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Parana » Radio Nacional
Fecha: 08/11/2025 02:10
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado pusieron en marcha una profunda reforma que moderniza el marco regulatorio del sector vitivinícola, eliminando trabas burocráticas y devolviendo la libertad a la industria. A través de la Resolución N° 37/2025 del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), publicada este viernes en el Boletín Oficial, se aprobó un nuevo Digesto Normativo que revisa, actualiza y simplifica toda la normativa existente, derogando 973 de las actuales 1.207 normas en materia vitivinícola. Al respecto, en un mensaje en su cuenta de la red social X, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, resaltó que el nuevo régimen "deja atrás décadas de burocracia absurda en el sector vitivinícola". "Dejamos atrás el régimen en el que el Estado pretendía controlar cada paso del proceso productivo para pasar a un modelo donde se enfoca exclusivamente en garantizar la aptitud para consumo del vino", remarcó. El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) mantendrá sus funciones relacionadas con la inocuidad de los vinos y las certificaciones de exportación, pero dejará de intervenir en las etapas iniciales e intermedias del proceso productivo. El INV dejará de fiscalizar el proceso productivo (en el viñedo, la cosecha, la elaboración o el transporte) para concentrarse exclusivamente en el control del producto final, garantizando que los vinos sean aptos para el consumo y no estén adulterados. El cambio responde a un diagnóstico compartido por toda la industria: los excesivos controles y trámites impuestos por el INV habían generado costos, demoras y pérdida de competitividad, aseguró la cartera agropecuaria en un comunicado. Para Sturzenegger, los cambios en el mercado mundial -con caídas del consumo y cambios en los gustos- hacen imperativo "darle a la industria la flexibilidad y libertad necesarias para adaptarse a este cambiante entorno". Por ello, los inspectores no fiscalizarán más en las bodegas y se verificará únicamente el producto terminado, es decir, en el tramo final de la cadena productiva. Para tomar noción de lo exagerado de este régimen, recordó Sturzenegger, en 2024 el INV emitió 140.000 permisos de tránsito y realizó más de 5.000 inspecciones a bodegas. "Existen registros de empresas que recibían una inspección cada dos días; como si esto fuera poco, el INV se encargaba de trámites innecesarios como la determinación año a año del grado alcohólico mínimo permitido para cada tipo de vino según la zona", señaló. Y añadió: "Al eliminar las fiscalizaciones intermedias los inspectores sólo tomarán muestras de los productos embotellados y los enviarán a analizar, cerrando la puerta para la discrecionalidad y la corrupción". Se eliminaron la Declaración Jurada semanal de elaboración, las multas y sanciones por presentaciones tardías de Declaraciones Juradas, y los permisos de tránsito (para mover sus productos las bodegas generaban más de 140.000 permisos de tránsito por año). Con esta nueva norma, las certificaciones de origen, añada y varietal pasan a ser optativas, a disposición de los productores que los requieran en función de sus necesidades comerciales (aunque también lo podrán hacer de manera privada), se aclaró. El INV continuará emitiendo las certificaciones exigidas para exportaciones, tal como lo requieren los países de destino. "Esta reforma pone fin a un esquema regulatorio sobredimensionado, oneroso, ineficaz y burocrático, que durante años obstaculizó el desarrollo de una de las principales economías regionales de la Argentina", afirmaron desde la cartera agropecuaria.
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