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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 04/11/2025 13:07
La competencia entre comercios que pagan impuestos, tasas, servicios, personal y alquiler, se ve amenazada por las ventas online y va sumando situaciones que en algunos casos podría decirse que son irritantes. Por ejemplo, “muchos clientes se acercan a los locales, se prueban zapatillas, jeans, camisas, etcétera, no hacen la compra, vuelven a sus casas y ya con el talle en mano, compran a las plataformas digitales”, dice el presidente de la Confederación Federal Pyme Argentina, Mauro González. Es decir que no compran en el comercio pero utilizan sus recursos. Pero también tiene una propuesta o llamado a comerciantes y autoridades de gobierno para unirse creativamente. Presencialidad vs virtualidad En diálogo con Paralelo32, el presidente de la C.F. Pyme Argentina, Mauro González, expuso que desde la entidad que preside, análisis mediante, han detectado que hay una situación que hace espejo con un pasado, donde una de las críticas era que las corporaciones iban a una ciudad en el interior, se instalaban, absorbían los recursos y los giraban a su casa matriz. De esta forma, aquello se refleja en un presente donde directamente las plataformas virtuales ni siquiera tienen que instalar un local; por ende no pagan empleados, ni alquiler, ni los servicios locales; haciendo entonces que desde una plataforma, el producto haga territorialidad desde su casa matriz, incluyendo logística, packaging y demás. “Los comerciantes nos han comentado algo aún más grave, ya que han advertido que muchos clientes se acercan a los locales, se prueban zapatillas, jeans, camias, etcétera, no hacen la compra, llegan a sus casas y ya con el talle en mano, compran a las plataformas digitales”, generando así un doble perjuicio: No realizan la compra en el comercio y utilizan los recursos del comercio local. “Es terrible lo que está pasando; está destruyendo la actividad comercial de las ciudades en el interior del país y ha cambiado también la mirada, ya que desde la virtulidad no se puede ni oler ni tocar”. Cambiar la mirada Ante el escenario descripto, González hizo hincapié en que, para paliar tal contexto, hay que cambiar profundamente la mirada e impronta hacia el desafío de la profesionalización del comercio: “ya no solamente en los centros comerciales a cielo abierto, sino también en las plataformas virtuales. Hoy la salida que tiene el comercio en cualquier rincón del país es tener su propia plataforma virtual o participar en estas plataformas generales y tratar de vender sus productos desde allí”. Asimismo, subrayó que el comerciante paga estos altos costos para utilizar este tipo de plataformas; por lo enfatizó en la alternativa de plataformas propias, “y lo que hay que lograr es que esto, que en principio se trabajó muy bien, que fueron los centros comerciales a cielo abierto, hoy deben trabajarse fuertemente en los municipios, en conjunto con las cámaras empresarias, de armar una plataforma virtual de comercio electrónico, digo un Marketplace local que venda a todo el país”. La competencia desigual En esa línea insistió, “¿de qué nos sirve tener un comercio en una ciudad si el cliente va a venir a probarse la mercadería para después volver a su casa y hacer la compra en estas grandes plataformas que están hoy”. Agregó que el hecho del comentario popular que dice “en un local las zapatillas están a tal precio, pero en tal plataforma cuestan la mitad”, y reflexionó: “Ahí está la discusión, ¿cuál es el origen de esas zapatillas?, ¿sabemos si esas zapatillas son de contrabando?, ¿cómo llegan a esa plataforma?, ¿son originales?; bueno, hay un montón de cuestiones que uno no lo sabe hasta que indaga”, enfatizó, aclarando luego que hoy la informalidad crece a pasos agigantados en nuestro país, lo que conllevaría a que haya menos impuestos para sostener la salud, la seguridad, la educación y otras áreas estructurales de la sociedad. “No tendremos empresas serias si no tenemos buena educación, si no tenemos buena salud de nuestros trabajadores y de nuestros empresarios; por lo que es clave coordinar todas estas áreas para poder llevar adelante un proyecto de país productivo, en desarrollo y demás, hoy la crisis se lleva puesto a todos”. Al finalizar, González recordó que con antelación sucedió lo mismo entre los comercios a cielo abierto que competían con los shoppings; en cambio hoy se necesita trabajar desde un proyecto de plataformas, de Marketplace locales, para competir con las grandes plataformas a nivel nacional. El mundo digital que define nuestra vida cotidiana El presente de la humanidad está marcado por las redes en todas sus formas. Para entender este fenómeno, conviene recordar que Internet comenzó a masificarse en los años 90 con la creación de la World Wide Web. En 1989, el científico británico Tim Berners-Lee desarrolló el HTML, el HTTP y el primer navegador web, herramientas que permitieron la existencia de las páginas en línea. El HTML (Lenguaje de Marcado de Hipertexto) estructura el contenido de una página, mientras que el HTTP (Protocolo de Transferencia de Hipertexto) establece la comunicación entre el navegador y el servidor para mostrarla en pantalla. Las redes sociales llegaron después. En 1997 apareció SixDegrees, pionera en permitir la creación de perfiles y la visualización de contactos. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión llegó en los 2000 con Facebook y las plataformas que la sucedieron, que transformaron las formas de vincularse, comunicarse y también de consumir. Desde entonces, la virtualidad dejó de ser un complemento para convertirse en el centro de la vida social y comercial de millones de personas y crece con ellas el hábito de las compras online, que obligan al comercio tradicional a pensar nuevas estrategias para sus estructuras cargadas de impuestos y otros costos que demanda mantener abierto un local.
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