo un accidente como el mío. Estuvo internado tres años y se recuperó. Entró caminando y vino manejando. Eso me da fuerza”, relató. El joven proyecta su futuro con claridad: quiere estudiar Medicina y volcar su experiencia en ayudar a otros. “Uno nunca deja de ser deportista, porque la disciplina y la perseverancia se trasladan a todo lo que hacés”, aseguró. Con una sonrisa y una firme convicción, Matías resume su presente: “Tengo la esperanza de recuperarme. Y mientras tanto, sigo adelante, paso a paso”. (fuente La Capital)
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