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Parana » Informe Digital
Fecha: 03/11/2025 18:56
                            Javier Milei, lejos del hambre animal del león, decidió mantenerse abrazado al equilibrio que profesa hace meses. El presidente volvió a ser la principal víctima de la encerrona que confeccionan los cortocircuitos entre los campamentos que coordinan Karina Milei y Santiago Caputo y, lejos de posicionarse, optó por el salomonismo. Quienes lo conocen advierten sin pudor que el líder libertario nunca estuvo dispuesto a elegir entre sus dos manos derechas. La indefinición quedó sellada con la llegada de Manuel Adorni, alfil de su hermana de sangre, a la jefatura de gabinete y Diego Santilli, cuentapropista con afinidad por el caputismo, al Ministerio del Interior. Ambos se sumarán a la mesa política que encabeza el jefe de estado semanalmente. ¿Ganan todos? Los encuentros semanales encabezados por el primer mandatario, que se reflotaron tras la derrota de La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires, tienen como principal objetivo la concordancia de las acciones políticas de un oficialismo fragmentado. La interna que arrastran desde hace meses los grupos encabezados por Karina y Santiago Caputo empantanaron los manejos de una gestión que ya de por sí tiene sus propias limitaciones de acción. La conformación de este espacio de discusión colectiva fue la salida por arriba del laberinto que encontró el presidente para evitar, una vez más, tomar decisiones. Esta mesa, que tiene fecha los martes por la mañana en el despacho del presidente, se compone por el Triángulo de Hierro; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y hasta el viernes Manuel Adorni la integraba en calidad de vocero. Desde esta semana, el legislador electo lo hará a través de su nuevo rol como jefe de gabinete y sumará a Santilli, flamante ministro del Interior, e interlocutor designado para dialogar con los gobernadores, quienes se enteraron de su designación vía Twitter, igual que la mayoría de los mortales. Con la llegada de Santilli y Adorni, el gobierno apuesta avanzar con mayor determinación a la concreción de las reformas laboral, tributaria, penal y previsional. Las negociaciones con las provincias serán claves para avanzar en este sentido, por eso desde el oficialismo apuestan a que la imagen pulcra del diputado -alejado emocional y físicamente de la interna en el tridente de poder- logre destrabar las discusiones con los aliados que todavía no terminan de jugarse un pleno por el oficialismo. Debut Esta mañana fue la presentación formal de los flamantes funcionarios en público. A las 9:30 todo el gabinete confluyó en el Salón Eva Perón, donde el presidente encabezó la primera reunión con la remodelada plana mayor del Ejecutivo que quedó estampada con una foto de familia que tuvo al libertario y su hermana en el centro de la imagen. Durante el cónclave, Milei bajó la línea de cambiar rotundamente de página, un sentimiento que quedó expuesto en el video musicalizado por la canción I feel good de James Brown que difundió la Oficina del Presidente una vez terminado el encuentro. Por poco más de una hora y media, los presentes marcaron los lineamientos de lo que será la nueva dinámica de gobierno que tendrá a Adorni como coordinador luego de la salida de Francos. El Presidente Javier Milei saludó a su nuevo Gabinete en la primera reunión en Casa Rosada tras la victoria electoral del pasado domingo. pic.twitter.com/XUr26UWJ9B — Oficina del Presidente (@OPRArgentina) November 3, 2025 Según pudo saber este diario, en ningún momento de la cumbre se mencionó el nombre del eyectado jefe de gabinete. Incluso, hasta el momento del cierre de esta nota, el presidente ni siquiera le dedicó unas palabras de agradecimiento a quien supo ser su mentor político y empresarial. Dicen quienes conocen la intimidad del poder que el vínculo entre ambos no habría terminado de la mejor manera. Sin embargo, se espera que mañana Francos se apersone en la Casa Rosada para despedirse de su equipo de trabajo, quienes se enteraron sobre la hora de la salida de su jefe el pasado viernes. Con los cambios consumados, el presidente apuesta a que se concrete un ordenamiento interno dentro del oficialismo. Lo cierto, sin embargo, es que el líder libertario no hizo más que modificar nombres. La dinámica bipartidista en la que se mueve el gobierno, loteado por los dos ejes más importantes del Triángulo de Hierro, se mantiene exactamente igual, o incluso peor. Puertas adentro de la gestión, se sabe que Adorni es hombre de la secretaria general de la presidencia, artífice indiscutida de su nombramiento en la jefatura de gabinete, un lugar al que el todavía vocero aspiraba a alcanzar tras un breve paso por la legislatura que finalmente se incumplió. Con este presente, en ambos campamentos dan por sentado que el nuevo titular de los ministros responderá sólo a las demandas que lleguen de su jefa sin importar los consejos que Caputo pueda acercar. El caso de Santilli es particular. El diputado electo logró consolidar un excelente vínculo con ambos lados del Rubicón, un beneficio que le garantiza la confianza de los dos bandos. Sin embargo, lo cierto es que el ex larretista siempre ofició -y oficiará- como un cuentapropista. Ninguno de los dos sectores, pese a la fluidez del vínculo entre ambos, podrá quedarse con su silla, porque El Colo es, por sobre todas las cosas, independiente. Foto: Marcelo Capece / NA Santiago Caputo, ¿el perdedor? Las primeras lecturas una vez conocido el recambio ministerial apuntaban directamente a un triunfo de Karina Milei por sobre Santiago Caputo. La hermanísima logró bloquear el acceso del poderoso asesor a la coordinación política del gabinete, una medalla que le resalta en su chaqueta. Pero lo cierto es que el amante de las armas nunca tuvo entre sus verdaderos planes el pase formal al estrellato. La sola idea de perder su preciado anonimato -jurídico y mediático- ponía nervioso a más de un integrante de su mesa chica, que observaba con preocupación la posibilidad de que el cuarentón acceda a un cargo. A pesar de quedar fuera del organigrama estatal, Caputo no perdió ninguna de sus manijas de poder. El gurú continúa siendo el mandamás político del Ministerio de Justicia, controlado desde la secretaría por su amigo Sebastián Amerio; el Ministerio de Salud, custodiado por Mario Lugones, padre de su amigo y socio Rodrigo Lugones, quien envía su ayuda desde el exterior; la secretaría Legal y Técnica con María Ibarzabal Murphy; la Secretaría de Inteligencia con Sergio Neiffert y Diego Kravezt como laderos; el ARCA y la DGI con Juan Pazo y Andrés Vázquez; la Agencia Nacional de Puertos -y la importantísima Hidrovía- con Iñaki Arreseygor, entre otras áreas de interés. Durante semanas, y con énfasis en el último fin de semana, las versiones sobre un eventual desembarco de Caputo al Ministerio del Interior se acrecentaron. Lo cierto es que no eran más que jugadas silenciosas de agentes gubernamentales que apostaban por rayar aún más la figura del asesor favorito de Milei, quien terminó manteniendo su lugar y su despacho. El partido, lejos de ser una goleada, se mantiene en un empate. Al menos por ahora.
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