04/11/2025 15:14
04/11/2025 15:13
04/11/2025 15:12
04/11/2025 15:11
04/11/2025 15:11
04/11/2025 15:08
04/11/2025 15:08
04/11/2025 15:08
04/11/2025 15:07
04/11/2025 15:07
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/11/2025 10:46
La velocidad de retroceso sin precedentes es similar a los drásticos retrocesos glaciares que ocurrieron al final de la última era del hielo ( Universidad de Colorado Boulder) El glaciar Hektoria, ubicado en la costa este de la península antártica, perdió unos 25 kilómetros en 15 meses y lo que llama la atención de los científicos es que 8,2 kilómetros se fragmentaron solo en dos meses, entre noviembre y diciembre de 2022, una velocidad nunca antes registrada. Como detalló Infobae, este fenómeno constituyó el colapso más rápido documentado para un glaciar apoyado en tierra firme. Un estudio liderado por científicos de la Universidad de Colorado Boulder y publicado en Nature Geoscience informó que el Hektoria “experimentó el retroceso más rápido registrado en la historia moderna: en tan solo dos meses, casi el 50 por ciento del glaciar se desintegró”, según afirmó el equipo en un comunicado. Los glaciares anclados como Hektoria, que reposan sobre el lecho marino sin flotar, suelen retroceder apenas unos cientos de metros por año. “Consecuencias catastróficas para el aumento del nivel del mar” El glaciar Hektoria es pequeño para los estándares antárticos, tiene apenas unos 296 kilómetros cuadrados (Universidad de Colorado Boulder) “Es asombroso; la velocidad de retroceso es simplemente increíble”, afirmó Ted Scambos, investigador principal del Centro de Ciencias de la Tierra y Observación de la Universidad de Colorado Boulder, y uno de los autores del estudio. El escenario es inquietante: “Si los glaciares más grandes retroceden a ritmos similares, podría tener consecuencias catastróficas para el aumento del nivel del mar”, advirtieron los autores del estudio en su comunicado. La magnitud del colapso fue evidente para el equipo. “Cuando volamos sobre Hektoria a inicios de 2024, no podía creer la vastedad del área colapsada”, relató Naomi Ochwat, investigadora y autora principal, en declaraciones recogidas por la universidad. “Había visto el fiordo y los accidentes montañosos en imágenes satelitales, pero estar allí en persona me llenó de asombro por lo que había sucedido”, recordó la investigadora. Por qué retrocedió tan velozmente el glaciar Hektoria La topografía bajo el glaciar Hektoria, con una extensa llanura de hielo, fue clave para explicar la velocidad sin precedentes de su retroceso (Universidad de Colorado Boulder) El equipo científico determinó que la topografía bajo el glaciar fue esencial en este episodio extremo. La extraordinaria velocidad del retroceso del glaciar Hektoria se explica por características poco comunes en su base. Aunque muchos glaciares antárticos terminan en el océano y se comportan como glaciares de marea, esto depende en gran medida de la topografía sobre la cual se asientan. En el caso específico de Hektoria, la presencia de una extensa llanura de hielo —una zona plana de roca madre bajo el nivel del mar— resultó clave. Este tipo de configuración ya había facilitado que otros glaciares antárticos, miles de años atrás, retrocedieran cientos de metros por día. La investigación reciente permitió vincular ese patrón antiguo con el fenómeno observado actualmente en Hektoria. El equipo científico identificó que la llanura de hielo permitió que una parte considerable del glaciar comenzara a flotar de manera súbita. Este cambio lo dejó expuesto a la presión del océano, lo que generó “grietas desde la base del glaciar, que finalmente se unieron a las grietas expuestas en la superficie, causando que todo el glaciar se desprendiera”, explicaron los investigadores. El proceso de desprendimiento, conocido como calving, derivó en la ruptura masiva del frente glaciar en tiempo récord. Ante la consulta de Infobae, el profesor de Nivologia y Glaciologia de la Universidad de San Juan e investigador principal de CONICET (CCT San Juan) Juan Pablo Milana, explicó que Hektoria “no es un glaciar típico, sino lo que denominamos un calving glacier, un glaciar cuya punta está en el agua”. Milana subrayó que en estos casos “además de procesos glaciológicos internos, el glaciar está afectado por el mar, las mareas y la temperatura del agua”. Para el experto, “este retroceso tan rápido se debió a un progresivo afinamiento hasta que parte del hielo se despegó de la base y se cortó de golpe, perdiendo así una gran cantidad de masa”. También advirtió que este tipo de eventos demuestra que no se puede tomar a Hektoria como testigo de lo que ocurre en toda la península, aunque aclara: “Hay que aceptar que todos los glaciares están retrocediendo, no solo en la Antártida, sino en el mundo”. La pérdida de hielo marino adyacente, causada por el calentamiento oceánico, dejó al glaciar Hektoria vulnerable a la fragmentación por oleaje (Naomi Ochwat) La reconstrucción precisa del evento fue posible gracias al análisis combinado de imágenes satelitales en intervalos muy cortos. "Si solo tuviéramos una imagen cada tres meses, quizá no podríamos decirles que el glaciar perdió dos kilómetros y medio en dos días”, afirmó Ochwat. “Combinando las imágenes de estos diferentes satélites, podemos completar la información faltante y confirmar la rapidez con que el glaciar perdió hielo”. Esta evidencia permitió a los científicos comprender por qué Hektoria colapsó a una velocidad nunca antes registrada en la era moderna. “La pérdida de hielo marino adyacente a Hektoria —provocada por el calentamiento oceánico— permitió que el oleaje alcanzara el hielo fijo y lo fragmentara, exponiendo al glaciar a la fuerza del mar”, subrayó Ochwat. De hecho, los registros sísmicos validaron que el glaciar se encontraba apoyado en roca y que los eventos de retroceso ocurrieron con intensa actividad interna. “Lo que ocurrió en Hektoria cambia para siempre las posibilidades en otros glaciares mayores del continente”, admitió Scambos. El rol del cambio climático y el hielo marino La ruptura del hielo fijo fue determinante para este retroceso rápido. Entre 2011 y 2021, esa barrera había estabilizado a Hektoria y otros glaciares colindantes, permitiéndoles avanzar levemente y generar lenguas de hielo flotantes. Una vez que el hielo fijo se fragmentó en 2022, la protección desapareció. “Es probable que veamos una mayor reducción del hielo marino en esta región a medida que avance el cambio climático”, advirtió Bethan Davies, geóloga de la Universidad de Newcastle consultada por CNN. Esa pérdida deja a otros glaciares “al filo de experimentar procesos similares”, explicó Ochwat. Los antecedentes geológicos validan la importancia del fenómeno. Según el equipo, en la última glaciación, retrocesos tan rápidos sólo se habían infirido por registros antiguos, pero nunca observados en directo hasta ahora. “Nos encontramos en una situación en la que todavía estamos descubriendo procesos que desconocíamos”, reconoció Ochwat. ¿Podría ocurrir algo similar con otros glaciares? Expertos señalan que el colapso de Hektoria revela riesgos similares para glaciares antárticos mayores, con potencial impacto en el nivel del mar ( Naomi Ochwat) A pesar de su tamaño comparativamente modesto —alrededor de 296 kilómetros cuadrados, similar a Filadelfia—, Hektoria funciona como “un primo menor de algunos glaciares verdaderamente gigantescos en la Antártida que podrían, en teoría, pasar por el mismo proceso”, advirtió Scambos en conversación con CNN. Si uno de estos colosos colapsara con igual rapidez, “podríamos experimentar un aumento drástico del nivel del mar”, remarcó Ochwat. “El caso de Hektoria muestra que la ciencia debe priorizar el conocimiento de la topografía bajo los glaciares para evitar sorpresas en las proyecciones climáticas”, señalaron en el comunicado institucional del equipo de Boulder. En esta línea, Milana advirtió que “el impacto es puramente local, porque como lo dicen los autores, es un caso atípico en donde pasó de ser flotante a estar apoyado”, y remarcó que la verdadera amenaza global reside en la capa de hielo de la Antártida Occidental. Según el investigador, “el gran riesgo es el West Antarctic Ice Cap, que si se desestabilizara, podría hacer aumentar el nivel del mar casi 5 metros”.
Ver noticia original