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» Rafaela Noticias
Fecha: 06/11/2025 14:22
La lucha de Alejandra: 14 años enfrentando el cáncer y una nueva batalla por acceder a su medicación A veces la fuerza se mide en años, en tratamientos y en esperanzas que no se apagan. Alejandra Correa, vecina de la localidad de Humberto Primo, lleva 14 años transitando una dura batalla contra el cáncer de mama. Su historia no solo emociona por la entereza con la que enfrenta la enfermedad, sino también por el mensaje de vida, fe y resiliencia que transmite. En diálogo con Rafaela Noticias, Alejandra relató que su diagnóstico llegó hace ya más de una década, poco tiempo después de haber sido mamá. Desde entonces, nunca dejó de luchar. Pasó por múltiples tratamientos, enfrentó recaídas y afrontó con valentía metástasis pulmonares, óseas y recientemente hepáticas. Com. Tel. Alejandra - Paciente Oncológica - Necesita la medicación Trastuzu mab Deruxtecan “Hace 14 años que estoy en tratamiento continuo. He tenido recaídas, cirugías y distintas quimioterapias. Siempre me atendí en el Hospital Jaime Ferré de Rafaela y siempre tuve todo lo que necesitaba, excepto ahora”, contó. La dificultad actual radica en que la medicación que su oncóloga indicó —Trastuzumab Deruxtecan— todavía no se encuentra incorporada al vademécum provincial, lo que impide su provisión a través del programa de salud pública. “No es que me la niegan, simplemente aún no está en la lista”, explicó. Trastuzumab Deruxtecan, medicamento que necesita Alejandra El medicamento, que ya está disponible en Argentina y se utiliza en tratamientos avanzados de cáncer de mama, tiene un costo inaccesible: entre 7 y 8 millones de pesos por ampolla, y Alejandra necesita cinco cada 21 días. “El costo es muy elevado, por eso mis amigas decidieron hacer un video para pedir ayuda o por si alguien tenía medicación sobrante y podía donarla”, relató. Actualmente, su caso está siendo gestionado a través de Incluir Salud, el programa nacional que podría autorizar la cobertura, aunque el trámite se encuentra en espera. Mientras tanto, continúa con otro tratamiento oral para sostener su estado general. Lejos de rendirse, Alejandra mantiene una energía y una esperanza admirables. “Estoy bien, sigo con mi vida, disfruto de mis hijos y mis nietas. Creo profundamente que lo voy a ganar. No importa el diagnóstico, yo lo lucho todos los días”, aseguró con firmeza. Madre de tres hijos y abuela de dos nietas, vive en Humberto Primo junto a su familia. Su día a día refleja una vida sencilla pero llena de amor y fortaleza: “Me levanto todos los días a las seis de la mañana. Acompaño a mis hijos cuando salen a trabajar o al colegio, mi marido también se va a su trabajo, y después me pongo a limpiar, hago los mandados, charlo con los vecinos… Esa es mi vida. La disfruto, porque cada día cuenta.” Alejandra se define como una persona activa, que no deja que la enfermedad le impida disfrutar lo cotidiano. Aunque los tratamientos la han limitado en algunas actividades, su espíritu sigue intacto. “Yo era deportista, siempre me gustó moverme, hacer cosas. Hoy no puedo con todo, pero sigo adelante. Los malestares de la quimioterapia no me frenan: sigo viviendo, disfrutando y convencida de que voy a ganar esta batalla.” A lo largo de su recorrido, encontró contención en su comunidad y en el sistema de salud local. “Vivo en un pueblo hermoso, donde siempre colaboran conmigo. También tengo el apoyo de las mujeres del LALCEC y del Hospital Jaime Ferré, que son un ejemplo de entrega y humanidad”, destacó. Alejandra también dejó un mensaje poderoso para otras mujeres: “Lo peor que podés hacer es vivir con miedo. Si te hacés los controles a tiempo, podés detectarlo y tratarlo. Yo hace 14 años que lucho y estoy bien. No hay que dejar que el miedo te paralice.” Y agregó un pedido solidario que trasciende su historia personal: “Si alguien tiene medicación que ya no necesita, donarla puede salvar una vida. Es una manera de ayudar a que otra persona empiece su tratamiento más rápido.”
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