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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/11/2025 02:36
                            El estudio destaca que la frecuencia del contacto con la música, más que el género musical, es clave para la protección cerebral (Imagen ilustrativa Infobae) Un reciente estudio internacional publicado en la Revista Internacional de Psiquiatria Geriatrica (International Journal of Geriatric Psychiatry) ha arrojado nueva luz sobre la relación entre la música y la salud cognitiva en la vejez. Según los hallazgos, los adultos mayores que escuchan música de manera frecuente pueden disminuir su riesgo de desarrollar demencia en un porcentaje significativo, lo que sitúa estas prácticas cotidianas como potenciales estrategias de prevención accesibles y de bajo costo. El análisis, centrado en más de 10.800 personas mayores de 70 años, ofrece resultados alentadores que destacan la importancia de las actividades musicales tanto pasivas como activas en la protección contra el deterioro cognitivo. Escuchar música y la reducción del riesgo de demencia Un estudio internacional revela que escuchar música reduce hasta un 39% el riesgo de demencia en adultos mayores de 70 años (Imagen ilustrativa Infobae) Los investigadores del estudio observaron que las personas mayores de 70 años que escuchan música con regularidad presentan hasta un 39% menos de probabilidades de desarrollar demencia frente a quienes no escuchan música nunca, rara vez o solo esporádicamente. Este dato posiciona la escucha musical habitual como un hábito especialmente relevante para promover el bienestar mental en etapas avanzadas de la vida. Los resultados, que fueron publicados en la Revista Internacional de Psiquiatría Geriátrica, sugieren que la selección de prácticas de ocio como la música puede convertirse en una herramienta eficaz, aunque sencilla, para disminuir las tasas de afecciones neurodegenerativas en una población en constante envejecimiento. La investigación no distingue géneros musicales ni condiciones de escucha específicas, lo que indica que el efecto protector se asocia con la frecuencia del hábito musical más que con el tipo de música seleccionada. Para las sociedades enfrentadas a un aumento en la prevalencia de demencia debido al incremento de la esperanza de vida, este hallazgo representa una puerta abierta a intervenciones no farmacológicas complementarias para la salud cognitiva. El impacto de tocar instrumentos en la incidencia de demencia La práctica regular de tocar instrumentos musicales disminuye en un 35% la probabilidad de desarrollar demencia, según la investigación La relación entre la música y la cognición se fortalece aún más al considerar los beneficios vinculados al acto de tocar un instrumento musical. El estudio encontró que los adultos mayores que practican un instrumento muestran una reducción del 35% en el riesgo de desarrollar demencia, en comparación con aquellos que no lo hacen. Este aspecto activo de la participación musical parece jugar un rol adicional, posiblemente al implicar funciones cerebrales más complejas y la integración de habilidades motrices finas, atención sostenida y memoria. El simple hecho de sostener una rutina musical, ya sea tocando el piano, la guitarra o cualquier instrumento, no solo representa una actividad recreativa, sino una forma de estimulación cerebral con beneficios que pueden ir más allá del placer auditivo. Deterioro cognitivo y memoria episódica Los efectos positivos de la música no se limitan únicamente a la reducción de la demencia. El estudio identificó que quienes escuchan música de manera constante gozan de una incidencia un 17% menor de deterioro cognitivo en general, además de obtener puntuaciones más elevadas en pruebas que evalúan la cognición global y la memoria episódica. La memoria episódica, responsable de recordar eventos cotidianos y experiencias personales, es una de las áreas que más se preserva cuando se integra la música en la vida diaria. Los datos recabados indican un mantenimiento más eficiente de esta función, lo que puede traducirse en una mejor calidad de vida y mayor autonomía para las personas mayores. Un enfoque combinado La combinación de escuchar y tocar música ofrece una reducción del 33% en el diagnóstico de demencia y del 22% en deterioro cognitivo La participación activa y pasiva en la música, cuando se combinan, ofrecen ventajas sustanciales. Aquellos adultos que escuchan y también tocan música regularmente experimentan una disminución del 33% en la probabilidad de ser diagnosticados con demencia y una reducción del 22% en los casos de deterioro cognitivo. Estos resultados refuerzan la hipótesis de que la exposición múltiple y diversa a la música tiene un efecto acumulativo que potencia la salud cerebral. La integración constante de ambas actividades puede activar diferentes redes neuronales, generando una estimulación cerebral mucho más robusta. Estilo de vida y entorno Los resultados del estudio enfatizan que el envejecimiento cerebral no está determinado solo por la genética y la edad, sino que es el resultado de una interacción compleja en la que los factores ambientales y las propias decisiones sobre el estilo de vida adquieren un rol protagonista. Tal como afirmó la profesora Joanne Ryan, autora principal del estudio de la Universidad de Monash en Australia: “La evidencia sugiere que el envejecimiento cerebral no se basa solo en la edad y la genética, sino que puede estar influenciado por las propias elecciones ambientales y de estilo de vida”. Ryan también destacó: “Dado que actualmente no existe cura para la demencia, es fundamental identificar estrategias que ayuden a prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad”. El énfasis en las intervenciones no farmacológicas y el fomento de estilos de vida que incluyan actividades musicales podrían formar parte de políticas públicas dirigidas a la salud mental de los adultos mayores. Conclusiones de los autores del estudio Los resultados obtenidos invitan al optimismo, aunque los propios autores subrayan la necesidad de interpretar estos hallazgos con prudencia. Emma Jaffa, coautora del estudio, señaló: “No se puede establecer una relación de causalidad”, aunque reconoció que los datos muestran asociaciones significativas. Por su parte, Jaffa agregó: “Las actividades musicales pueden ser una estrategia accesible para mantener la salud cognitiva en adultos mayores”. Para la profesora Ryan, ante la ausencia de una cura para la demencia, resulta prioritario identificar y promover enfoques que puedan retrasar o evitar la aparición de la enfermedad. “Nuestro estudio sugiere que las intervenciones basadas en el estilo de vida, como escuchar y/o tocar música, pueden promover la salud cognitiva”, puntualizó la investigadora, consolidando a la música como aliada en la promoción de un envejecimiento saludable.
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