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» Voxpopuli
Fecha: 04/11/2025 08:07
                            La agencia Fitch Ratings emitió una advertencia clara sobre la economía argentina: para aspirar a una mejor calificación crediticia soberana, el país necesita incrementar sus reservas internacionales de manera sostenible, más allá del respaldo político y la ayuda externa. El informe de Fitch señala que el presidente ultraderechista Javier Milei logró un avance legislativo significativo en las elecciones intermedias, lo que «podría mejorar su capacidad para impulsar su agenda de reformas». Sin embargo, la agencia subraya que este fortalecimiento institucional ocurre en un entorno de «precaria posición de liquidez externa». El problema de las reservas líquidas Fitch cuestionó la sostenibilidad de la estrategia de acumulación de divisas. La agencia estima que, si bien las reservas brutas alcanzan los USD 40.000 millones, las reservas líquidas (descontando el oro y la porción no utilizable del swap con China) alcanzan solo USD 20.000 millones. En este contexto, el reciente swap de dólares con el Tesoro de Estados Unidos, si bien ofreció un «colchón», no resuelve el problema de fondo: «no resuelve la necesidad de acumular reservas endógenas», advirtió la calificadora. La nota técnica de Fitch remarcó que, aunque el apoyo estadounidense ayudó al país a sortear la volatilidad financiera reciente, «su necesidad de dicho apoyo pone de manifiesto la elevada vulnerabilidad externa que aún presenta, reflejada en su calificación soberana de ‘CCC+’”. La clave está en la compra de divisas Para Fitch, la mejora de la calificación está supeditada a que “nuevas reformas permitan a Argentina acumular de manera sostenible reservas de divisas y recuperar el acceso a los mercados”. Desde el Banco Central (BCRA) la mirada está puesta en el futuro. El vicepresidente Vladimir Werning anunció que el BCRA prevé iniciar la compra de reservas en 2026. Esta operación, no esterilizada y apoyada en el superávit de la balanza de pagos, se convertiría en la principal fuente para financiar la remonetización de la economía y, crucialmente, «impulsar la liquidez externa». No obstante, Fitch advierte que el actual régimen cambiario «no fomenta superávits en cuenta corriente que impulsen la acumulación de reservas», por lo que resta ver si el impulso de confianza generado por la victoria electoral será suficiente, o si el Gobierno deberá aplicar cambios en la política monetaria o cambiaria para garantizar esa acumulación vital de dólares.
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