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» Voxpopuli
Fecha: 06/11/2025 09:53
El mensaje de Macri es claro: critica la forma, pero acepta el fondo. La movida deja al PRO, y a su líder, en la incómoda posición de «felpudo» político, obligado a tolerar los desplantes a cambio de mantener una «muy linda relación humana» y «muchas coincidencias». Crítica Feroz: «Personalidades Narcisistas que Ni Escuchan» El ex mandatario no se anduvo con rodeos, aunque jamás mencionó al ultraderechista Milei por su nombre. La descripción, sin embargo, era un traje a medida: «El mundo ha vuelto a estar liderado por personalidades narcisistas a tal nivel que ya ni escuchan, no les importa lo que digan los demás, ellos van avanzando en su vida.» Macri, insistiendo en la necesidad de «más empatía», planteó que la falta de equipo y la dificultad para «compartir en los esquemas de decisión» complican el ejercicio del liderazgo, una clara alusión al círculo íntimo y personalista de la Casa Rosada. Es decir, el PRO exige más consideración, pero su reclamo se diluye con la siguiente afirmación. La Paradoja de la Oposición Funcional Tras la velada crítica, Macri se apresuró a justificar el apoyo inusitado que su partido le brinda al ultraderechista Milei, aún en situación de minoría legislativa: «El PRO ha apoyado como nunca en la historia de la política argentina un partido que no era gobierno; apoyó a este gobierno para lograr no solo ganar una elección, sino tratar de gobernar en una situación de minoría muy difícil.» La clave de la crónica radica en la rendición final. A pesar de los reproches por el «narcisismo» y la falta de «empatía», el ex presidente remarcó que el acompañamiento del PRO será «en base a las ideas». Traducido al lenguaje político: el PRO cede ante la visión económica del oficialismo y mantendrá su apoyo legislativo, incluso si el método y el estilo del ultraderechista Milei son los que él mismo aborrece públicamente. La señal de tensión termina siendo un cheque en blanco con una queja adjunta. El precio de la «muy linda relación humana» parece ser la pérdida de autonomía política del PRO en el Congreso.
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