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» Data Chaco
Fecha: 05/11/2025 08:10
En el mapa del folklore regional, pocas voces tienen un matiz tan personal como la de Zuni Aguirre. Nacida en Villa Berthet (Chaco) y criada –musicalmente– en Villa Ángela, su camino va del piano clásico al tango, y de ahí al chamamé, siempre con un gesto desafiante: "Yo no soy chamamecera, soy tanguera haciendo chamamé", expresó en El Garage de Data. "La música para mí nunca fue un hobby, siempre fue mi pulmón, mi pasión. La pasión no se abandona, se trae con uno. Hoy es la música la que me mantiene en actividad", señaló. Y es que desde los siete años, con una guitarra que apareció en casa, hasta los escenarios de festivales nacionales, Zuni llevó una propuesta única. Su formación se inició formalmente en el Conservatorio Fracassi de Villa Ángela, con estudios de piano y coro que poco después la depositaron en el ámbito del folclore litoraleño. Pero algo quedó: el gusto por el tango que heredó de su madre. "Yo me crié escuchando los clásicos por mi estudios de piano, después tango, mi mamá era fanática del tango y escuché mucho de ese género, me gustaba mucho. Lo escuchaba a Julio Sosa, a Goyeneche, y lo que yo aprendí del tango lo aplico al chamamé" Esa combinación de expresividad, compás y territorio es quizá lo que permite que su voz se reconozca al instante. Como intérprete (y ojo: interpreta, no sólo canta) Zuni reivindica otros modos de tradición: "Yo soy intérprete, no cantante. El cantante tiene un estudio, va y prepara sus cuerdas vocale. Yo quiero ser pura con mi voz, no parecerme a nadie, quiero ser Zuni Aguirre". No todo fue camino allanado. A los 16 años ya era DJ en Villa Ángela, mezclando discos nacionales e internacionales mientras empezaba a absorber el folclore profundo: "Me di cuenta de que no podía andar con mi piano al hombro, un instrumento grande, pesado, y decidí hacer otra cosa. A mi hermano mayor le habían comprado una guitarra, que no la usó mucho. Yo tenía siete años, hoy tengo setenta, y esa guitarra sigue sonando. Aprendí a tocar zambas ahí". Zuni trabajó intensamente con el gran compositor correntino Tito Gómez, quien fue además su esposo. "Tito vino a vivir a casa, se casó conmigo, y empezó a componer. Él en el grupo Reencuentro tenía tres voces, y yo le pedí que componga solo para una voz, empezó a hacer los chamamés para mí, para que pueda cantarlos como solista". ¿No hay compositores? Y frente a las dinámicas actuales del folklore, Zuni no tiene filtro: "Hay tanta gente componiendo, pero hoy todos tocan lo mismo, hacen el mismo repertorio... ¿No hay compositores? sí hay. Lo que pasa es que el aplauso fácil es lindo"- Y en cuanto a la nueva generación, se mostró crítica: "Es muy comercial todo lo que hacen, porque así lo requiere quienes los contratan. A veces soy muy crítica. Yo voy a cantar temas para gente que alguna vez leyó algo. Y ya le estoy condenando a la gente, angá". Una propuesta indecente En una confesión más íntima, Zuni cuenta también un episodio revelador de los los límites que enfrentó como artista: "Un señor una vez me propuso: yo quiero que vengas a cantarme boleros, te voy a pagar muy bien. Pero tenés que cantar mientras hago el amor. Era muy amigo mío. Rechacé la propuesta". Hoy, la cantante sigue en actividad: seis discos de chamamé, cada uno distinto, disponibles para ser escuchados en distintas plataformas. Y si bien se despidió de los grandes escenarios, todavía es posible contratarla para cumpleaños y eventos familiares. "Me van a encontrar cantando con los ojos cerrados porque me voy, siempre me voy. Tuve la dicha de conocer los lugares de los que hablan las canciones que canto... La naturaleza me cautiva, y las personas del lugar", sintetizó. Notas Relacionadas
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