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  • Las profesiones que la inteligencia artificial podría automatizar en la próxima década, según Microsoft

    Concordia » Hora Digital

    Fecha: 04/11/2025 22:54

    Un informe de Microsoft advierte que la inteligencia artificial está transformando el trabajo y anticipa que varias profesiones enfrentarán cambios profundos o serán reemplazadas en los próximos diez La inteligencia artificial (IA) dejó de ser una promesa lejana y está modificando el mercado laboral, generando incertidumbre sobre el futuro de muchas profesiones. Un estudio reciente de Microsoft, difundido por GQ, muestra que la automatización impulsada por IA ya está transformando la naturaleza del empleo y anticipa que durante la próxima década varias ocupaciones sufrirán modificaciones significativas o serán reemplazadas. El informe de Microsoft se basa en el análisis del uso de Copilot, su herramienta de IA, para evaluar cómo la automatización asume tareas específicas en distintos trabajos. Según GQ, la investigación cuantificó el porcentaje de trabajo absorbido por la tecnología en cada profesión, descomponiendo cada ocupación en sus tareas básicas y calculando cuántas de ellas son susceptibles de automatización. El resultado es claro: a mayor cantidad de tareas rutinarias y repetitivas, mayor es la probabilidad de que la IA sustituya ese empleo. El criterio principal es la proporción de funciones automatizables. Si la IA puede realizar aproximadamente el 30% de las tareas de un puesto, ese trabajo probablemente experimentará mejoras en productividad más que un riesgo de desaparición. En cambio, cuando la mayoría de las actividades son repetitivas o basadas en la comunicación, el riesgo de sustitución aumenta considerablemente. Como destaca GQ: “Mientras más consista tu trabajo en tareas que pueden ser automatizadas, más peligro tienes de ser reemplazado por la IA”. Por el contrario, los empleos que dependen de habilidades humanas complejas, creatividad o juicio personal muestran mayor resistencia frente al avance de la automatización. La IA ha mejorado en la comprensión de matices y lenguajes, permitiendo automatizar parcialmente funciones básicas como la traducción y la mediación idiomática, aunque la interpretación humana sigue siendo fundamental. En el área de almacenamiento y organización de grandes volúmenes de datos, la IA destaca y puede automatizar parte del trabajo de los historiadores, pero la interpretación y el análisis profundo requieren siempre criterio humano. Las tareas rutinarias, como la elaboración de anuncios y ciertas comunicaciones, pueden ser delegadas a la IA, aunque aspectos interpersonales y la gestión de crisis permanecen fuera del alcance tecnológico. La generación automática de mensajes y respuestas afecta cada vez más a estos profesionales, pero la relación personal y la negociación directa continúan siendo insustituibles. La IA generativa puede producir textos y estructuras simples con rapidez, lo que incrementa la productividad, pero la calidad final del contenido suele depender de la intervención y supervisión humana. Asimismo, la inteligencia artificial ya es capaz de generar y leer códigos para controlar maquinaria automatizada, aunque siempre bajo la supervisión esencial de un experto. La comunicación constante y repetitiva puede ser gestionada por sistemas automáticos, aunque los casos complejos y la resolución emocional permanecen en manos humanas. La automatización avanza en este campo, delegando respuestas y filtrado de llamadas a sistemas inteligentes cada vez más desarrollados. Las funciones administrativas y las rutinas de reserva o venta pueden ser ejecutadas por IA, que agiliza los procesos y reduce la intervención humana en tareas predefinidas. La síntesis de voces y la programación musical ya pueden realizarse mediante algoritmos, especialmente en emisoras orientadas a listas automáticas de éxitos populares. El informe de Microsoft se basa en datos reales del uso de herramientas de IA, especialmente Copilot, analizando tareas concretas que ya son asumidas por automatismos en el entorno laboral. Se centra en el grado de automatización efectiva y examina cómo los trabajadores interactúan, se adaptan y delegan tareas en la tecnología. Este enfoque cuantitativo y ligado a la experiencia directa ofrece una visión precisa del avance de la IA en el trabajo cotidiano. En contraste, los informes de OpenAI y ChatGPT suelen enfocarse en escenarios más amplios sobre el impacto potencial de la inteligencia artificial, enfatizando predicciones futuras. Los modelos de OpenAI exploran la capacidad de la IA para generar textos, responder preguntas complejas o resolver problemas, pero habitualmente no se basan en datos de comportamientos laborales reales, sino en modelos estadísticos y pruebas experimentales. Así, mientras Microsoft aporta información práctica y medible sobre la automatización ya en curso, OpenAI plantea hipótesis sobre escenarios más amplios y su alcance futuro. Según el análisis de GQ, numerosas profesiones que requieren habilidades manuales específicas, destrezas físicas o empatía presentan una barrera natural frente a la IA. Ejemplos destacados son los oficios de la construcción y las profesiones sanitarias como la enfermería o la odontología, donde la precisión manual y la dimensión emocional son imprescindibles. A medida que la inteligencia artificial resignifica el mundo laboral, el estudio de Microsoft sostiene que la automatización representa una transformación continua, no un reemplazo inmediato y total. Es un proceso paulatino que requiere adaptación y capacitación progresiva, lo que brinda a los trabajadores la posibilidad de evolucionar y anticiparse, siempre acompañados por el desarrollo de nuevas tecnologías.

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