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» Derf
Fecha: 05/11/2025 09:53
Dick Cheney, ex vicepresidente de los Estados Unidos y uno de los arquitectos de la invasión a Irak bajo la falsa premisa de que el régimen de Saddam Hussein tenía en su poder armas de destrucción masiva, murió a los 84 años de edad. Cheney, número dos del presidente George W. Bush, fue el arquitecto y cerebro de la denominada guerra contra el terrorismo lanzada por Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y que estuvo caracterizada por la flagrante violación de los derechos humanos que tuvo en el centro de detención ilegal de Guantánamo su postal más flagrante. Cheney murió en la noche del lunes debido a complicaciones en una neumonía y problemas cardiovasculares, según informó su familia. Junto a él se encontraban su mujer, Lynne, y sus hijas, Liz y Mary. Considerado uno de los vicepresidentes con mayor poder en la historia de Estados Unidos, Cheney, representante del ala dura de aquella administración que gestionó la respuesta al 11-S, formada por lo que se conoció como halcones de la política norteamericana, fue en los últimos tiempos, paradójicamente, un ferviente crítico del actual presidente norteamericano, el también republicano Donald Trump, a quien calificó de “cobarde” y “la mayor amenaza que ha conocido la república”. Durante la campaña hacia las elecciones que dieron la victoria al magnate neoyorquino hace un año, Cheney aseguró que su voto iría para la aspirante demócrata, Kamala Harris. Con Cheney en la vicepresidencia, hombre fuerte durante los dos mandatos de George W. Bush, Estados Unidos invadió dos países como respuesta a la muerte de más de 3 mil personas en los atentados del grupo terrorista Al Qaeda aquel 11-S. Primero Afganistán, el 7 de octubre de 2001; dos años después, Irak, el 20 de marzo de 2003. En este segundo país, que el ejército estadounidense atacó después de que la Administración norteamericana vinculase falsamente al presidente iraquí, Saddam Hussein, en el 11-S, el nombre de Cheney fue acompañado de una fuerte polémica debido a los contratos petrolíferos firmados en Irak por la empresa Halliburton, que él presidió antes de su llegada a la Casa Blanca de la mano de Bush. Durante aquel periodo, Cheney tuvo enfrentamientos con varios altos asesores de Bush, incluidos los secretarios de Estado Colin Powell y Condoleezza Rice, y defendió las llamadas técnicas de interrogatorio “reforzadas” de sospechosos de terrorismo, que incluían torturas como el ahogamiento simulado y la privación del sueño. Hasta el Comité Selecto de Inteligencia del Senado de Estados Unidos y el relator especial de la ONU sobre la lucha contra el terrorismo y los derechos humanos, calificaron estas técnicas de “tortura”. La vicepresidencia de Estados Unidos no fue, sin embargo, la primera misión de Cheney con la familia Bush. Durante cuatro años, de 1989 a 1993, el político republicano fue secretario de Defensa con George H. W. Bush, padre del que fuera presidente del país durante el 11-S. Fue durante el ejercicio de aquel cargo cuando dirigió la primera invasión estadounidense en el Golfo Pérsico en 1991. Su hija Liz Cheney también se convirtió en una influyente legisladora republicana, ocupando una banca en la Cámara de Representantes, pero perdió su escaño tras oponerse a Trump y votar a favor de su destitución a raíz del ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio por parte de sus partidarios.
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