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    Rio Negro » Adn Rio Negro

    Fecha: 02/11/2025 19:21

    Javier Milei plebiscitó su gobierno y ganó. Ahora, el Presidente encara la segunda parte de su gestión con respaldo político y más representantes en el Congreso que le permitirán avanzar en las reformas laboral, tributaria y previsional. Con el apoyo de Washington mantuvo el dólar contenido y la inflación en niveles bajos, un aliciente para los votantes. En consecuencia, respondió a los designios de la Casa Blanca y provocó la foto del consenso con 20 gobernadores que le imprimen una impronta de racionalidad política e institucional, un rasgo del que carece. Habrá otros gestos, quizás más costosos para el país, como las tierras raras. En Río Negro la cosecha presidencial tuvo un sabor agridulce ya que ganó el tramo de diputados con Aníbal Tortoriello, pero perdió el más importante: el de senadores. La diferencia entre ambos rondó los 10.000 votos, suficientes para admitir un castigo a Lorena Villaverde por la cantidad de denuncias que acumuló, especialmente en el tramo final de la campaña. La diputada atribuyó esa pérdida al PRO por salirse del acuerdo libertario, pero su postulación ya venía cuestionada -aún antes del affair Machado- y hubo más de una advertencia a la Casa Rosada. En la PASO mileista, Tortoriello sacó ventajas y reclama el título de candidato a gobernador. No será sencillo, y posiblemente la alianza se desarme antes de tiempo. «No es de La Libertad Avanza», advirtió Villaverde sobre Tortoriello. «Tiene un partido propio», delimitó. Ese partido es CREO y el cipoleño lo habilitará para el 2027. Por eso, antes de la elección, ordenó al legislador (y presidente) Santiago Ibarrolaza alistar el partido que fue reconocido a mitad de año. Pero también, mientras recorrían juntos la provincia en campaña, fueron hilando el proceso provincial que viene y consiguieron adhesiones -que se reforzaron tras el triunfo- en partidos como la UCR, el PRO y JSRN. Incluso, hubo una sola reunión a la que Ibarrolaza no fue invitado en Bariloche, por el tenor del encuentro. El proceso está en armado. Pero Milei se encontró, además, con el escollo de un peronismo unido que no solo retuvo las dos bancas que puso en juego en el Senado, sino que ganó un escaño en Diputados. En el contexto general, la victoria rionegrina sobresale y es un aviso al gobierno nacional que no tiene un cheque en blanco. La dirigencia nacional no tuvo la madurez para encarar este proceso, enredado en internas y disputas de cúpula, dejando de lado a su electorado que esperaba algo más que el eslogan: «frenar a Milei». La desprotección post-electoral es brutal, y por sabiduría, la gente intuye que quedan dos años de golpes a los sectores populares y embates a la clase media que tanto se resiste a desaparecer en el país. El contraste en la provincia de Buenos Aires, donde en cuarenta días de diferencia el peronismo pasó de ganar por 15 puntos a perder por uno, genera mil interpretaciones, pero hay un solo indicador en la calle: la pelea Cristina-Kicillof. La estrategia rionegrina funcionó. Ahora, la unidad tiene más valor que los nombres propios y los territorios. El peronismo asentó su victoria en contener a los suyos que, en una elección de tercios, como resultó ser la del domingo pasado, fue robusta y permite pensar en el gobierno en 2027, especialmente si la alianza de Tortoriello y LLA se termina antes de empezar, porque de esta manera se rompe uno de los tercios. Roca fue el epicentro de los festejos, pero la diferencia no fue sólida, lo que demoró un tiempo el lanzamiento de la intendenta María Emilia Soria a la gobernación. Sí, eufórico, su hermano Martín aseguró que el triunfo (global) pavimenta el camino a Viedma. «Hay que cuidar la unidad» repiten como un mantra en el peronismo, y ponderan la figura del senador Martín Doñate, uno de los «arquitectos» del resultado. Hacia adelante quedarán los diagramas de alianzas y frentes pensando en 2027. Por ahora, en las diferentes oposiciones alcanza con haber relegado al oficialismo provincial al tercer lugar. También, los magros resultados del PRO, Primero Río Negro, el FIT-U y el MAS que pierden peso específico. Entre todos, se llevaron el 10% de los sufragios. Para Alberto Weretilneck la derrota («el revolcón» como lo calificó en estos días en un video junto a Mabel Yahuar en la Casa de Gobierno) es singular. Perdió en los centros de producción: en el Alto Valle, enclave histórico de la fruticultura y el boom de Vaca Muerta, en la región Atlántica, donde tiene epicentro el VMOS y la exportación de GNL, y en la región cordillerana, donde el turismo cumple un rol central en la economía. Un dato: la ATUR nunca funcionó. Pero el Gobernador también perdió la representación en el Congreso y, desde el 10 de diciembre, no tendrá fichas para negociar. En consecuencia, asistió a la reunión con el Presidente esperando hacer valer su representación actual por lo que queda hasta el recambio. Si bien la elección lo ubicó en tercer lugar y tres puntos del segundo, la caída es dura, especialmente porque había un fuerte convencimiento que la elección se ganaba. Algo de eso alentaron las encuestas de Derek Hampton. Otra vez, como en 2023, el oficialismo sustenta en consultores foráneos sus chances. En aquel entonces Mario Riorda y Gustavo Córdoba indicaban un triunfo abrumador, con el 60% de los votos. Juntos logró apenas la mitad. El consultor porteño es socio de Santiago Caputo en Move Group. El «Mago del Kremlin» también le llevó a Milei pronósticos de otros triunfos, como en Córdoba y Neuquén. Karina Milei tiene esos documentos, que ahora exhibe para hundir a su rival del Triángulo de Hierro en la interna libertaria. Si de números se trata, el Gobernador también repasa en qué municipios anduvo el provincialismo y en cuáles no. También mira el aporte de la UCR, la CC-ARI, y los municipalismos, como el de Regina o Bariloche, o el peronismo verde en Campo Grande. ¿Habrá tirón de orejas? Parece difícil. Los intendentes alegan -por lo bajo- impericias en el armado de las listas. Muy endogámico: «el amigo y su pareja», se quejan. Para colmo, días antes de la elección se conoció el nombramiento en YPF de Andrea Confini con un salario de 70 mil dólares mensuales. La alianza con Walter Cortés no llego siquiera a las elecciones. El intendente de Bariloche bramó con la resolución del procurador General, Jorge Crespo, en contra del referéndum, que el Superior Tribunal terminó de voltear el viernes. Enojado, quitó a su gente de la campaña y no hubo fiscalización. Ahora, en guerra con Viedma, Cortés queda rengo en el Concejo Deliberante y su minoría no podría frenar un pedido de juicio político de la oposición. ¿Habrá cambios en el Gabinete? Seguro. La gestión fue un peso muerto. Solo Weretilneck sabe cuándo los anunciará. Los próximos movimientos deben ser cautelosos. El Gobernador cambió su semblante y la lógica en la comunicación de sus redes, ya que el riesgo a una diáspora está a la vuelta de la esquina. Juntos se armó con sectores que hoy podrían volver al viejo cauce, como la pata peronista que comanda el vicegobernador Pedro Pesatti. Otros, podrían emigrar al tortorielismo. Algunos integrantes de Juntos pronostican un fin de ciclo, no solo provincial, sino en varios municipios. Es muy temprano para ese diagnóstico. Quizás sí sea tiempo de renovación. Algo de eso podría verse en el próximo Gabinete. De todos modos, en general, la elección del domingo marca el «retiro» de varios dirigentes y se advierte el recambio generacional en todos los partidos.

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