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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 02/11/2025 21:42
La inteligencia artificial también impacta en trabajos intelectuales y creativos. Aunque su rol seguirá siendo de asistencia y apoyo, pone en riesgo funciones que antes solo podían ser realizadas por personas. La inteligencia artificial avanza a un ritmo tan acelerado que ya comienza a poner en jaque a ciertas profesiones que hasta hace poco parecían seguras. Un nuevo estudio realizado por investigadores de Microsoft y la Universidad de Cornell determinó que las herramientas de IA generativa, como Copilot o ChatGPT, ya son capaces de asumir hasta el 98% de las tareas que desempeñan los humanos en algunas profesiones. El informe, titulado Trabajar con IA: midiendo las implicaciones ocupacionales de la IA generativa, se fundamentó en más de 200.000 interacciones de usuarios con Copilot en todo el mundo y utilizó el sistema O*NET, una metodología que permite identificar cómo se relacionan las tareas profesionales con el uso de la inteligencia artificial. Las profesiones más expuestas Los resultados de la investigación revelaron que la IA impacta especialmente en los trabajos basados en el conocimiento y el lenguaje, como la escritura, la traducción o la divulgación. En ese grupo, los traductores aparecen como los más vulnerables, con un 98% de sus funciones replicables por IA. Les siguen los historiadores (91%), escritores (85%) y editores (78%). Otras ocupaciones también muestran una alta tasa de exposición, entre ellas periodistas (81%), programadores (90%), representantes de ventas de servicios (84%) y redactores técnicos (83%). En estos casos, el riesgo no siempre se traduce en reemplazo total, sino en un escenario de colaboración forzada, donde la IA asume las tareas más rutinarias o mecánicas, dejando a las personas el rol de supervisión y toma de decisiones. Los trabajos más protegidos En el otro extremo, las profesiones que requieren interacción humana directa o esfuerzo físico son las menos afectadas. Las tareas de cuidado, la medicina y la construcción se ubican entre las más resistentes al avance de la automatización. Los flebotomistas (encargados de extraer sangre) y los enfermeros, por ejemplo, tienen una cobertura inferior al 0,1% por parte de la IA. Lo mismo ocurre con oficios como los pintores, yeseros o ayudantes de obra, cuya aplicabilidad tecnológica ronda apenas el 0,04%. En algunos casos, como los operadores de dragado o de tratamiento de agua, la inteligencia artificial ni siquiera puede reemplazar una sola de sus tareas. ¿Reemplazo o transformación? El estudio de Microsoft y Cornell coincide con una tendencia que se repite en los principales informes sobre el futuro del trabajo: la IA no eliminará los empleos de forma masiva, pero transformará profundamente la naturaleza de las tareas. La automatización ya no amenaza solo a los trabajos físicos o repetitivos, sino también a los empleos creativos e intelectuales. Sin embargo, el desafío no es competir contra las máquinas, sino aprender a trabajar con ellas. Fuente: TN
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