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  • Una venganza sincronizada: imputaron a un nuevo acusado por el doble crimen de "Camote" y su abuela en Ybarlucea

    » La Capital

    Fecha: 03/11/2025 17:04

    Joel A., baleado por la policía en agosto, fue acusado por el asesinato con sello mafioso de Emanuel "Camote" Velázquez, de 37 años, ejecutado a fines de 2023 minutos antes del crimen de su abuela En los últimos días de 2023, a Emanuel “Camote” Velázquez lo invitaron a comer un asado en Ybarlucea. El hombre de 37 años aceptó sin sospechar que iba camino a la muerte : avanzaba en su moto a la par de un conocido por una calle lindera al cementerio cuando se acercó un auto y lo acribillaron. Por ese crimen con sello de venganza mafiosa fue acusado este lunes Joel Oscar A., tercer imputado por el caso. Lo habían detenido en agosto tras enfrentarse a tiros con la policía en un allanamiento a su casa. Un incidente en el que terminó internado con tres heridas de bala . Un mes y medio después de aquella detención a tiros en el barrio Cullen, A. se convirtió en el tercer acusado por el crimen de Velázquez. Un asesinato cometido el 29 de diciembre de 2023 de manera sincronizada con el de su abuela Susana Elvira Velázquez. La mujer de 75 años fue baleada con diferencia de minutos en su casa de Felipe Moré y pasaje Franco, en el límite entre barrio Industrial y Empalme Graneros. “Fue gente de la banda de Fran Riquelme” , dijeron entonces sus vecinos en alusión a uno de los jefes de las bandas criminales que por entonces disputaban la zona en una guerra con decenas de víctimas, detenido ahora en una cárcel federal. Esos crímenes cerraron un año jaqueado por la violencia callejera . Ocurrieron con minutos de diferencia y en puntos situados a más de diez kilómetros de distancia. Sin llegar a enterarse de que su abuela había sido asesinada con cuatro tiros en su casa de Felipe Moré y pasaje Franco, en barrio Ludueña, Ezequiel Velázquez corrió la misma suerte minutos después en un camino paralelo al cementerio de Ybarlucea, en camino De Los Incas al 4500, cerca de la ruta 34. Emboscada letal A Camote Velázquez lo habían invitado a almorzar y él aceptó sin sospechar que se trataba de una emboscada. El hombre, que había pasado algunas temporadas en prisión por delitos como portación de armas, había salido temprano de su casa en el pasaje Franco. Avisó que iba a un asado. A las 11.24 de aquel 29 de diciembre iba en su moto Honda Wave hacia el oeste de la calle de tierra lindera al cementerio de Ybarlucea, bordeada por arbustos. Conducía escoltado por Héctor Manuel A., quien iba en su propia moto y fue imputado como coautor del crimen en mayo de 2024. Los seguía un auto Peugeot gris que podría ser un 206 o un 207, en el que iban otros dos partícipes del ataque. A llegar a unos 250 metros de la ruta mataron a Velázquez con varios disparos. “Vimos pasar una moto y un Peugeot gris. Hicieron parar al muchacho que iba con la moto y hablaron algo con él. Se escucharon tres o cuatro tiros y vimos que tanto el auto como la moto salieron rápido por Los Incas y agarraron la ruta como para Rosario”, contó una vecina. Al llegar la policía el cuerpo estaba tirado al lado de la moto, sucio de tierra, como si lo hubieran rematado en el piso o pateado, sin documentación que permitiera acreditar su identidad. >>Leer más: Preventiva para acusado de la muerte de un hombre en el camino al cementerio de Ybarlucea El segundo implicado en el crimen fue Lucas Nahuel C., imputado en agosto de 2024. Desde entonces la investigación a cargo de la fiscal María de los Ángeles Granato tenía pendiente la captura de Joel A., a quien efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales fueron a buscar a una casa de Cullen al 1400 bis, cerca del acceso a avenida Sorrento, el 25 de agosto pasado. De acuerdo con la versión oficial del procedimiento, el sospechoso escapó por los techos de un domicilio lindero, a los tiros. Baleado por la policía Los agentes de la TOE indicaron que A. esgrimió una pistola frente a ellos e intentó asegurar la huida, aunque fue detenido tras un intercambio de disparos. Herido de bala en la cadera, un glúteo y un pie, lo apresaron debajo de la mesa del patio en el ingreso a un pasillo de la cuadra, se reportó. Fue asistido por las heridas en el Hospital Eva Perón. Es por esto que fue imputado por la portación ilegal de un revólver Bersa calibre 22 que le secuestraron aquel día, resistencia a la autoridad y violación de domicilio. La fiscal Granato le imputó estos delitos junto al de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas —figura que se pena con prisión perpetua— y la portación ilegal del arma de guerra usada en el crimen de Velázquez, del que se lo considera coautor. Quedó en prisión preventiva por el plazo legal de dos años en una audiencia celebrada este lunes en el Centro de Justicia Penal ante el juez Hernán Postma. >>Leer más: Lo buscaban por homicidio y terminó internado por balazos policiales en un allanamiento “Camote nunca se llevó bien con Francisco. Broncas del barrio, se conocen de chicos”, refirió a La Capital un vecino de Velázquez tras su asesinato y el de su abuela, a la que atacaron pasado aquel mediodía. La mujer de 75 años estaba en su casa con su nieto Matías, un chico que había salido de un instituto correccional de menores un mes antes, y le pidió que saliera a hacer un mandado. Cuando el chico salió, ingresaron a la casa un muchacho casi adolescente y otra persona. Entraron a la habitación donde estaba Susana y le dispararon cuatro veces. En la reposera La mujer sufría de Epoc. Se levantó de la cama malherida y dio unos pasos hacia la puerta. En el frente estaban las sillas y reposeras donde se sentaba a tomar mates todas las tardes, en un barrio donde “nunca se metía con nadie”. Se agarró del respaldar de una reposera, se sentó y allí dio un último suspiro. Una nena que la vio morir fue a avisarles a los familiares, que vivían a menos de dos cuadras. Poco más tarde, en la puerta del Instituto Médico Legal, sus allegados constataron la muerte simultánea de Camote, que había ingresado como NN. >>Leer más: Un joven aceptó seis años de cárcel como miembro de la banda de Fran Riquelme Camote Velázquez había sido uno de los señalados por un ataque casi letal que dejó en silla de ruedas a Nicolás “Quique” Gramonte, un colaborador y cuñado de Fran Riquelme que vivía frente a la casa de Susana. En septiembre de 2019 este hombre fue baleado en pasaje Franco y República Dominicana, zona donde actuaba la banda de Fran. Un disparo en la médula lo dejó parapléjico. Cuatro años más tarde, en julio de 2023, fue acusado de integrar la organización cercana a Esteban Alvarado a la que se atribuyen asesinatos y extorsiones ligadas a la venta de drogas, además de balaceras a escuelas. En julio pasado Gramonte fue condenado a 6 años de prisión por pertenecer a esa banda narcocriminal con un rol de “control, custodia y rendición de cuentas de los ingresos, aportando administración financiera”. Según la condena, guardaba la recaudación y armas. Si bien estuvo sospechado como organizador de la doble venganza a la familia Velázquez, no llegó a ser imputado de manera formal.

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