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CABA » Plazademayo
Fecha: 04/11/2025 12:20
El turismo vuelve a ocupar un rol central en la lucha contra el cambio climático. En la COP30, que se celebrará en Belém (Brasil) en noviembre de 2025, América Latina buscará consolidar su liderazgo en sostenibilidad y cooperación regional. El turismo latinoamericano se prepara para dar un paso histórico en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se realizará en noviembre de 2025 en Belém do Pará, Brasil. Durante los días 19 y 20, el evento contará con Jornadas Temáticas de Turismo bajo el lema “Tourism Climate Action: For a Low-Carbon, Climate-Resilient Future” (Acción Climática para un Turismo Bajo en Carbono y Resiliente). Esta será la segunda vez en la historia que el turismo ocupa un espacio oficial dentro del programa de la COP, después del debut en Bakú, Azerbaiyán, en 2024. La iniciativa está organizada por el Ministerio de Turismo de Brasil y ONU Turismo, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en una alianza que refuerza la importancia del sector como herramienta para la acción climática global. Turismo como motor de soluciones climáticas Zurab Pololikashvili, secretario general de ONU Turismo, destacó que “el turismo no es solo vulnerable al cambio climático, también forma parte de la solución”. El enfoque de la COP30 apunta a impulsar la innovación, la inversión y la cooperación para transformar al turismo hacia un modelo bajo en carbono y resiliente. El programa reunirá a ministros de Turismo y Ambiente, organizaciones internacionales, universidades y representantes del sector privado para debatir sobre el papel del turismo en los seis ejes de la Agenda de Acción de la COP30: energía, biodiversidad, sistemas alimentarios, finanzas, desarrollo humano y comunidades resilientes. Brasil y la mirada latinoamericana Para Celso Sabino, ministro de Turismo de Brasil, “a través de la acción colectiva podemos garantizar que el turismo proteja la naturaleza, empodere a las comunidades y acompañe la transición global hacia la sostenibilidad”. La elección de Belém como sede no es casual: la ciudad, puerta de entrada a la Amazonia, representa el vínculo entre biodiversidad, comunidades locales y desarrollo turístico sostenible. América Latina, con su enorme patrimonio natural y cultural, busca consolidarse como ejemplo de cómo el turismo puede ser un aliado estratégico en la acción climática. La COP30 será también un espacio para fortalecer la cooperación regional. Varios países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Chile, Colombia y Costa Rica, ya desarrollan planes nacionales de turismo sostenible, con metas de reducción de emisiones, promoción de energías limpias y preservación de ecosistemas. Gobernanza, innovación y financiamiento verde El Diálogo sobre Turismo de la COP30 trabajará en nuevas herramientas de gobernanza y financiamiento para proyectos turísticos sostenibles. Se destacarán iniciativas como la Declaración de Glasgow sobre Acción Climática en Turismo, la creación de un Grupo de Trabajo Interinstitucional sobre Turismo y Acción Climática, y la Alianza Global para una Acción Climática Reforzada en Turismo, impulsadas por los Estados miembros de ONU Turismo. El desafío será conectar a los destinos con fuentes de financiamiento climático internacional, y garantizar que las comunidades locales reciban los beneficios de las inversiones verdes. Turismo regenerativo y comunidades resilientes El programa de Belém enfatizará el rol del turismo regenerativo, que no solo busca minimizar impactos, sino restaurar ecosistemas y fortalecer comunidades. Se abordarán temas como la innovación circular, la transformación de los sistemas alimentarios y las estrategias de inclusión social dentro de los destinos turísticos. La región latinoamericana, rica en diversidad biológica y cultural, tiene la oportunidad de liderar un modelo de turismo que combine protección ambiental, equidad social y desarrollo económico sostenible. Hacia un turismo que proteja el planeta La COP30 marcará un punto de inflexión en la relación entre turismo y sostenibilidad. El mensaje es claro: no hay turismo próspero en un planeta degradado. Desde la Amazonia hasta los Andes, América Latina asume el desafío de hacer del turismo un instrumento de regeneración y acción climática. Belém será el escenario donde la región muestre al mundo que el futuro del turismo no solo se trata de viajar, sino de preservar lo que hace posible el viaje: la vida misma.
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